miércoles, 1 de julio de 2009

Nunca os rindáis...y no dejéis de estudiar la Historia



Buenos días, queridos blogueros! Me acuso de estar de vacaciones y no estar cuidando de los hijos de los demás en el Gulag. Me acuso de amar la Historia (...como a mí mismo...) y de leer a Churchill. Me acuso de leer varios periódicos, entre ellos, EL MUNDO!!!.

Y he aquí que os quiero transcribir unos estractos de la sección Carta del Director Pedro J. Ramírez a propósito de Churchill publicada el 31 de diciembre de 2000. Luego os comento.

Al día siguiente del asesinato de Ernst Lluch, la víspera de la manifestación en la que parte de la sociedad política catalana y de la antigua dirección del PSOE utilizaron la trayectoria dialogante de la víctima para remunerar a sus verdugos y minar la posición del Gobierno decidido a hacerles frente auna a costa de quedarse solo, yo asistí a un acontecimiento muy especial en el Royal Albert Hall de Londres (...) Cientos de muchachos de entre trece y diecisiete años, alumnos de Harrow, entonaron durante casi dos horas las llamadas Churchill Songs, conmemorando así el sesenta aniversario de aquel oscuro día de otoño de 1940 en que el primer ministro que solo podía ofrecer "sangre, sudor y lágrimas" acudió a su viejo colegio para buscar inspiración y fortaleza en las canciones de su adolescencia.



(...) Hay muchos Churchill pero todos están en el hombre a quien casi ya en la edad de jubilado los hechos dan tan dramáticamente la razón cuando el "deshonor" de Munich no sólo no evita la guerra sino que la trae aparejada, y el rey Jorge le pone a regañadientes al frente de un Gobierno de unidad nacional en el que en ralidad siguen predominando quienes, como Chamberlain y Halifax, son responsables de haber conducido al país por el tobogán del entreguismo hasta la ratonera de Dunquerque.

(...) Una semana después, con su coraje fortalecido por la pericia desplegada en la evacuación de Dunquerque, con muchas menos bajas de las temidas, Churchill se dirigió al país a través de sus mensajes augurando lo que sería la trascendental confrontación en puertas: "Llegaremos hasta el final, lucharemos hasta el final, lucharemos en FRancia, lucharemos en los mares y los océanos, lucharemos en los cielos con creciente confianza y creciente fortaleza, lucharemos en los campos y en las calles, lucharemos en las colinas; no nos rendiremos nunca".

(...) En el 41 hizo un paralelismo entre la contienda en marcha y la vida escolar: "¡No os rindáis nunca! Ni en lo más pequeño, ni en lo enorme ni en lo insignificante. Nunca os rindáis excepto ante las convicciones del honor y del buen sentido...estudiad la Historia, toda clase de Historia porque sin la reflexión sobre el pasado, no será posible caminar en la dirección correcta".



Evidentemente, Churchill se refería a la Historia de las fuentes, pues los alumnos ingleses leían el latín y el griego. No se refería la Historia manipulada y manipulable que hoy podemos encontrar en muchos "historiadores de guardia" de tal o cual grupo mediático o de esta o aquella autonomía.

Les confieso que estuve a punto de conocer a Lluch en sus clases de la UAB, pues casi, casi, en esos años de incertidumbre de después de la carrera, subo a Barcelona con mi querido amigo Florestán (su apelativo y el mío sólo coinciden casualmente, pues mi apodo es posterior, aun que ello no es óbice para la broma al uso...). A través de él, sí que adquirí ciertos conocimientos del doctorado en Historia económica que allí cursaba (el mismo que yo pensaba hacer), y, entre otros grandísimos historiadores que habíamos estudiado y leído con fruición, destacaba Ernst Lluch así como sus charlas sobre el pensamiento económico, que, mi amigo calificaba de increíbles, una isla de humanismo entre, a veces, demasiado economicismo...nunca entendimos (si es que algún asesinato de ETA tiene explicación) el por qué de su muerte, pero nos dejó un poso de rencor ..., algo parecido a cuando mataron a Tómás y Valiente. Tampoco entendí aquel "dialoguen".



Respecto del entreguismo británico, hay una película de James Ivory, Lo que queda del día, donde queda reflejada esta actitud en el personaje de Lord Darlington (interpretado por James Fox). Hay en las peículas de Ivory un personaje entre patético y digno que siempre sale malparado por no saber dirigirse con sus titubeantes principios: Cecil en Una habitación con vistas...o el mismo Maurice. Y es que la posición de debilidad de la persona, ya sea sentimental, ideológica...o fruto de una existencia artificial, nos hace ser víctimas de nuestro propio constructo, como le ocurre a estos personajes de las películas de Ivory.

Volviendo a Churchill, no estábamos ante ningún belicista, incluso su responsabilidad en los sucesos de Gallipoli está siendo revisada. Son esas figuras que la Historia pone ante circunstancias que, a pesar de los barnices y los edulcorantes que se les/nos quieran dar, son lo que son. Bueno, algo así ha ocurrido en Estrasburgo, se nos ha recordado cuán necesario es llamar a las cosas por su nombre. Ni más, ni menos.

8 comentarios:

Bárbara Paraula dijo...

Me acuso de no tener ni idea de adonde quería ir a parar hasta que mencionó Estrasburgo... y en el camino me regalo un recuerdo de aquel señor del monóculo, Cecil, que entrañable, adoro ese relato.

Fidelio yo no le prometo no rendirme nunca en mi vida personal. A veces hay que dejar que ganen los demás. No todo podemos controlarlo y si queremos ganar siempre a toda costa podemos correr el riesgo de ser tremendamente manipuladores y crueles.

Pero no rendiremos el país a esos asesinos, llegaremos hasta el final.

Lo de estudiar historia es imprescindible pero manipulable, cierto. A mi me gusta la historia cuando se dejan de reyes, batallas, fronteras y dinastías y me la cuentan desde donde no la habia visto, centrandose por ejemplo en las relaciones comerciales o en aquellos que no parecían importantes.

De cualquier forma me acuso de no leer historia desde la universidad.

Tengo sobre mi mesa El Príncipe de Maquiavelo, y estoy a la de ya de substituirlo por los otros tres que me estoy leyendo, no es historia pero es antiguo. ¿qué me dice?, ¿me lo recomendaría?.

Fidelio en el bosque animado dijo...

Buenas noches, doña Bárbara!! Espero que el Misteri, esa joya, le haya aliviado de las contingencias morosistas!

Bueno, no me extraña que no supiera adónde quería llegar, pues de eso, precisamente, me acusaban muchos, sin falta de razón. Aquí, en la blog, pues eso, me dedico fundamentalmente a hacer y decir lo que me da la gana, con la venia (la paciencia) y la bondad de blogueros como vd!!

Permítame decirle que constato (si ejque soy un linceeee) que vd no ha estudiado la carrera de historia pero es de mi generación. Le digo por qué. En el insti nos acribillaron con tocomochos como la Historia de España de 3ºBUP, pedazo de libro aquel. Pero ya en la universidad, en los años ochenta-noventa, la cosa cambió, porque precisamente, se generalizaban en España los estudios en Historia económica, social, etc, etc, etc. Mis ínclitos profesores daban por supuesto que nosotros leíamos aquellas historias narrativas (dinastías, cronologías, etc) y los "listillos" como yo, hacíamos como que las leíamos y nos íbamos a la cantina. Así, se pasó en España de la lista de los reyes godos, a la historia de la familia, las trayectorias sociales y la prosopografía (por ejemplo). Pero bueno, a nuestra edad (aún jóvenes...) y pudiendo leer, fundamentalmente, lo que nos da la real gana, pues eso!

En cuando al Príncipe de Maquiavelo, no se preocupe, llevo más de diez años leyéndola y aún no me he podido hacer un juicio, y para colmo, cada vez me cae peor el Maquiavelo pelota este, si no fuera por su Historia de Florencia o los Discursos. Ahora acaba de editarse su correspondencia privada.
Aunque para heavymetal, la edición del Príncipe de la Austral, comentada por Napoleón: estrabia pura!! Creo que con esto contesto a su pregunta ¿no? De todos modos, la historia política, y sobre todo, la tratadística, me apasiona, pero ello no quiere decir que comparta lo que leo (suele ocurrir lo contrario...).

Y por último, lo de no rendirnos, lo he dicho con pleno conocimiento de causa, porque creo que la sociedad civil española (cuando exista) debería movilizarse un poco más... Un abrazo! Y muchas gracias por su comentario.

El rincón de Chiriveque dijo...

Hola Fidelio, a propósito de post.

Ernest Lluch, imagino que lo sabrás, perteneció al movimiento Elkarri y lo mataron de la forma más cruel (si es que puede haber una forma de hacerlo que no lo sea, pero en fin...).
Yo, desde luego, apoyo las palabras que dijo en el funeral o manifestación con motivo de su muerte la periodista Gemma Nierga: "ustedes que pueden, dialoguen, por favor".

Esto es un punto de vista personal, negar el diálgo es negar la solución.

De todas formas, respeto absolutamente a quien piense lo contrario.

Un abrazo, amigo.

Fidelio en el bosque animado dijo...

Buena noches Chiriveque! Sí, efectivamente, coincidimos en las líneas sobre Lluch, en especial en lo referente a su asesinato. ASí lo expreso en mi entrada. De todos modos, dentro del abanico que iría desde los que defendemos la aplicación al pie de la letra de la Ley de Partidos hasta, por ejemplo, Elkarri, hay una cosa que todos piden: el cese de la violencia. Es lo que muchas veces se argumentaba: no se puede dialogar con quien pone una pistola en la mesa...o vuela la T-4. Los hechos están ahí.

Yo me centraba además en el hecho de que Estrasburgo se haya pronunciado. NO se trata de pasar un cuestionario para que taches si condenas o no la violencia (que conste que yo pedía la ilegalización de Iniciativa Internacionalista por este hecho...hasta que estudié bien el texto de la Ley de Partidos y los tipos penales a los que remitía). No son opiniones, creo que hace falta una postura algo más profunda, y, sobre todo, centrar el problema. Podemos estar dialogando, negociando, contrastando puntos...pero ¿por qué no cesa la violencia? Un abrazo! Gracias por tu comenatario!

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Hola Fidelio, amigos.

De sobra conoces tú Fidelio mi punto de vista sobre este tema y sus derivados intelectuales. Y conoces mi postura en torno a la firmeza frente a la cesión a la tiranía de la violencia. Como conoces mi postura y ha resultado tan excelente (¡y poliédrica!) tu entrada, no voy a añadir nada realmente nuevo.

Destaco, no obstante, la emoción que me produce tu alusión (acertadísima, por supuesto) a la maravillosa "Remains of the day". Qué película tan soberbia. Qué reflexión sobre los límites de la existencia anulada bajo el peso de un rol; qué reflexión ética la del personaje que representa Hugh Grant (el sobrino Lord Darlington) cuando le confiesa a ¿Stevens? la ceguera de su tío (una buena persona) ante esos criminales de Berlín...

Una entrada excelente, una ves más, Fidelio.

Sobre Lluch, y lamento hablar así de una víctima del terrorismo etarra, debería hacerse una valoración completa de su posición sobre ETA (que, por supuesto era contraria) y sobre la atalaya de pretendida superioridad intelectual en la que se situaba cuando disutía con otros intelectuales que mantenían posturas diferentes sobre el tema del final de ETA (especialmente con Savater o Félix de Azúa, a los que simplemente les espetaba su ignorancia).

Fidelio en el bosque animado dijo...

Por desgracia, Rogelio, en España no hemos sabido centrar bien los problemas. Podemos hablar sobre qué significan muchos conflictos políticos, sociales, etc, pero con el terrorismo, sólo cabe una cosa. Siempre he pensado lo mismo, cuando se dejen de coñas como "alto el fuego permanente", joderrrrr! "alto el fuego", como si estuviéramos en guerra! Bueno, vamos a ver qué nos depara el futuro, yo me quedé algo pensativo cuando oí ayer que ZP y López coincidían al 100% en cuanto a ETA...bueno, será hasta que ZP diga otra cosa, como nos tiene acostumbrados.

En cuanto a tu comentario sobre Lo que queda del día, bueno, coincido contigo en el papelón de Hugh Grant. Por otro lado, uno llega a creer a veces que en España hay demasiados Lord Darlingtons...Un abrazo!!

Manuel dijo...

El deshonor comenzó en España. Una vil neutralidad que ni Hitler ni Mussolini ni Stalin respetaron, por supuesto.
No obstante, hay que comprender que se pasaron tres pueblos más allá de Versalles al imponer una paz vengativa que no hacía más que preparar el caldo de cultivo para el resentimiento alemán, italiano y soviético. Ese fue el momento para la diplomacia..., después fue demasiado tarde.
En cualquier, caso, ¿se puede dialogar con alguien que sólo quiere una excusa, por nimia que sea, para la guerra?
No voy a entrar en detalles, pero cierto grupo terrorista más que un movimiento es, desde hace ya mucho tiempo, una forma de vida y un negocio.
Te dediqué mi entrada de ayer y aún no te has dado por aludido.
Esta no te la perdono... Bueno, sí, un poquito.

Fidelio en el bosque animado dijo...

Mi querido Manuel!! Comenzando por el final, te mando un mail...recordándote mi mail (que pesadito el Wenceslao este!). Tal vez tengas razón, tal vez dejándoles el tinglado económico y quitándoles la capacidad de matar...no, estoy diciendo una tontería. Pero es verdad lo que dices, ya lo dijo la última viuda que han dejado estas alimañas.

También te doy la razón sobre dónde y cuándo comenzó la ignominia: España (para que luego digan que no pintamos en el panorama internacional). Ahora andamos discutiendo sobre cuándo empezó, si en 1936 o en 1931. Lo importante, como se ve, es no ponerse de acuerdo. Pero desde luego, tú y yo lo estamos. Un abrazo! Y gracias por tu visita...!