viernes, 24 de abril de 2009

El patio de delante...y el de atrás (pequeño batiburrillo sobre el mundo...el diablo y la carne lo dejamos para otro día).


Mi querida profesora de Mundo contemporáneo era (y es) marxista militante...y sobre todo feminista. A pesar de su militancia, me enseñó a contrastar las fuentes y los discursos historiográficos. Sé que no le gustó demasiado la posición ideológica en mi trabajo sobre el Sureste asiático, pero lo respetó, a sabiendas de lo muchísimo que yo la respetaba (y la respeto).

En una ocasión, hablábamos de las dictaduras iberoamericanas a propósito de un excelente y exhaustivo libro de Jorge Castañeda, que no dejaré de recomendar aunque ya tenga algunos años (La utopía desarmada). En mi ímpetu estudiantil, le dije que menuda sarta de h... de p... había entre los ejércitos de ciertos países, a lo que ella respondió con otra frase de cierto político: sí, pero son nuestros h... de p...


Si ya de por sí la historia de los conflictos posteriores a la Segunda Guerra Mundial me parecía dífícil de digerir y de explicar, después de aquello, mis dudas aumentaron exponencialmente. Y es que, como regla general, da igual que tomemos partido, porque ya estamos alineados.

No quiero con esto dar muestras de ese cinismo excéptico que uso cuando no tengo ganas de discutir. Lo que quiero decir es que, en determinados momentos de la historia, los héroes y los villanos son muy difíciles de identificar...y de juzgar.


En los años cincuenta, una de las primeras intervenciones estadounidenses en Centroamérica tuvo lugar en defensa de los intereses de la United Fruits. En aquella ocasión se hizo uso de las llamadas operaciones encubiertas (juegos de niños en comparación con lo que ahora se ve por ahí), orquestadas, nada menos, que por el entonces presidente de los EEUU, D. Eisenhower!, (al que la CIA informaba de todo) que, durante aquellos días...se encontraba de pesca. Eisenhower había sido el salvador de Europa...occidental. Tuvo que pactar con Stalin la división de Europa, y ahora aplicaba esta expeditiva profilaxis sobre lo que desde hacía tiempo se consideraba "el patio de atrás" ¿qué juicio histórico hay que aplicarle a IKE?


Años después, tras el desastre de Dien Bien Phu (Indochina francesa), EEUU comenzó a enviar consejeros militares a un lugar que Francia había abandonado a lo que, por entonces se conocía como comunismo. Kennedy fue uno de los presidentes que más contribuyó al aumento de tropas en lo que ya era Vietnam...y fue Nixon, sí, sí, el mentiroso, el que comenzó la retirada de las tropas (si bien Camboya fue uno de los más sonados errores de su brillante Kissinger) y el que normalizó las tensas relaciones con una Francia que había abandonado la OTAN y con China, sí, sí, la China comunista de Mao.


En África, ya en los noventa, la enésima guerra entre Etiopía y Eritrea era cubierta por el gran Pérez Reverte, que nos contaba cómo la aviación castrista (sí, sí, de Cuba) masacraba a los eritreos. Décadas antes, el maoísmo hacía estragos en Angola y mucho antes en Mozambique. Algo más al norte, Israel intentaba hacerse un hueco en una zona estratégica que Francia y el Reino Unido habían, sencillamente, abandonado a su suerte. ¿Quién ocupó ese vacío? Pues paulatinamente, Estados Unidos, con su cada vez mayor y decisivo apoyo a Israel, y Siria, decididamente apoyada por la entonces URSS, que tampoco impidió coquetear con ella a Nasser.


Lo que más me llama la atención es que el período que conocemos como Coexistencia Pacífica, aquel en que aparecían los amistosos gestos entre Jruschev y Kennedy, son los años del Muro de Berlín (podríamos afirmar que Willy Brandt salvó al Berlín occidental de la indiferencia de muchos), de la Primavera de Praga...


Y llegamos a los ochenta. En España, ya estamos en democracia. Y el primer -y necesario- gobierno socialista, va y nos mete en la OTAN. La pregunta que yo, adolescente, me hacía entonces es, ¿con quién nos vamos a alinear, con los no Alineados (recua de dictaduras y cleptocracias)? Los ochenta fueron años bastante duros. Sobre todo para los países centro y suramericanos. Por otro lado, muy poca gente sabe de la presencia de exiliados nazis en el cono sur de América desde los años cincuenta. Gentes que pasaron a ser asesores de cuadros del ejército y la policía (algunos de los cuales se identificaban en tre la Triple A). Estaban también las matanzas de campesinos en El Salvador, Colombia, y un largo y doloroso etcétera.


Cae el Muro de Berlín, y creyendo que se había llegado al final de la Historia, se desata una euforia bastante efímera porque afloró el perenne avispero de los Balcanes. Una inoperante UE, y una no menos inoperante ONU, permitió un genocidio en toda regla. Hay una serie de documentales de la BBC realmente estremecedora: La muerte de Yugoslavia, altamente recomendable. En uno de los capítulos, un piloto de la OTAN que realiza un vuelo disuasorio avisa del enésimo bombardeo sobre Sarajevo. Pide permiso para disparar. Ningún mando se hace responsable de firmar la orden. Ningún responsable político de la ONU se hace responsable...el piloto regresa. Sarajevo siguen soportando el bombardeo. Hasta que llega Clinton y sus neoconservadores (sí, sí, muchos ex asesores de Reagan) y decide bombardear Belgrado. El resto ya lo conocemos.


Aquí en España, el antiamericanismo, que arranca, nada menos, de la Guerra de Cuba, sigue insistiendo en que EEUU es el responsable de todos los males que aquejan a este mundo. Por eso se celebra con tanta algarabía la llegada de líderes como Chávez o Evo Morales (Lula ya resulta demasiado moderado). Cuántas fiestas pro Cuba recuerda uno cuando ve que un cirujano de aquella isla tan bella no tiene ni para comprarse otro par de zapatos. Lo sangrante no es que todos tengamos un par de zapatos, lo realmente nauseabundo es que nos lo digan personas que se pasean en Mercedes. Por fin Obama ha tenido un gesto con Cuba. No íbamos por buen camino con el embargo. No íbamos por buen camino enemistándonos con Fidel. Cuando el Papa y el Rey (dos viejos zorros) hablaban con Fidel, ¿cómo íbamos los roedores a enemistarnos con otro viejo zorro? Los gestos de Obama, mi admirado Barak Obama, de la cumbre de las Américas han estado muy medidos. También habían los demás "a ver qué pasaba". Sin embargo, el presidente de EEUU juega con desventaja. Algunos de los vecinos del que, ya no, es su patio de atrás, gozan de una delirante incontinencia verbal, que los convierte en peligrosos. Este privilegio no puede ser usado por el líder del mundo libre (sí, nosotros). Hemos movido los peones del tablero, pero las piezas de peso no se han movido aún.


En los noventa, otra vez hacia atrás, una guerra civil en Asia central que se liberaba de la tutela soviético-rusa. Otra guerra civil en el Cáucaso. La independencia de las repúblicas bálticas, conseguida a base de formar cadenas humanas y hacer guardia con escopetas de caza en el Parlamento. Bush padre ordenaba atacar Iraq, con permiso de la ONU y apoyo de la OTAN. Clinton, volvió a bombardear (entre tanto Sadam había gaseado a la población del norte)...


Todo esto, para llegar al once de septiempre de 2001. Dejando Córdoba, nos enteramos de que "una avioneta ha chocado contra un edificio en Nueva York"...qué distinto fue lo que supimos después. Así, hasta la foto de las Azores.

Después de seis años, sigue sorprendiéndome la seguridad con que muchas personas afirman que hay que llevar al TPI a los tres mandatarios. La vehemencia de sus argumentos. Lo tajante de sus afirmaciones, y, en cierto modo, el maniqueísmo del que hacen gala: las armas de destrucción masiva no existían (hecho cierto y comprobado); se mintió a la opinión pública (hecho cierto y comprobado), no hubo resolución de la ONU, del Consejo de Seguridad integrado por Francia, China, Rusia y dos de los de la foto (hecho cierto y comprobado); no había, por tanto casus belli, ni cierto, ni mucho menos comprobado. En los años que nos ocupan, gran parte de la población de Corea del Norte murió de hambre. En los años que nos ocupan, los conflictos de la Cuenca del Congo no se podían dar, ni muchísimo menos, por finalizados. En los años que nos ocupan, nadie se manifestó contra esto.


A mí me da igual que se abran causas contra este o contra aquel, estuviera o no en la foto. Como seguidor de santo Tomás Moro, la justicia es la misma para todos los hombres, sea el rey de Inglaterra o el barquero que intentó sobornarme. Desde el Papa, hasta el último lirón (es decir, yo mismo). Lo que no me da igual es que exista un doble rasero en función de los anhelos, las apetencias y las fobias de este o aquel sector de opinión. Una brújula que sólo señala donde a nosotros nos interesa, tiene el imán trucado.


12 comentarios:

García Francés dijo...

Estimado, D. Fidelio, excelente y definitiva entrada geopolítica.

Le invito a que, si le apetece, enlace en mi blog las entradas que usted considere especialmente interesantes.

Es decir, copiar el primer párrafo y poner un enlace para que los visitantes puedan acceder fácilmente de un blog al otro.

Un saludo, amigo.

Fidelio en el bosque animado dijo...

Muchas y abrumadas gracias, d. Alfredo! Me parece una idea fantástica.

Es un buen cauce este universo bloguero. Le quedo muy agradecido y en adelante, considérese vd. en su casa.

Un muy cordial saludo!!

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Me uno, Fidelio, a elogio que te dedica nuestro común amigo, Don Alfredo.

Entradas como la tuya, con idependencia de la extraordinaria capacidad de síntesis y relación que denota sobre temas diversos, aunque interrelacionados, suponen una posición eminentemente crítica, muy por encima del vocerío partidista que sólo miran a Cuba o a la "foto de las Azores".

Un abrazo.

Fidelio en el bosque animado dijo...

Hola Rogelio!! Nadie podría haberlo resumido mejor, como tú dices al final de tu comentario. Y es que ha habido demasiadas campañas aprovechando el marchamo de la política exterior. A lo largo de una de las legislaturas de Aznar hubo dos gestos muy claros, dos grandísimos errores de lo que estamos hablando. La posición española con Cuba con las declaraciones explícitas de Aznar sobre el réguimen de Castro. No había ninguna necesidad de ello pues la UE tomaba una postura firme, pero el hecho de que en el Caribe tengan el gatillo fácil a la hora de hablar, no quiere decir que nosotros no mantengamos la misma línea diplomática, lo que no es óbice para que sea de fuerza. Luego estuvo el gesto de ZP al no levantarse cuando pasana la bandera de EEUU.

Creo que en España la diplomacia, al menos en la Presidencia, brilla por su ausencia. Quizás con el Reino UNido y con Marruecos hemos aprendido una relación de gestos (más con el primero que con el segundo) con un telón de fondo: buenas relaciones, pero Gibraltar será siempre nuestra reclamación.

No sé, quizás estoy equivocado, pero creo que la política de un país no se construye a partir de las apetencias de sus líderes. Los acuerdos están por encima de las declaraciones de sus líderes. Sin embargo, a la gente de la calle se nos moviliza para lo contrario.

Muchas gracias por tu entrada, como siempre, poniendo las cosas en su sitio con dos líneas. Un abrazo!!

Mike dijo...

Muchísimas gracias por visitar mi blog y por tus amables comentarios!

Acabo de apuntarme a tus seguidores, solo con leer el primer artículo. Avísamen si quieres que te añada a mi blogroll.

Un saludo y gracias de nuevo!

Fidelio en el bosque animado dijo...

Hola Mike! Gracias a tí por tu pronta respuesta! Reproduciré este comentario en tu blog. Estoy encantado de tu propuesta, y te hago la misma pregunta. Muchas gracias!!

Juanita dijo...

Fidelio; estimado amigo, muy interesante tu entrada en torno a gobiernos y cuestiones políticas y filosóficas; sin duda las formas de gobierno, aunque no se reconozca, son impuestas por un alto poder así que nosotros, los débiles mortales tenemos que hacer "de tripas corazón" y muchas veces aceptarlo; déjame diferir un poco contigo, la historia no está ahí para juzgarse ni para tomar partido; esta ciencia nos permite conocer algunos hechos de nuestra experiencia individual y colectiva para entender las consecuencias, es decir, nuestra forma de vida actual. Te mando un beso, hasta luego.

Fidelio en el bosque animado dijo...

Hola Janys! Me alegra leerte!!

Yo también he sido escéptico a propósito de la máxima "Historia maestra de la vida". Como tú bien señalas, a partir de las consecuencias de las consecuencias de los actos del hombre, podemos extraer conclusiones, pero es difícil juzgar el pasado (aunque no imposible, o necesario en algunos momentos, siempre para beneficio nuestro). Aunque tienes parte de razón, me rebelo ante el hecho de que los gobernados no podamos tener iniciativas. Claro, esto pasa por la existencia de una sociedad civil con las mínimas garantías, cosa que, a veces, no se logra.

En fin. Muchas gracias por tu comentario y por tus matices. Por cierto, yo soy de los que piensa que la historia es una ciencia...humana...demasiado humana...y como tal, impredecible. Un abrazo!!

Manuel dijo...

La historia no es ni lineal ni circular. Todo tiende a repetirse, pero en un nivel distinto y, seguramente, más peligroso. El siglo XX fue el más devastador de la historia... No éramos peores que nuestros antepasados, sólo estábamos mejor armados. Un gran desarrollo de la ciencia, un mísero estancamiento de la conciencia... Monos sanguinarios con misiles nucleares, mala combinación.
Un abrazo, profe.

Fidelio en el bosque animado dijo...

Querido Manuel, me suena al final de una de las secuelas del Planeta de los simios...Tienes toda la razón, pues comparativamente, el siglo XX, en relación a lo que se supone se había logrado...y lo en realidad se hizo, fue devastador.

Tengo información de la traducción de Tolstoi, aunque aún no tengo el título. Un abrazo. ¿Te recuerdo mi mail...?

Mike dijo...

Ya estás añadido al blogroll. Pasaré a menudo por aquí. Saludos!!!

Muñeca de Trapo dijo...

Hola Fidelio, una entrada realmente magnifica, especial para aclarar muchos de mis conceptos. Tu narrativa critica, hace un resumido y muy interesante "paseo" por la historia de estos últimos años.
Gracias por compartirla con nosotros.
Una vez mas, pienso que solo somos peones que nos manejan, políticamente hablando, a su antojo.

Un abrazo.