miércoles, 11 de febrero de 2009

Todas las mañanas del mundo...son amaneceres sin retorno. Dedicado a los Cuatro de Riga.


Esta frase que a muchos nos estremece, pertenece a una película bellísima pero también bastante dura, sobre la relación entre Monsieur de St Colombe y Marain Marais, así como las hijas del primero. Pintura y cine se dan la mano. Los encuadres de Barry Lyndon y la pintura inglesa de Josua Reynolds, Gainsborouth... los interiores de Tous les matins du monde y Georges Latour...mi favorito, si me permitís, es Viejo tañedor de zanfona. Bellísimo!

Pero para muchos universitarios de España, esta película fue mucho más. Fue el descubrimienro de Jordi Savall, de la viola da gamba y de Port Royal, todo junto.

Esta es la historia de cuatro universitarios que tuvieron la suerte de vivir en Murcia durante la primavera de 1993 a 1994. No sólo en Sevilla huele a azahar.

Todas las mañanas del mundo fueron también las de días recibidos con resaca de arte moderno. Nuestro ínclito profesor cordobés, Il Riva, nos daba la dosis diaria: Fra Angelico, Masaccio, Pinturicchio, Botticelli, Piero...después llegaba el diablo de la geografía regional, y todos gritábamos a coro "el diablo al que renuncio eres tú, Bernardo Guy", y nos íbamos a desvariar sobre el césped de la Biblioteca (la puerta de la misma, entiéndase).

Otras visitas al desvarío (bautizado como strabia por un servidor) tenían lugar en la biblioteca de filolofía románica, donde la abundante literatura medieval nos daba acceso a las historias de brujería y adoración al diablo, Belcebú, Luzbel, Lucifer o Satanás, según los días, como reflejaban aquellos escribanos notarios en los autos inquisitoriales. Por no hablar del manual del verdugo, cuyo primer paso era mostrar los instrumentos de tortura...antes de explicar qué iba a hacer con cada uno de ellos. También viajábamos a la microhistoria de la mano de Carlo Ginzbur y la strabia del povvero Menocchio. Y es que la Historia, el Arte, la Geografía, aún no habían pasado por el tamiz del Nuevo Plan de Estudios que los directores de programas y proyectos de investigación estaban planeando mientras nosotros disfrutábamos aprendiendo.

Todas las mañanas del mundo visitábamos la Biblioteca Antonio Nebrija buscando los textos que Micer Juan (uno de los profesores más honestos que hemos tenido) nos proponía. Al final acabábamos leyendo la correspondencia entre Felipe II y sus hijas, donde les contaba apenado que una de sus bufonas bebía demasiado, y que a veces amenazaba con matarlo (¡¡Felipe, te voy a matar!!, dramatizábamos). Discutíamos acaloradamente si "al menos en siete ocasiones" se citaba tal o cual frase en alguna fuente apócrifa.

Todas las mañanas del mundo le sacábamos punta a la correspondencia entre Marx y Vera Zasulich así como a las crisis nerviosas del primero. Al final acabábamos discutiendo si el hombre tendía a la propiedad privada o, por el contrario, a la comunal. Claro que esta última reflexión tuvo una dosis de alcohol de por medio. Luego pasábamos al Despotismo ilustrado, y aquí entraba el doctor subtilis y sus precisiones terminológicas, al igual que con el Antiguo Régimen, expresión acuñada a posteriori (como toda la historia que aprendemos).



Por desgracia, y evidentemente para muchos, todas las mañanas del mundo son amaneceres sin retorno. Perogrullada que algunos, con la nostalgia a flor de piel, odiamos a veces, aceptamos casi siempre. Pero sirva este pequeño homenaje a todos aquellos universitarios que no sólo pensaron en hacer botellón y tomar viagra, sino que además de beber brandy y cerveza, desvariaban discutiendo sobre si David Ricardo era o no el Diablo, sobre si Olivares le echó un par, pero lo echaron a él, o sobre si el adjetivo más utilizable en los cuadros de Barroco y Renacimiento es: bellísimo!!! Queridos Rafa, Antonio Gambín y Antonio López, una vez más, fuera mantos y a desayunar en el castillo!



Ilustraremos estos desvaríos con algunos hiperenlaces. El conventículo de músicos de Versalles queda ampliamente ilustrado en estas escenas http://www.youtube.com/watch?v=grbq6AoquhI&feature=related, http://www.youtube.com/watch?v=qypyCKt7i_Q&feature=related.

El desayuno en el castillo, con cuatro botellas de champán y siete capones es un diálogo de otra película http://www.youtube.com/watch?v=l0L-bhQqwgU&feature=related, http://www.youtube.com/watch?v=2Wg5fMz5yEI&feature=related

El manto es un concepto más escatológico que puede tener un ejemplo en los siguientes: http://www.youtube.com/watch?v=lwju2ATHh9U&feature=related, http://www.youtube.com/watch?v=rjCyZ2P9bCA



Pido disculpas a los lectores por esta pequeña licencia nostálgica, pero tras la reflexión sobre el Plan Bolonia afloran los recuerdos universitarios. Tan inconscientes, tan a flor de piel, tan aparentemente auténticos...compréndase después de esta entrada cuando menos singular, que todas las mañanas del mundo sean amaneceres sin retorno...

5 comentarios:

J. Rogelio Rodríguez dijo...

La entrada es preciosa. Y, aunque parezca mentira, coincidimos una vez más; no tanto por nuestro amor a Pascal Quignard o a Jordi Savall o al Grand Siecle como por que hoy también yo tenía programada una entrada sobre la película... Bueno, tú la has utilizado como pretexto, para desarrollar tus recuerdos universitarios: en Riga, nada más u nada menos; la patria de Nicilai Hartmann, entre otros.

Sabía que esta película fue para ti el punto de paretida del descubrimiento de la viola da gamba (concretamente, de la Basse de Viol a sept cordes). Yo la había descubierto un poco antes, no mucho antes. Imagínate el impacto para mí de ver cómo algio tan minoritario como el infinito universo barroco de cámara de los Maraias, Sainte Colombe, De Machy, F. Couperin,... se convertía por unos días en éxito masivo en la gran pantalla.

Bueno, dentro de unas horas continuaré yo con el tema, en mi blog... a ver si me inspiro.

UN fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Hola Rogelio! Te echaba de menos! Por cierto, Riga es una metáfora que ya explicaré en otra entrada. el día que el cuarteto viaje a Riga de verdad nos dará un infarto en el ojo!!!
Gracias! Me alegro de que te haya gustado la entrada, sobre todo por el hecho de ser un-tanto-demasiada autobiográfica, pero bueno, Bolonia, Marais...
Efectivamente, bien matizado lo de la viola de St Colombe.
No puedo dejar de sorprenderme por la coincidencia. Máxime por el hecho de que, habida cuenta de los comentarios que hemos hecho sobre música, no había habido aún entradas de la misma. Espero impaciente tu próxima entrada.
No he leído el libro de Süskind que refieres, pero detecto un aire kafkiano, incluso neblino (Unamuno) en tu comentario (igual me equivoco).
Ah! y no quería olvidar pedirte absoluta sinceridad a propósito de mis enlaces musicales, habida cuenta de tu prevención con los divos (estuve a punto de meter a la Schwartzkopf con un lied de Schubert, pero, con sinceridad, no me gustó). Son, como diría Rossini, pecados de vejez (más bien lo primer, para lo segundo me faltan algunos años).
Gracias, y un fuerte abrazo!

Antonio Gambín dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

LEO CON PROFUNDA EMOCIÓN EL RÁPIDO REPASO A LOS AÑOS DE RIGA. EMULANDO A MASTROIANI, "MI RICORDO ..." A BARÓN, EL PERRO "GUARDÍAN" DE LA UNIVERSIDAD. RECUERDO A BÁRBARA (BÁRBARANAH!). RECUERDO LA "HISTORIA DE MERLIN" Y LA FRASE "UN VIEJO DIABLO TOMÓ LA PALABRA ...". RECUERDO AL ROJAS DICIENDO: "EL COMUNISMO NO HAY, NO ES LO QUE HAY". RECUERDO AL PINTOR HOLANDES GRÜNEWALD (PRONUNCIESE "GRUN-GALH"). RECUERDO A RAFA DANDO GOLPES DE CRESTA ESCUCHANDO LOS ARREGLOS DE CUERDA DE GEORGE MARTIN PARA "STRAWBERRY FIELDS FOREVER". "MY NO HOMO LITERATUS. PEQUÉ, MA SENZA MALIZIA ..." A.G.

Anónimo dijo...

Veramente caro A. G., mi riscordo anchio Barbara (chi sembra una leona, come la profesoressa di mathematiche). Adesso, il grande cane, Barone, sempre vigilante. Il Maestro Grungüalda e lo Stramberry fields per sempre. Il Rojas, laquehay e luquehay!! Anni lontani ma prossimo il cuore.
Un abrazo!!!!