jueves, 18 de junio de 2009

Oh Freuden! Nicht diese Töne!



No me extraña que Schiller comenzara así su Oda a la Alegría. Alemania había soportado demasiadas guerras a lo largo de los siglos XVII y XVIII, por no hablar de las de religión. Es extraño que su nacionalismo fundacional le llevara a la Primera Guerra Mundial ¿belicismo en la patria de Beethoven, Kant, Schiller, Mendelssohn (el abuelo del compositor)? Pero así fue.
http://www.youtube.com/watch?v=HuyV9c1xVJU

La ribera del Rhin es rica en vinos excelentes, y en cuentos y leyendas populares que dejan entrever un poso que contiene históricas pugnas. El Perrito de Bretten nos contaba cómo un carnicero católico, le devuelve a un luterano la carne que había pedido. Aquí tenéis la traducción libéeeerrima (vamos, que he hecho más o menos lo que me ha dado la gana) del cuento que os traía ayer. Una traducción literal del francés no es tan correcta como pudiéramos pensar. Espero que voces más autorizadas me digan algo (no se ensañen, por favor). En fin, aquí está el Perrito de Bretten en español:

La historia del perrito de Bretten.

En el Palatinado, a orillas del Rhin, en la comarca de Kraichnau, se oye un refrán popular referido a la fidelidad mal recompensada: “te ocurrirá como al perrito de Bretten”. Debe de ser un refrán muy antiguo, pues lo podemos encontrar citado por Fischart.

En la villa de Bretten, vivía hace años un hombre que tenía un perro tan fiel que se le podía encargar toda clase de tareas, entre otras, ir al carnicero en busca de salchichas y viandas, con una nota dentro del cesto así como con el dinero.

Un día, este hombre, que era luterano, lo mandó a un carnicero, ¡que era católico!. Éste, que observaba con rigor el ayuno de los viernes, al ver el encargo, le cortó la cola al pobre perrito y la metió en el cesto con una nota que decía: “aquí está la carne que me has pedido”!!

El perrito, malherido y con su orgullo maltratado (pues no entendía nada), llegó fielmente ante su amo, se tendió en el suelo y murió. Todo el pueblo lloró su muerte. Por esta razón, la imagen esculpida de un perro sin cola fue colocada sobre la puerta de la villa de Bretten.




Es una historia muy triste, sobre todo para los que nos gustan los perros, pero no tenemos ninguno en el piso, porque sería quitarles libertad. Por otro lado, Fischart fue un polígrafo alemán. Aquí tenéis la referencia de Wikipedia, que está bastante bien http://en.wikipedia.org/wiki/Johann_Fischart.

8 comentarios:

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Es reconformtante encontrarse con la Oda a la Alegría (Oda a la Libertad, sin censura) de Schiller y la historia del perrito de Bretten, que no conocía.
Me quedo con tu recomendación de Fischar. Muchas gracias.

(Por cierto, me encantan los perros también. Y no tiene por qué perder la libertad por vivir en un piso; al menos em mi opinión).

UN fuerte abrazo.

Juanita dijo...

La verdad no me gusta hablar de perritos y menos si han resultado lastimados; hace unos meses yo tenía una mascota que vivía mejor que cualquier ser humano; un día escapó y no he vuelto a saber de él; espero esté bien donde sea su sitio ahora. Te mando un beso y un saludo muy fraterno; hasta luego.

Bárbara Paraula dijo...

Sí es triste sí.

Aunque no me parece un ejemplo de fidelidad mal pagado, si no un ejemplo de xenofobia, fiel reflejo de los odios que nos tenemos en Europa, por la religión, por los límites fronterizos, por la lengua, por el nivel de la administración donde se ocupan las competencias.... Hoy hemos tenido otro triste ejemplo.

Un abrazo Fidelio, y muchas gracias por dejar que te entienda.

El rincón de Chiriveque dijo...

Grandes Beethoven y Schiller.

Un abrazo.

Fidelio en el bosque animado dijo...

Mi querido Rogelio! Hoy, más que ningún otro día, hemos de recordar la Oda a la Libertad (que por cierto, así se cantó cuando Bernstein la dirigió tras la caída del Muro de Berlín). Si la libertad es un bien preciado, la vida lo es más aún. Desde los Tirios y Troyanos, andamos con excusas para quitarle la vida a nuestros semejantes. A veces el género humano...o ciertos especímenes del género humano...no merecen ni la categoría de seres vivos.

Me alegra que te interese esta especie de Menéndez Pelayo alemán. Lo del perrito tenía un poco de trampa (je, je, je). La libertad la pierde el dueño, que tiene que sacarlo a pasear (je, je, je). Un fuerte abrazo!!

Fidelio en el bosque animado dijo...

Querida Janys, da mucha pena perder un animalito que tienes como mascota. Hace tiempo se planteó en España un debate sobre los derechos de los simios, pues a determinadas especies se les quería dotar de ciertos derechos humanos. A mí me producen risa esas cosas, porque si ni siquiera se respetan los derechos de los animales ¿cómo vamos a empezar a debatir qué tratamiento se le daba a determinados simios? Pero bueno, ese es otro debate. Los animales son animales, es cierto, pero el trato que les damos parte de nosotros mismos, luego el maltrato animal no es, sino otro rasgo de la crueldad humana. Bueno, muchas gracias por tu comentario! Un fuerte abrazo compañera! Veo que has puesto la foto de tu concurso ganador. Enhorabuena!

Fidelio en el bosque animado dijo...

Buenas tardes, Bárbara! Gracias a tí por tu atención. Es un verdadero placer haceros llegar historias.

Respecto a Europa, son muchos los retos que tiene ante sí la sociedad europea, y, de momento, no los está encauzando demasiado bien.

Par mí, lo de hoy lo sitúo en la miseria humana. Hace muchos años, Muñoz Molina llamó a Arzallus "Ayatolah Carlista". No pudo acertar más de pleno. No hay medias tintas. Cuando dejen de matar, hablamos hasta del sexo de los ángeles, pero esto es intolerable! Y en cuanto a su relación con Europa...bueno, casi se nos cuelan en el Parlamento. Sin palabras. Un abrazo! y muchas gracias por tu visita. Por cierto, mis probremas son con el ordenador, no sé por qué, pero a veces me cuesta volcar un comentario en determinadas blogs...algún programilla que se me escapa...o algún duedecillo...

Fidelio en el bosque animado dijo...

Hola Chiriveque!! Grandes son también los poetas que nos has ido trayendo en tu blog. Yo creo que hay determinadas figuras que dejan de pertenecer a un pueblo para hacerse patrimonio de la HUmanidad. NO sé, quizás digo una barbaridad, pero uno oye hoy la Oda a la Alegría (a la libertad, como dice Rogelio) y va más allá de las culturas europeas. Es una música y una letra universal. Un abrazo!!