
Estoy esperando que en el canal cultura.es, dejen de repetir documentales sobre la revuelta permanente, la resistencia, etc, etc, etc; que dejen de repetir series como Chicas de hoy en día o La mujer de tu vida. Con todo respeto para quienes gusten de tales programas. Estoy esperando, digo, a que repongan aquel episodio de la serie El arte de vivir, sobre Juan Sebastián Bach..
En fin, la esperanza es lo último que se pierde.
Siempre me ha llamado la atención la facilidad con que los templos católicos, dejaban escuchar (afortunadamente) por sus altavoces los corales luteranos de la Pasión según san Mateo, durante la Semana Santa mientras esperabas a que empezaran los Oficios (bueno, la verdad sea dicha, cuando era pequeño, a lo que esperaba es ¡a que terminaran!!!). Estudiamos en el colegio las encarnizadas guerras de religión. Recuerden aquellas fotos del tema que seguía al renacimiento, con los cuadros de Lutero, Calvino y Carlos V en Mühlberg. Siempre el mismo orden: Humanismo y Renacimiento. Reforma y Contrarreforma. Y ahora, en la Semana Santa, coral luterano!
Bueno, salvando esta broma, es lógico que la música de Bach sirva de evocación y recogimiento para cualquier confesión, para cualquier momento y para cualquier persona.
Cuando pienso en La Pasión según san Mateo, pienso en aquellos tres discos del sello Belter que llevaban un grabado de Durero (el Prendimiento). También recuerdo una de las veces que la oí en directo, en el Teatro Romea de Murcia. Allí tuve la ocasión de conocer a don Antonio Fernández Cid. Crítico musical del ABC durante muchísimos años y maestro del saber escribir y saber criticar (que es muy difícil, creo). Aquella tarde, el tenor que cantaba los recitativos se llevó los mayores aplausos...pero es que lo hizo muy bien!!
Luego están las versiones. Yo estoy buscando una que emitió Televisión Española (sí, sí, TVE) hará unos veinte años. No creo que la encuentre, de modo que el vídeo en que la conservo, lo he copiado al DVD unas diez o doce veces. Los coros están perfectamente distribuidos en una iglesia otoniana, de manera que el marco tuvo que ser...pues eso, incomparable.
Cuesta muchísimo elegir pasajes. Uno de los que tendría que citar es el que me descubrió mi amigo Jose María Vicente (gran director de orquesta y, probablemente dentro de unos años, gradísimo director de ópera por méritos propios...). Se trata del pasaje de la negación de Pedro, cuyo recitativo culmina con el aria Erbarme dich (pero oigan el recitativo ¿vale?).
Mucho me llama la atención la manía de los melómanos por los tempi. Richter, muy lento. Karajan (¿cuál de ellas?), rápido y con la Filarmónica en pleno. O las voces. Anton Dermota, ¡divino!, Fischer-Dieskau...Walter Berry, Hans Hotter...und so weite, und so weite, und so weite... No es que yo entienda mucho, pero todo eso suele dar un poco igual.
Mis shocks particulares con esta magna obra son dos. El principio de la película El talento de Mr Ripley, se acompaña, nada menos, que con el aria final Mache dich mein Herzen rein!! Pero el más fuerte es el del principio de Casino (sí, sí, la del gran Martin Scorsesse), con el coro final Wir stezen uns...!! En fin, será por lo escatológico...
Por último, los que prefieren la Pasion según san Juan, entre los que no me cuento. Aunque es una obra que está a la altura de la Pasión según san Mateo... según veo yo, pues, como habrán imaginado, esto del ranking no lo practico demasiado aunque defienda el canon alla Haroldo Blumma. Mañana más.