viernes, 30 de enero de 2009

Viejas farmacias...viejos remedios


Tomás Moro, Thomas More, santo Tomás Moro...nunca mejor dicho, el mismo santo con distintos vestidos, según la época. Este santo varón de las letras universales fue decapitado por su rey porque no aprobó el divorcio con Catalina de Aragón (la serie Los Tudor lo cuenta, aunque ofrece una visión un tanto particular del aspecto y la vida del segundo Tudor, sigo prefiriendo A man for all seasons o la espléndida serie Royal Heritage).

Gran Humanista y primer utópico, porque fue el quien inventó lo de topos, sin lugar. Porque ni lo hay, ni lo hubo, lugar en el mundo donde todos trabajaran, que es lo que proponía en el apartado de las artes y los oficios del libro segundo.

Algo así como lo que Obama pretende en su gran país: ponerlos a trabajar a todos.

Lean, lean Utopía de Tomás Moro ...y comprenderán muchas cosas (o no).

Aquí en el sur, el paraíso del PER no queremos leer Utopía, pero trabajar, trabajamos. Ahora Zapatero nos pide que consumamos...pero ?qué quiere nuestro presidente que consumamos? Si no ahorramos energía nos penalizan. Si no son productos españoles no seguimos las directrices de Industria (sin comentarios). Los padres quieren que la jornada escolar sea más larga para...poder tomar café según algunas madres...comer pipas según otras...

En fin, a grandes males, pequeños remedios. A viejos males (la crisis de los tulipanes) viejos remedios (la parábola del tesoro, sí, sí, la de los Evangelios)...y si no queremos llamar santo a Thomas, pues, de todos modos, leemos Utopía, del idem (pero sin el santo y sin el Moro, que no se enfade mi amiga Fátima, sí, sí, marroquí, bueno, rifeña).
Mientras tanto, deleitense con esta foto de la farmacia de Heidelberg o con el jüngeriano artículo de Juanjo Chirveches. Cantoriano, granadino, español.
Cantoria y Heidelberg tienen muchas cosas en común. Una de ellas es que su castillo fue destruído o semidestruído por dos grandes monarcas. El de Heidelberg durante la Guerra del Palatinado, que protagonizó la Francia de Luis XIV. El de Cantoria, por los monarcas españoles (¿se les puede llamar ya así o hay que añadir algún gentilicio?), tras la conquista y las sucesivas rebeliones moriscas (hubo muchas antes de la expulsión a principios del siglo XVII). Pero esa es otra historia...

miércoles, 28 de enero de 2009

¿Ciudadanía o cicuta?


Por fin el Tribunal Supremo ha dictado sentencia sobre Educación para la Ciudadanía. Confesémoslo, la primera pregunta que nos hemos hecho es ¿y eso qué es? Después le hemos preguntado a nuestro hijo o al hijo del vecino.
-Carlos, (Carlos es el niño que has visto crecer dos portales más a la derecha, en verano sus padres lo mandaban a Irlanda hasta un año, aquel en que el piloto no aterrizó en San Javier, sino que lo hizo en Valencia y bajó del avión a toda la clase, pero él no tuvo nada que ver, además, es educado y correcto) ¿tú das Educación para la Ciudadanía?
-¿Eeeh?
-Que si das Educación para la Ciudadanía.
-Pueeeees. Siii....ah! sí!
- Y qué tal, ¿es difícil?
- No! Que va! sólo nos mandan trabajos.
- Hombre, que bien! Ojalá hubiera tenido yo esa suerte... ¿y de qué son los trabajos? (mira al infinito con cara de consternación).
- Mmmmmm, deeeeeee, bueno, mañana voy a entregar uno de una oveja.
-¿Cómo de una oveja? ¿Pero qué dais en esa asignatura?
- No sé. Este diciembre nos mandaron un trabajo sobre un hombre que tenía alzeimer y que había sido presidente del gobierno. Y para mañana nos han mandado uno de la clonación.
- Ah! Y qué tal? ¿Has encontrado la información?
-Sí, claro. No tengo más que pinchar en Wikipedia e imprimir. Luego lo copio a mano y mi hermano me hace la opinión personal. Me va muy bien.
-Hombre! Sois unos monstruos ¿eeh? (me quedo pensativo, sobre todo porque en mi época sólo estaba la estantería de la Espasa, y había que buscar, y buscar, y buscar...).

Me cuentan los profesores de Educación para la Ciudadanía (uno es lcdo en Filosofía y otro en Historia) que les hace gracia el debate que se montó sobre la asignatura. Les hace, les hará y les hacía, por muchos motivos. Intentaré exponerlos como furrier mensajero.


En primer lugar, porque, a pesar de lo que crean muchos padres, consejeros, educadores (¿quiénes son estos?), y, por último, y por ello menos importante, políticos. A pesar de lo que se piense, el debate orquestado resulta bastante futil para los que se dedican a dar clase en Secundaria. Ello porque, si de politización hablamos, los libros de Geo-Hist (hoy Ciencias Sociales) y de Ética (obligatoria en 4ºESO) están, han estado y estarán más politizados de lo que puedan llegar a estarlo los de Ciudadanía (el nombre completo es Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos).


Para colmo, circula una editorial, denostada en un artículo de El País, donde se define la familia, expresamente, como la unión de una pareja heterosexual. La verdad es que, personalmente, y viendo el panorama, me parece que el concepto (los modelos) de familia está variando a una velocidad de vértigo. Tan rápido, que ni siquiera el periódico de la mañana es capaz de aprehenderlo. Aunque me da la sensación de que esto les da bastante igual a quienes tienen que legislar o redactar definiciones. No hay más que ver lo que se ha tardado en España en legislar sobre las parejas de hecho.


Continuando con el tono ciertamente impertinente. ¿Están (estamos) los padres realmente dispuestos a suplir los contenidos que desarrollan los libros de dicha asignatura? Como por ejemplo, el Estado de bienestar, la persona, la integridad de la persona, los Derechos Humanos, la Bioética, etc, etc, etc.


Preguntados los doncentes (por fin llegamos al quid) me explican que el problema es otro. El problema es explicarle a buenos (sí, sí, dicen, a los buenos) alumnos de quince años, acostumbrados a chatear utilizando abreviaturas, la "k"... es decir, perpetrando el lenguaje y maltratando el diccionario de la RAE. Esos alumnos que ni conocen, ni parece importarles, en qué consisten los Derechos Humanos, la seguridad jurídica, el principio de legalidad o las tres generaciones de derechos...Explicarles, dicen los docentes, todo eso requiere un año entero de diccionario y varias horas de hacerles comprender qué significado tienen esos conceptos.


Por poner un ejemplo, es difícil explicar en una hora en qué consiste el Estado, cuál es su origen y cómo se articula hoy en día. Después, tienes que explicar que Estado y Derecho son los garantes de nuestros deberes y derechos como ciudadanos...y así...una hora a la semana. Me dicen, que no saben qué es peor. Las arremetidas de los padres ultracatólicos o las arremetidas de los ultrahippies. O peor aún, los consejos de la administración educativa de turno.


En fin, ciudadanos, que al final, todo fue una pelea de dos modelos bastante dogmáticos.


Y es que, por mucho que se diga por decreto que los homosexuales no puedan formar (o sí puedan) una familia, al final hablan las personas. Por encima de la religión (gracias a Dios) y por encima del Estado. Por que, aquellos que postulan por el gobierno del pueblo, y la voluntad popular ¿qué responderían ante el hecho de que Sócrates fue ejecutado por el bien del pueblo? Y aquellos que abominan de la homosexualidad, ¿qué dirían del que fue padre fundador de la filosofía occidental? ¿Y qué diría Tintín? Probablemente, que le dejáramos en paz, porque homo o hetero, es persona, joven periodista...y héroe del cómic!

Cervantes, clave española...con perdón.


La visita a mi admirada blog Naranjas de la China (que recomiendo fervientemente a los que estén de acuerdo con mi entrada de hoy...y aún más a los que no lo estén) y la lectura de los comentaria de su última entrada (que recomiendo, otra vez!!) me recordó un libro de Julián Marías, mejor dicho, otro libro genial de Julián Marías, Cervantes, clave española.

Quiero traer un párrafo a colación, para recordarnos por qué es más necesario recordar quiénes somos, que quiénes no somos. A ver si por una vez dejamos de recordar qué tenían que haber hecho otros, qué tendríamos que ser, qué no somos ni fuimos nunca, etc, etc, etc. El párrafo del capítulo 5 dice así:


Castellano, habla del otro reino como algo absolutamente propio, y con viva simpatía -Cervantes era un hombre afirmativo, cordial, con muchas filias y apenas fobias-. La condición española domina sobre las diferencias regionales, que por otra parte señala y pone de relieve.


Acompaño la entradilla de hoy con un mapa francés, para que se vea claro que, antes que nosotros, ibéricos de hoy, había extranjeros del ayer que nos llamaban España, sin que nadie levantara el brazo alla facista...ni tonterías de esas. Qué lástima que renunciemos a nuestro patrimonio en aras de una historia reciente...¿será nuestra idiosincrasia? Invito a todos a la lectura del libro de Marías por las claves tan interesantes que da para la interpretación de nuestro (subrayo esto último) pasado.

viernes, 23 de enero de 2009

Dedicado a mi amigo Manuel: la coma.

A vosotros, visitantes de este bazar de la estrabia o de este compendio de desahogos de la vanidad intelectual, a vosotros, y especialmente a tí, amigo Manuel, dedico la entrada de hoy.

La protagonista es la señora de la foto.

Quería hablaros del error del día: el Talento de Mr. Ripley. Espléndida película que no nos deja indiferentes aunque aún no sepa valorar la interpretación de los protagonistas, no porque no sepa o no pueda (que no lo sé), sino porque la historia es tan tremenda que hace que ignoremos todo lo demás. Confieso además que no me he atrevido a leer el libro por miedo a lo que me pueda encontrar...

En realidad, esta película es la excusa para recordar una de los cortes musicales: Mache dich mein herze rein (no sé si lo he escrito bien). De todas las Pasiones según san Mateo, la única que me gusta es una que grabé en vídeo hace diecinueve años, retransmitida desde una iglesia alemana (cuando la comente daré los datos).

¿No os parece inquietante que se utilice esta obra en películas como las que nombro? Por no hablar del coro final, Wir setzen uns... que aparece al principio de Casino (del gran Scorsese). Dijeron en su momento que en esta película era donde más tacos por minuto se decían...ilusos!
En realidad no hay que irse a las películas de Scorsese (tipo Malas calles, os la recomiendo) lo de los tacos ocurre en el recreo de cualquier instituto de Secundaria, pero eso es otra historia...antidreyfusistas y adolescentes cuelgafotosenlaweb del mundo, (subrayo la coma) uníos!
P.D.: Me comenta mi mujer que mi hija está encantada viendo Barrio Sésamo, y que le parece (a mi esposa) muy didáctico...habrá que retirarlo del mercado!!!

miércoles, 21 de enero de 2009


Recomiendo la lectura de la novela de Ernst Jünger, Sobre los acantilados de mármol. Aunque para la entrada de hoy basta con la primera página. Casi nos recuerda las Coplas de Jorge Manrique.
Los niños de esta foto aprendieron la Conjura de Catilina, en latín. ¿Qué aprenden los niños de ahora? ¿Dónde aprendemos más ciudadanía, en colegios donde hacen falta mediadores, o leyendo, por sí solos (no digamos si lo que leen es Del ciudadano de Cicerón o L'esprit des Lois)?
Dedidado a mi tío Adolfo, Humanista y hombre de bien.

lunes, 19 de enero de 2009

Tuvimos un sueño...¡ahora es realidad!


Este martes será investido presidente un senador negro. No es del todo afroamericano (qué más da) porque sus orígenes no son como los de miles y miles de afroamericanos cuyo sangre, sudor y lágrimas tanto contribuyó al nacimiento de una nación que ha tardado en corresponderles como merecían. Pero el sueño del Dr. King ya se ha hecho realidad. Barak Obama es presidente de los EEUU. ¡Dios bendiga América! Y ya está.

domingo, 18 de enero de 2009

Nunca tantos habían debido tanto a tan pocos


Otra de las célebres frases de Wiston Churchill junto con aquella respuesta de la batalla de Inglaterra ha comenzado...o la de lucharemos en las calles, en las alcantarillas...

Recordando el guión de Patton, su lógica le hacía decir que la guerra hace héroes o villanos a los hombres porque saca lo mejor y lo peor de ellos. Bueno, hay otra máxima también que dice que mueren los mejores. El hecho es que la Batalla de Inglaterra es, sin lugar a dudas, un episodio en la épica de la libertad, y la película que la recrea bastante bien, merece ser recordada por este simple mortal.

El reparto es excepcional, y la agilidad de la narración, de gran complejidad dado el elenco de personajes que va presentando, merece ser destacada. A mí me siguen fascinando los combates aéreos, y particularmente, la escena de los pilotos polacos, por su tremendo significado (Polonia había sido invadida y machacada meses antes por el cobarde concepto de blitzkrieg).

Hay otra frase destacable del guión, aquella en la que Goebels pregunta a sus mandos qué es lo que necesitan, que pidan lo que quieran, a lo que responden: Spitzfire (con acento alemán). Y es que la batalla de Inglaterra tiene ese nombre unido al del Mariscal Dowding y el de los pilotos a los que homenajea Churchill.

sábado, 17 de enero de 2009

¡No aguantamos nada!



Cuando tenía trece o catorce años, mi hermano Juan Antonio me llamó para que me quedara con mis sobris.


Antes de irse me dijo: tienes que grabarme Patton, la cinta está puesta. Yo le di a grabar y empecé a ver la película. Bueno, el principio es ya bastante sorprendente, sobre todo por los planos que van apareciendo. Es como decir, aquí está Patton, sobran las palabras. Pero las palabras no sobran, máxime con la especie de arenga que dirige a sus soldados y que uno no sabe hasta qué punto el guionista ha añadido algo o simplemente se ha limitado a reproducir las palabras del general.


Ese era Patton, el típico general que muere a lomos de su caballo en La carga de la brigada ligera (por ejemplo), pero que fusilaría sin pestañear a a quellos que se negaran a avanzar. La película, esplendida biografía por otro lado, es quizá un tanto atípica en el género biográfico, porque no cae en la identificación o en la simpatía por el personaje. Y, desde luego, muestra bastante acertadamente las facetas de esta persona que, desde luego, no deja indiferente a nadie. Otro día hablaremos de su biografía y de sus biografías.

No puedo dejar de citar miles y miles de frases que nos harían movernos constantemente de nuestro asiento (la verdad es que yo me reí mucho), pero que no debieron de serlo para aquellos, a cuyos oídos llegaron cosas como: a partir de ahora todo aquel que no lleve su uniforme, su casco y sus polainas... será despellejado. Así podríamos seguir, una tras otra riendo, llorando, indignándonos...

Centrándonos en la película, ¿qué os parece la llegada al Cuartel General a lomos de su jeep y con la sirena puesta en medio del desierto (Campo de Níjar entiéndase)? Los exteriores se rodaron en su mayoría en la provincia de mi querida Almería, y oh maravilla! mi pueblo paterno, Uleila del Campo, la foto de arriba, vio cómo su rambla llevaba agua cuando el general mató las mulas que obstruían su carrera hacia Berlín. Este mismo general que sirvió de coartada para engañar a los alemanes antes del desembarco en Normandía, y que hubiera continuado hasta Odessa si lo hubieran dejado (esto sí que daría para historia ficción). Pero para derrotar al diablo, hubo que pactar con otro. Paradojas de la Historia.

No podemos concluir sin hablar del gran George C. Scott, del que se dice, rechazó el oscar (¿leyenda urbana?). Para mí, desde luego, es su mejor interpretación. Difícil, desde luego, tuvo que ser recrear un personaje tan complejo y contradictorio (aparentemente), como Patton. Desde mi punto de vista, el actor estuvo a la altura. Aunque no venga muy al caso, pues estos días me quiero centrar en la IIWW, hay dos películas que recomiendo mucho, mucho, mucho de este gran actor: Al final de la escalera y La fórmula.


Por último, otra frase memorable que abre mi segunda entrada de hoy: no quiero recibir diciendo que estamos aguantando la posición: ¡no aguantamos nada, que aguante el enemigo!

Tan incomparable sacrificio...en el altar de la libertad


Esta es una de las frases que aparece dos veces en dos escenas distintas de Salvar al soldado Ryan, magnífica película de Spielgberg, un maestro en el arte de contar historias y atrapar nuestro corazón en ello (desde ET el extraterrestre... hasta Munich!).

Hay no obstante algún artículo que critica, según dice el autor, la tendencia a veces de Spielgberg a sacar una historia de un detalle, de una pequeña parte del todo. Es interesante y sugerente, y pondré el enlace en otra entrada en la que hable sobre Munich.

Sobre el guión, diré que hay infinidad de frases que, personalmente, me emocionan muchísimo. Pero respecto al hecho de que Spielgberg nos trae un detalle obviando el todo no puedo estar más en desacuerdo. La película está llena de referencias a la hecatombe, la énorme masacre, los millones de vidas que se perdieron en la Segunda Guerra Mundial (civiles y militares). Sin ir más lejos, el principio se desarrolla en un cementerio de guerra (no es el de Arlington, el de la foto de arriba, que muestra uno de los batallones que cayeron sobre Normandía), pero hay una escena para mí sobrecogedora. Es esa en que los miembros de la expedición empiezan a rebuscar entre las chapas de identificación de los soldados muertos como si estuvieran buscando el cromo que les falta, ante la mirada atónita de los soldados que van llegando.

Pero una de las que más impresiona, por lo que supone para el anciano que visita la tumba de su amigo, es cuando al morir Tom Hanks le dice: hágase digno de todo esto, merezcalo...

No puedo dejar de recordar los primeros veinte minutos de la película con la reproducción del desembarco en Omaha beach, así como la foto final de esta primera parte, con la famosa panorámica de la playa...y los dirigibles, que tanto nos recuerda la foto de nuestros libros de texto de octavo de EGB (a los de este plan educativo tan academicista que tanto nos traumatizó, no como el presente, el paraíso ESO, Brave new world!).

Por último, un breve recuerdo a otro icono de nuestra infancia, El día más largo. Especie de superproducción épica y coral que, por lo menos para mí, supuso reunir a varios de mis actores preferidos (cuando eramos pequeños, mi momento de la semana era ver a John Wayne en sesión de tarde, ya se que esto es políticamente incorrecto) en una misma película y reproducir el desembarco de Normandía...en película! Pero esto da para otra entrada...

viernes, 16 de enero de 2009

La guerra no nos hace grandes


Son infinitas las frases y adagios que sobre la guerra podríamos traer aquí. Desde la frase que abre Los perros de la guerra (película de la homónima novela de Frederick Forsythe) tomada de Julio César, pasando esta del quinto episodio de Starwars (aunque para mí sólo hay tres: 4, 5, y 6) en que el maestro Jedi apostilla la susodicha.

La foto corresponde al monumento que los rusos dejaron en Berlín conmemorando la Segunda Guerra Mundial (el final de la misma, entiéndase, y la muerte de tantos y tantos soldados).

Claro, todos estaríamos de acuerdo con Ioda (permítaseme esta caligrafía) porque años ha, todos se preguntaban si había guerras justas (mejor no preguntárselo a los romanos...ni a los cartagineses). Pero ¿fue una guerra justa acabar con Hitler?


Obviemos los detalles de la reorganización del equilibrio mundial, la intencionalidad del Plan Marshall, que el de Churchill era un advenedizo partido belicista, etc, etc, etc.

Personalmente, ya que me gusta mojarme en ocasiones sin guardar la ropa, el papelito de Chamberlain era otra patraña del cabo austríaco. Es cierto que la invasión de ciertos territorios contó con la complicidad de los que después serían sus enemigos, pero, ¿ cree alguien que se podía dialogar con semejante... (no hay calificativos)?


Esto no es una apología ni un discurso sofístico sobre la guerra justa. Pero ¿cuál es la alternativa cuando hay cientos, miles, millones de vidas encima de una mesa?


Recomiendo, por ejemplo, la espléndida serie de la BBC, La muerte de Yugoslavia, para ver lo que algunos dictadores europeos han hecho con las negociaciones de la ONU en determinados momentos como por ejemplo el cerco de Sarajevo.


La revista La Aventura de la Historia, saca una colección bastante interesante de películas bélicas (¿o creía alguien que iba a hablar de No a la guerra o de Israel?) centradas en la Segunda Guerra Mundial. Hay títulos realmente buenos como Patton o La batalla de Inglaterra. De estas dos, mi preferida es Patton...pero esa es otra historia.

jueves, 15 de enero de 2009

La perspectiva cristiana en Roberto Rossellini y en Dreyer





Siempre me ha impresionado la película Europa 1951 de Roberto Rossellini. Desde luego, el principio de la película no puede revestir mayor dureza narrativa: el suicidio de un niño (leitmotivo que nos recordaría a Germania anno O, pero eso es otro cantar). A mí me dio por compararla con Ordet, de otro grandísimo maestro...casi (yo le quitaría el casi) único, que es Dreyer. Y me dio por compararlas porque parece como si sólo la locura nos llevara al cristianismo que muchos calificarían de "auténtico", aquel que asume a pies juntillas los mensajes de Cristo.
La protagonista de Europa 1951, encarnada por la bellísima Ingrid Bergman (que no es la belleza de la foto) decide dedicar su vida al servicio de los desarraigados y los necesitados (aquellos que aparecen en las Bienaventuranzas) hasta el punto de que su propia familia y amigos, así como las fuerzas vivas de la sociedad, la toman por loca y la internan en un sanatorio mental.
No deja de tener gracia que dos de las películas que más profundamente nos hablan del cristianismo en la segunda mitad del siglo XX (es decir, cuando el hombre seguía renunciando a sí mismo después de la experiencia de las dos guerras mundiales) estén dirigidas por un comunista y por un homosexual. Me refiero, respecto al segundo, a Pier Paolo Passolini, pero de esto hablaremos otro día.
En cuanto a Dreyer, san Pablo nos dice: si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra Fe. A modo de inciso, me llamó la atención que esta frase se publicó hace años en el mundo omitiendo el condicional, un chiste. Bueno, siguiendo con Ordet, el Johannes, el hermano que había perdido la razón leyendo a Kierkegard, el que cree en la resurreción después de la muerte, pero no en el fin de los tiempos, sino, como ocurrió con Lázaro, fruto de un milagro (milagros de los que apostatan el médico y el pastor de la pequeña comunidad donde se sitúa Bortensgaar).

Tal vez nos parezca evidente. Pero no puedo dejar de fijarme en el hecho de la literalidad del mensaje cristiano, lejos de caer en lo fácil o en lo sentimental, que revisten estas dos películas. Tal vez los tintes realistas de Rossellini nos hagan ver una crítica social (está clarísimo), pero yo prefiero fijarme en el hecho de que, tal vez, seguir hoy a pies juntillas a Cristo, sea un acto de locura en un mundo cuerdamente desquiciado.

En cualquier caso, pocas y pobres son estas líneas para dos historias tan conmovedoras, que no por ello dejan de ser películas geniales.

Famiglia cent'anni!!


Desde la trilogía del Padrino, pasando por los almanaques de Espigas y Azucenas, nuestro concepto de la familia ha sido (y es) bastante tópico.

Prescindiendo de los evidentes condicionamientos biológicos (salvados hoy día por los poco evidentes avances biotecnológicos), el concepto de familia actual se ha transformado tan radicalmente, que ya casi no merece la pena molestarse en intentar una definición que englobe todas las acepciones. Quizás estos sea una ventaja, dado que, en principio, su impronta principal es el amor entre seres humanos a los que une un vínculo de parentesco. Así lo había sido siempre cuando en una misma casa vivían primos, tíos, sobrinos, nietos...aquella familia extensa que estudiamos en los libros de historia.

Hoy día, las personas reclaman su status jurídico, o su modo de vida, y quieren que la relación fruto del amor (que no del capricho) y a la que quieren agregar algún miembro más, se le reconozca como familia. Hasta aquí, probablemente todos estaríamos de acuerdo.

Hace ya tiempo, me llamó muchísimo la atención el florilegio de clasificaciones familiares que había en un libro de texto para escolares. Lo primero que pensé es ¿lo van a entender? y lo segundo, "no creo que se molesten en leerlo". Pero me llamó la atención la cantidad de términos que respondían a la obsesión por abarcar todos los supuestos.

No menos me llamó la atención el debate que se formó sobre si el matrimonio gay era o no matrimonio. Tenía muy claro por qué unos y otros querían que se reconociese como tal...o no.

Como siempre, los humanos nos enzarzamos en la batallla dialéctica de la exclusión. Como siempre, la cuestión de fondo daba paso a la cuestión política...y como siempre, la división.

Así, algo tan bonito como el amor entre las personas, nuevamente degeneraba en disputa.

Lejos de los debates que aparecían, y que siguen apareciendo. Lejos de retomar el anticlericalismo sempiterno, o la homofobia persistente a la que muchos han desterrado por decreto...y de manera hipócrita. Lejos de dar paso al odio...recordemos al Nazareno: sin Amor no soy nada; si no tengo caridad, nada tengo.


No podemos excluir algo tan bonito y tan sagrado como el amor porque muchos no quieran llamarlo matrimonio o porque algún gobierno autonómico cambie la definición de matrimonio. El amor, la familia, no entiende de leyes, de decretos, de reglamentos, de diccionarios...ni de sexos.

¿Ingenuo? Muchíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo!!!!

miércoles, 14 de enero de 2009

Buenos días...y mucha más suerte!!!


Mi segunda entrada está dirigida a los parados y a todos aquellos a los que esta enésima crisis está afectando (amigos y conocidos entre ellos). Ojalá tuviéramos fórmulas mágicas, frases solidarias o yo que sé qué. Lo único que puedo ofrecerles es mi simpatía y comprensión. A la pregunta de ¿te imaginas cómo me puedo sentir? Sólo puedo responder que, remotamente, no. Pero lo que sí puedo decir es que sé qué es la esperanza. El dinero, el crédito, o yo que sé qué nos ha llevado a este punto. Pero la esperanza es gratis, y, aunque suene tópico, no sólo no se pierde nunca, sino que...existe!!!


Ojalá pudiera hacer, decir o pensar más por todas las personas que han perdido su negocio, su trabajo, sus ahorros. Ojalá pudiéramos hacer todos un poco más por ellos. No hay que hacer grandes cosas. Todos sabemos qué es lo que hay que hacer, puesto que, por si no lo habíamos pensado, hemos de empezar por nosotros mismos. Vendrán tiempos mejores.

Dedicatoria (Aus Myrten, nº1)



Esta primera entrada no puede ser sino una dedicatoria. Los artífices de esto han sido Rogelio y Manuel, así que, a ellos va dedicada la inauguratio. Pero no puedo dejar de dedicársela a mi mujer, a mis amigos de Riga y de Murcia (Agustín, Antonio, Miguel, Rafa), de Tenerife (José Mª), a mi tío Adolfo, de Sevilla (Víctor et al.), de Granada (Molina y Encarna), de Almería, de Córdoba, de Uleila del Campo (Jose, Virtudes, Pepe, Montse, Ana, Jose Luis, mi cuñado Pepe y a pesar de ello amigo) y de todo el mundo.


Si alguien ha visto el perfil se habrá quedado desconcertado (o no). Bueno, lamentablemente, es verdad, pero no sigo ninguna medicación. Algo había de seleccionar ¿no?


Apelando al título de mi blog, y pensando en los momentos por los que atraviesa el mundo, dreyfusistas del mundo uníos fue el grito de guerra contra el antisemitismo en la Francia de finales del siglo XIX...pero es, fundamentalmente, un grito contra la intolerancia...contra la bota del estado que, lejos de protegerlos de la injusticia, aplasta a sus miembros. Esta frase la leí en un libro de mi querido padre, y la dedicatoria del autor rezaba así: "a d. Luis Sáez Reche: cómo es posible llamar a alguien ¡perro judío! en la patria de la libertad, la igualdad y la fraternidad?"


No voy a hablar de Gaza. Sólo hablaré de Beethoven: Oh Freunde! Nicht diese Töne!!! Que cada uno saque sus conclusiones...pero por favor, no caigais en el odio. Es más rápido, más fácil, más placentero...pero es malo.