lunes, 29 de junio de 2009

¡Viva Honduras! (Perdón, quería decir El Salvador, es que vengo de Honduras....)


No me gusta hablar, y mucho menos, lanzar juicios sobre los sitios que no he visitado.
Por otro lado, es imposible estar en todos los sitios que uno quiere. A lo largo de toda su vida, un botánico recorrió el mundo y sólo podía hablar de una cuarta parte de los países que había visitado (lo cual es mucho).
Todo esto viene porque la percepción que tengo de Iberoamérica (lo de Latinoamérica es un concepto francés, imperialista, en el más estricto sentido de la palabra, y no estoy dispuesto a utilizarlo) viene a través de las noticias y una visita muy puntual. Es verdad que he hablado con personas que han estudiado y han visto problemas de primera mano...o con familiares.
Cuando fui oyendo las noticias que sobre Honduras aparecían en el Telediario, cuando fui oyendo "entre líneas" (si es que se puede), ustedes me van a permitir, pero pensé...al menos no hay muertos. Y es que hace dos décadas, cualquier movimiento de este tipo se saldaba con muertos. Muchos tenemos grabada en la retina la imagen de la embajada española de Guatemala ardiendo, y los oscuros argumentos que fueron apareciendo.

No menos significativo me pareció oir lo siguiente: los embajadores de Cuba, Venezuela y otros países (ya imaginamos cuáles) han abandonado el país tras conocer la noticia de que el presidente había sido "escoltado" fuera del mismo.
Cuando estudié América Latina Contemporána (así se llamaba la asignatura), mi profesor era uno de esos que ahora llamaríamos progres. No conectamos, nunca le gustaron mis trabajos (y tenía razón) pero siempre lo respeté porque era un intelectual bastante formado. Conoció la Nicaragua de Ortega, estuvo con la guerrilla del ELN y creo recordar que con las FARC (haciendo su tesis), nos pasó unos interesantísimos artículos sobre el Magdalena medio, nos trajo a Hernando Valencia, procurador de Derechos Humanos en Colombia. Y, recuerdo, en una de las conversaciones que tuvimos (prácticamente todas interesantísimas) me dijo que la "contra" que venía desde Honduras, era muchísimo más virulenta que la que operaba desde Costa Rica. Esto, para cualquier contemporaneísta de América no era ninguna novedad, pero para mí, estudiante veinteañero, fue como una revelación, pues en seguida recordé aquella imagen de la embajada española de Guatemala y los sucesos del asesinato de monseñor Romero. Hemos oído hablar, y mucho, del narcotráfico de Colombia y México, de las dictaduras del Cono Sur americano...pero en América Central hubo horrores similares... o peores.

Vuelvo a la crisis de estos días. A mí, particularmente, me ha resultado muy llamativo el hecho de que, primero, no se aclarara del todo que el presidente hondureño quisiera perpetuarse en el poder, esto es verdad. Segundo, que, claramente quería reformar la constitución para poder volver a presentarse, esto, también es un hecho. Tercero, que más o menos, la mitad del país y, sobre todo, sus instituciones, se le opusiera de manera tajante, como se ha podido comprobar... Cuarto, que la comunidad internacional pida el restablecimiento del orden democrático (habría que ver qué piensan de verdad). Quinto, que Hugo Chávez se haya puesto en seguida a lanzar sus peroratas (al menos no nos ha recomendado el zumo de uva), él, golpista que estuvo en la cárcel y...bueno, por sus actos los conocereis.

Estos hechos, me resultan bastante desconcertantes. El ejército hondureño depone al presidente, nombra uno nuevo, pero aún no ha habido derramamiento de sangre. El presidente es escoltado hasta Costa Rica, es decir, ni a Nicaragua, ni a Venezuela ni a Cuba.

Créanme si les digo que estoy bastante desconcertado. Y lo digo, porque, como español, y por razones obvias, me importa mucho Iberoamérica, he estudiado un poquito su historia e instituciones, y me da mucha pena que siga presa de sus problemas estructurales. Cuando encuentre una serie artículos de Juan Velarde Fuentes sobre Iberoamérica, les cotaré. A saber qué va a pasar en Argentina después del matrimonio Kirchner, qué futuro le espera a Bolivia, Venezuela o Nicaragua con esos pseudopopulismos que padecen...o vuelven a padecer. Y es que la cleptocracia, la desestructuración laboral y económica y la deuda tan ingente de políticos que no saben gestionar es demasiado para un contienente que, paradójicamente, es de los más ricos. No hay conclusión a mi entrada de hoy, porque nunca la he tenido...ni la tengo. Sí una especie de percepción de que, como en todas partes, hay millones de personas trabajando, y unos cuantos que en nombre de Milton Friedman, de Karl Marx, o de Simón Bolívar, están alimentando su orgullo, sus anhelos y ansias de poder...y sus arcas. Un millón de abrazos para nuestros hermanos de Honduras, y para las Damas de Blanco.

P.D.: El mural es de mis alumnos.

domingo, 21 de junio de 2009

En el día europeo de la música

Como dice Chespir en Ricardo III, los mamarrachos se atraven a poserse donde no lo hacen las águilas…y escriben artículos (esto lo digo yo) titulados La prosa y la política, un título demasiado sugerente para un espíritu oscuro, macabro y mezquino… (y me quedo corto). Pero bueno, yo vengo a celebrar el Día Europeo de la Música, dado que, al menos para esto, sí que se habla de Europa, de una Europa…para todos.

La foto que adjunto es del Museo de la Música Mecánica de Rüdesheim, algo que merece la pena visitar. Cuando ví los monos tocando el laúd, bueno, casi me da un patatús. Nos habíamos pasado la carrera recordando los cuadros del Veronés, con los monos vestidos de cortesano mezclados con el gentío…y de repente…esto!!
Estoy escuchando Radio-2, sí, sí, Rogelio, el Canto de la Sibila, y me viene a la memoria aquel día de conmemoración del milenario austríaco. Recuerdo cómo se habló de la influencia de los ritmos árabes que llegaban a Centroeuropa de la mano de músicos españoles, y, siglos antes, desde la Sicilia conquistada a los musulmanes por los normandos.

En cada rincón de cada país de nuestra Europa, esa que restringe las cuotas de aceite o que fracasó estrepitosamente en los Balcanes, en cada rincón, digo, se respiran millones de gotas de historia. Uno se para en la terraza de cualquier Hagios “lo que sea” de Creta…o palpa las piedras de una o cien mil catedrales góticas que hay desde Sevilla hasta Viena...y no es tan malo evocar, no hace falta inventar la historia. Hay mucho en común, mucha riqueza por conocer, sólo aquí en Europa, y los que votamos (o no) deberíamos hacer un esfuerzo por conocer, pensar, conocer más…y hacer Europa, ya que muchos políticos se dedican a estar, estar, estar….y estar.
Volviendo a la música, están representando un don Giovanni en Madrid. En el templo de Nemrod (¿lo he escrito bien?). Con permiso de Cosí fan Tutte, ópera excelsa y que he llegado por fin a conocer…algo, el mundo se divide entre los que toman partido por don Giovanni o por Le nozze. Recuerdo una entrevista en TVE a Severo Ochoa (¿o Teresa Berganza?) donde comentaba que nunca se ponía de acuerdo con la mezzo sobre cuál era “mejor”. He de decir que a mí me cuesta muchísimo decirlo (partiendo del hecho de que no me gusta este tipo de discusiones). Desde luego, lo que he leído sobre estas tres óperas me ha sorprendido, causado risa y, sobre todo, admirado. Entre las cosas que hay que conocer, está la clásica obra de Oscar Kunze, o la biografía de los hermanos Massin. Hay comentarios en los libretos del disco bastante buenos, como el que acompaña la versión Haitink y Thomas Allen (para algunos el mejor don Giovanni). Y luego hay artículos de tratamiento psicológico que, aunque serios, son bastante divertidos. Pero, desde luego, lo que tengo muy, muy, muy claro, es que las tres óperas de Da Ponte son algo que deberíamos oír unas cuantas veces al año. Recuerdo que hace unos veinte años, la obra más votada por los oyentes de R-2 fue la Novena. Bueno, estas tres óperas serían algo parecido.

Bueno, José María, a quién si no a ti puede estar dedicada la entrada de hoy. Desde aquellos días de la academia de piano, las tardes en el Continental o aquella mañana en Viena. Aquella tarde del segundo acto de Las Bodas…o aquella soprano nórdica y la Flauta Mágica... Cuántos años han llovido, amigo mío. Por muchos años más.

jueves, 18 de junio de 2009

Oh Freuden! Nicht diese Töne!



No me extraña que Schiller comenzara así su Oda a la Alegría. Alemania había soportado demasiadas guerras a lo largo de los siglos XVII y XVIII, por no hablar de las de religión. Es extraño que su nacionalismo fundacional le llevara a la Primera Guerra Mundial ¿belicismo en la patria de Beethoven, Kant, Schiller, Mendelssohn (el abuelo del compositor)? Pero así fue.
http://www.youtube.com/watch?v=HuyV9c1xVJU

La ribera del Rhin es rica en vinos excelentes, y en cuentos y leyendas populares que dejan entrever un poso que contiene históricas pugnas. El Perrito de Bretten nos contaba cómo un carnicero católico, le devuelve a un luterano la carne que había pedido. Aquí tenéis la traducción libéeeerrima (vamos, que he hecho más o menos lo que me ha dado la gana) del cuento que os traía ayer. Una traducción literal del francés no es tan correcta como pudiéramos pensar. Espero que voces más autorizadas me digan algo (no se ensañen, por favor). En fin, aquí está el Perrito de Bretten en español:

La historia del perrito de Bretten.

En el Palatinado, a orillas del Rhin, en la comarca de Kraichnau, se oye un refrán popular referido a la fidelidad mal recompensada: “te ocurrirá como al perrito de Bretten”. Debe de ser un refrán muy antiguo, pues lo podemos encontrar citado por Fischart.

En la villa de Bretten, vivía hace años un hombre que tenía un perro tan fiel que se le podía encargar toda clase de tareas, entre otras, ir al carnicero en busca de salchichas y viandas, con una nota dentro del cesto así como con el dinero.

Un día, este hombre, que era luterano, lo mandó a un carnicero, ¡que era católico!. Éste, que observaba con rigor el ayuno de los viernes, al ver el encargo, le cortó la cola al pobre perrito y la metió en el cesto con una nota que decía: “aquí está la carne que me has pedido”!!

El perrito, malherido y con su orgullo maltratado (pues no entendía nada), llegó fielmente ante su amo, se tendió en el suelo y murió. Todo el pueblo lloró su muerte. Por esta razón, la imagen esculpida de un perro sin cola fue colocada sobre la puerta de la villa de Bretten.




Es una historia muy triste, sobre todo para los que nos gustan los perros, pero no tenemos ninguno en el piso, porque sería quitarles libertad. Por otro lado, Fischart fue un polígrafo alemán. Aquí tenéis la referencia de Wikipedia, que está bastante bien http://en.wikipedia.org/wiki/Johann_Fischart.

martes, 16 de junio de 2009

Viaje por el Rhin


Ah! La vieja Europa! Una de las frases que más indiferente me deja es aquella de los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla...¿y qué hay del eterno retorno? dirían algunos. Bueno, ya que entramos en el debate Heráclito y Parménides me gustaría hablarles del Rhin, esa especie de limes que trazaron los romanos y siglos despues Carlomagno para dividir su imperio entre sus hijos y nietos...así hasta el Tratado de Verdún a mediados del s. IX.


Pero de lo que me gustaría hablarles es de un librito de viajes que adquirí en una librería de usado de Estrasburgo titulado Le Rhin légendaire. Se trata de una recopilación de textos literarios, leyendas, cuentos y un largo etcétera, cuyo lugar común es, como podrán imaginar, el Rhin. El prólogo y las notas es de André Mary...y este ejemplar tiene una particularidad, y es la de estar dedicado por el autor a un tal Adolphe Lacuzon. La edición es de 1919. El libro me lo regalaron porque la gran adquisición fue una edición de las obras de Tácito de finales del siglo XVIII cuyo estado era verdaderamente encomiable.


A mí, si me permiten, es este el libro de viajes que más me gusta. Una recopilación de lo que otros han dicho sobre los lugares que el caminante (o el navegante) va visitando. El libro, además, recoge muchas historias que vienen de los siglos anteriores al nacionalismo europeo. Leyéndolas comprende uno muchas cosas, pero concluye que el nacionalismo es, en gran medida, detestable. Resulta muy curioso ver la imagen que nos transmite de los diversos pueblos, ciudades y aldeas de la ribera del Rhin. Como ya he dicho, los tópicos son anteriores a la formación de las naciones europeas, por lo tanto, responden a patrones muy distintos, como por ejmplo, la religión o las guerras del siglo XVII. Uno recuerda aquellos poemas que Mahler utilizó para sus lieder, como los del Muchacho de la trompa.


Hace pocas semanas votamos (o no...) los europeos. Desde luego, una de las conclusiones que se extraen de estas elecciones y de las de hace cuatro años, es que, en general, la idea de Europa nos (les) interesa a un 50% de los europeos. Eso es muy triste. Es cierto que hay varias Europas, no es menos cierto que la Constitución europea, aquella que conocimos hace ya cinco años, ha suscitado un gran rechazo ¿qué ocurre? Bueno, aquí tenéis un cuento de los hermanos Grinn sobre el perrito de Bretten. Os lo dejo en francés porque mi rechazo por las patrias (todas, si ello supone la exclusión) me ha recordado al autor del Affaire Dreyfus, gran maestro, gran profesor de francés, gran intelectual. Uno de estos días me atreveré a traducir alguno para que podáis lapidarme...un abrazo, europeos!!


Le petit chien de Bretten. Par les Frères Grimm (Conte).


Dans le Palatinat du Rhin, et particulièrement dans le Kraichgau, le peuple dit proverbialement en parlant d'une fidelité mal recompensée: "Il t'arrive la même chose qu'au petit chien de Bretten". Ce proverbe populaire doit être fort ancien, et on le trouve tout au long dans deux passages de Fischart. En voici l'origine:


Dans la petite ville de Bretten, vivait autrefois un homme qui avait un petit chien fidèle et très bien dressé. Il le chargeait de diverses commissions, de celle-ci entre autres: il lui mettait enre les dents un panier avec un petit mot d'écrit et de l'argent, puis l'envoyait ainsi chez le boucher chercher de la viande et des saucisses, qu'il rapportait sans jamais y toucher. Mais il arriva que son maître, qui était protestant, l'ayant envoyé un vendredi chez un boucher qui était chatolique et observait rigoureusement le jeûne, ce boucher, trouvant sur le billet la demande d'une saucisse, saisit le chien, lui coupa la queue et la mit dans le panier, en disant: "Tu veux de la viande en voilà!". Le petit chien, injuré et blessé, porta fidèlement le panier à son maître, s'étendit sur le carreau et mourut. Toute la ville le paignit, et l'image d'un chien sans queue fut taillée en pierre et placée au-dessus de la porte de la ville

jueves, 4 de junio de 2009

Cierta idea de Europa



Bueno, acabo de ver con gran sofoco que no os torturo con ninguna entrada desde hace una semana, y es que, como dice Muñeca de Trapo...Tempus fugit!!http://munecadetrapoelvira.blogspot.com/2009/05/tempus-fugit-carpe-diem.html
Si habéis pensado que iba a hablar de las europeas, siento decepcionaros, amigos. Prometí no traer la política a esta santa casa durante al menos un mes y estoy en la gloria!



Hay una excelente serie documental que TVE emitió hace ya bastantes años y que ahora se reemite en el canal temático /cultura.es); su título es Cierta idea de Europa, y repasa a lo largo de diez capítulos los más significativos episodios de la Historia del continente a través de un viaje por los lugares donde nacieron esos hitos que, según muchos historiadores (desde Mommsen hasta Hobsbawn pasando por Pirenne o Braudel) hicieron que estemos...donde estamos...



Ya los títulos de presentación son una pequeña joya, pues con el tema de la flauta de la danza de los espíritus benditos (Orfeo de.... Gluck, lo siento Rogelio) se suceden imágenes que van desde la Máscara de Agamenón hasta La Lechera de Vermeer o aquella pintura cretense, La Parisina.



Otra de las cosas interesantes de verdad es que dedica, sin pretensión ideológica alguna, bastantes momentos al imperio turco o a los países del Este, así como a sus pautas culturales, entre las que, como no podía ser de otra manera, entraban el Cristianismo ortodoxo y el Islam.



Personalmente, lo que más me apasiona (digo lo que más, porque me apasiona la serie al completo) es el guión, aunque no esté de acuerdo en muchas de sus afirmaciones. Lo informan lecturas de todo tipo. Desde aquella cita de la novela Juliano el Apóstata, el mundo no era ni romano ni cristiano, antes Yourcenar y Memorias de Adriano...o Sthendal y Florencia. Desde el punto de vista de la Historia del Arte, es inigualable la cantidad de obras que van apareciendo, rompiendo tópicos o desafiando los tradicionales esquemas o listas de obras.



El episodio del Rhin, Alemania y las ciudades de la Hansa es, sencillamente, glorioso. Uno recorre el río y van apareciendo los castillos del Rhin, como si fuéramos en un crucero de esos que hacen los abueletes europeos. Por no hablar de las cortes europeas del XVIII o la Florencia del Renacimiento. Los comentarios sobre La cabalgata de los Reyes Magos de Gozzoli o las misas de rito armenio (creo) que amenizan los últimos siglos de Bizancio y sus archilogotetes te dejan... boquiabierto!

Mi preferido es el capítulo segundo, que se abre con la Sinfonietta de Janacek. Se hace en él un magnífico despliegue de la Tardoantigüedad (siglos III a VII), pues narra cómo se van asentando ciertos dogmas católicos, y cómo van haciéndose desaparecer herejías como el priscilianismo. Aquellos siglos en que el cristianismo acababa de tomar posesíon del Imperio romano. Creedme, es una época apasionante, eso sí, hay que hacer una lectura libre de prejuicios, porque uno se lleva sorpresas (o sea, ni Juliano el Apóstata...ni la Historia del os heterodoxos de Menéndez Pelayo...vamos el justo medio, lo imposible). Acompañado con la arquitectura de la época. Así, vamos a Tréveris o a Milán y uno descubre restos romanos o iglesias de los siglos V y VI en una ciudad que creíamos, sólo tenía milanesas (¡¡¡!!!), la Galería de Vittore Emmanuele o los dos equipos de fútbol, además de la otra tarta del norte (la catedral).

Desgraciadamente, es una serie difícil de conseguir. Tal vez al principio nos abruma con tanta cita, pero , una vez se sumerge uno en los paisajes históricos que nos trae, merece la pena releerla una y otra vez. Una visión atípica que no bebe casi de ninguna corriente al uso...aunque las reúna todas.