martes, 8 de septiembre de 2009

Estupideces del mes de septiembre



Septiembre es el mes de la Segunda Guerra Mundial y de la Mostra de Venecia. Allí, Kuroshava ganó un león de oro por Rashomon, película que recomiendo a todo aquel que crea que una sola versión de un hecho es la verdadera. Pero esa es otra historia. Allí ha estado Hugo Chávez. ¡Menudo personaje! Lo de personaje es porque, nada menos que Oliver Stone le ha hecho una película, a él y a los Kirchner, a Morales y (probablemente por desgracia para él) a Lula da Silva.

He de decir que me gustan muchísimo algunas películas del cineasta de la cienciología. JFK por el ejercicio de imaginación, fundada o no. Nixon por su audaz propuesta biográfica e introspectiva, y Platoon, como película sobre la guerra de Vietnam. Esto, evidentemente, es un punto de vista personal, ni siquiera de cinéfilo.

Stone ya había hecho Comandante y otro filme sobre Arafat, donde salía el entonces mediador de la UE a propuesta de España…un tal Moratinos. ¡Ah! sí, ese que después acusó a Aznar de colaborar en la intentona de golpe de estado contra Hugo (Boss) Chávez. Si lo hubiera nombrado ministro de AAEE (lean el libro que sacó Chencho –con todo respeto- Arias hace unos años), otro gallo (más bien capón) nos hubiera cantado.

Bueno ¿y dónde entra la IIGM? La clave está en Mahmud Ahmadineyah, amigo de Chávez (¡le va a vender gasoliiiiiina!) y negacionista. Como David Irving, al que entrevistó El Mundo la semana pasada. Se apresuró Moratinos (el chivato de Chavez y exmediador de la UE para Oriente Próximo) a censurar el hecho. Muy Bien! Gibraltar Español, Miguel Ángel! Pero no censuras a Oliver Stone…por razones obvias.

Seguimos. La clave está en el negacionismo como impostura, que dirían los franceses. Y es que David comete una serie de falacias lógicas bastante evidentes, pero no por ello menos efectivas. Veámoslas.

Churchill (los aliados) conocía las atrocidades nazis y los campos de exterminio. Ergo ¿es cómplice? ¿las aprobó? ¿hay que meterlo en el mismo saco que a Hitler y sus secuaces? ¿hacer o pretender hacer igual de malos a los aliados justifica la masacre? Para combatir a las hienas, a veces, hay que actuar como tal. Pero el juicio histórico no puede meter en el mismo saco a ambos bandos, por mucho que polemicemos por el interés o no de EEUU por entrar en guerra, etc, etc. No se puede poner todo al mismo nivel, señores. Cuando Hannah Arendt escribió sobre la banalidad del mal, el referente estaba muy claro. Parece que hoy no lo está porque la estupidez y la malicia campan a sus anchas sin que nadie se atreva a ponerles freno. Parece como si nadie se atreviera a decir, no, este argumento no puede admitirse.

Himmler ocultaba a Hitler los planes de exterminio de millones de judíos. Hombre! Basta con leer Mein Kampf con no demasiada atención para no creerlo. No nos lo creemos.

Auschwitz no era un campo de exterminio, era un campo donde moría gente. Esta frase es realmente maliciosa. Es el viejo argumento de no murieron seis millones…se ha exagerado mucho… ¿tan importante es la cifra? ¿tantos miles de personas mintieron en sus testimonios? Hay un libro ya antiguo titulado Triángulo azul. Españoles en Mathaussen, publicado por Ediciones de bolsillo (Península) allá por los años ochenta, donde se narran las experiencias de algunos españoles…mucho antes de que empezara la moda de los documentales. Hay en Israel, miles de supervivientes de los campos de exterminio para los que esa afirmación es, no ya un insulto, sino un golpe tan fuerte (si no más) como el de negar a una víctima del terrorismo que lo sea (hemos vivido en España momentos parecidos…). Aunque hubieran sido veinte, Mr. Irving.

Había una conspiración sionista que llevó al poder a Churchill y desplazó a Chamberlain que era un hombre de paz. (Como Otegui, bueno, esto último es una coletilla mía y se me puede censurar). Parece mentira que este tío se llame historiador. Como ha leído la correspondencia y los escritos de Churchill….¡Claro! Uno puede leer la correspondencia y los escritos de Hitler y escribir, como única conclusión, que era un amante del arte y un filántropo apasionado por la idea de Europa…todo está en utilizar las fuentes de forma sesgada. ¿La declaración Balfour es el ápice de una conspiración sionista? Se atribuye a Goebels…pero fue Lenin (la verdad es que da igual) quien dijo que una mentira repetida muchas veces se convierte en verdad.

El negacionismo ha constituido así, de paso, otro argumento para revisar la historia de EEUU y Europa y cargar contra ella para, así inventar excusas para todo tipo de terrorismo. Como lucha contra Occidente…aparece así la famosa (e igualmente deleznable) teoría de la guerra asimétrica, o, lo que es lo mismo, la pseudojustificación del 11-s, etc, etc, etc. Si es que es todo lo mismo. Como Rumsfield inventó la doctrina de la guerra preventiva…pues todo lo demás está justificado.

Y así, otra vez Chávez y Ahmadineyah. Hay una postura de filoyihadismo en todos estos caudillos populistas que aparece muy bien desgranada en la última obra de Gustavo de Arístegui, Contra Occidente. Todo viene de lo mismo: el antiamericanismo y estar en contra del Estado de Israel. Volvemos así al mundo de las falacias lógicas, o lo que es lo mismo, del engaño sectáreo. ¿El juicio histórico de la masacre de las falanges cristianas, permitida por Sharon en el Líbano justifica la no existencia –de raíz- del estado de Israel? ¿La política de patio de atrás que en su momento llevó a cabo EEUU en Centroamérica y cono sur justifica alinearse con países como Irán?

Terminamos volviendo a Oliver Stone. ¿Las estupideces que –según tú, Oliver (y Benji)- publica la prensa americana sobre Chávez, justifican una empatía (y una simpatía) trasladada al cine? Que una parte de la sociedad americana sea de una manera que no nos guste no es argumento para eximir a Hugo (Boss) Chávez del título de aspirante a dictador perpetuado en el poder. Hay otras maneras de criticar a tu país, maneras que, por cierto, arbitra el propio sistema democrático de países que no censuran medios de comunicación (como en Venezuela), no llenan sus cárceles de presos políticos (como Cuba) o no se enriquecen a costa de un trasnochado populismo (como los Kirchner). Aunque en ellos exista la corrupción y los comportamientos autoritarios, entre otros fallos del sistema, existen mecanismos para contrarrestarlos, porque son democracias. A modo de anécdota, en la puerta de la Casa Blanca hay una especie de tenderete montado, que no es otra cosa que un señora (dicen que gallega) con una tienda de campaña en una contínua protesta contra la guerra. Yo mismo tuve ocasión de leer en pleno Harvard (de turista, claro) toda una ristra de carteles-protesta contra los entonces halcones de Washington. ¿Podría hacer esto en Caracas? ¿Estas son las estupideces que publican los periódicos estadounidenses?

He mezclado muchas cosas en esta entrada. Probablemente he fallado en los nexos porque el motivo conductor ha estado latente pero, es posible, falto de ser más explícito: la estupidez de Occidente, que se pliega ante argumentos falaces que pretenden ocultar hechos vergonzosos. Por eso, estos últimos años hemos asistido a un revisionismo estúpido de Occidente, cómplice de unos pseudoargumentos intolerables como el negacionismo. Señores, no tiene nada que ver que censuremos ciertas actuaciones de Israel con cargar contra su propia existencia, puesto que, aunque no existieran tales reproches, muchos seguirían cargando contra él. Igual ocurre con EEUU. La sociedad estadounidense es tan compleja como llamativa, hasta el punto de que allí mismo te espetan, por ejemplo, que Nueva York ni tiene nada que ver con el resto del país. Pero otra cosa es ver en España, pancartas que comparan a Bush con Hitler. Exprésese usted, pero no se queje si le llamamos pobre estúpido aquellos que desaprobamos muchas de las políticas de Occidente, pero no dialogamos con aquellos que quieren destruirlo.

6 comentarios:

Alawen dijo...

Oliver Stone tiene sus cosas buenas, como director, claro, como bien dices, y luego tiene esa faceta pijiprogre que hace que se te quiten hasta las ganas de ver sus películas.
Por cierto, es que parece que Dios los cría: ¿y Chomsky? Otro que tal baila, también se declara chavista, en fin, no sé que les dan...

Off topic, me alegró mucho saber que lo habías pasado bien por mi tierra. Besos

Fidelio en el bosque animado dijo...

Completamente de acuerdo! Buenas noches Alawen!

Bueno, lo de que Chomsky se declare chavista es casi anecdótico, pues cuando hice un trabajo en la carrera sobre el sureste asiático vimos bastantes cosas de Camboya. Chomsky era uno de los que negaba el genocidio de los jemeres rojos. Ahí queda eso. A Chavez, sinceramente, le tengo bastante miedo.

Tu tierra es una maravilla de la naturaleza. No hay palabras. Un fuerte abrazo!

J. Rogelio Rodríguez dijo...

Cuánto te echaba de menos.

Me refiero a tus comentarios, tan llenos de matices, tan acertados,... tan (síí, lo has adivinado) POLIÉDRICOS.

Poco puedo añadir yo a tu entrada. Simplemente te comentaré que Stone, por encima de sus opiniones políticas (tan dadas a la mentecatez, en ocasiones) es un cineasta importante. Especialmente en lo que supone de artesano del cine. Citas la excepcional JFK. Lo que más me fascina de esa cinta es su montaje; ese espectacular montaje que constituye la esencia narrativa del caso de Jim Garrison (aunténtico "caballero sin espada"). ¿Tienes su libro (me refiero al del fiscal Garrison, libro en el que se inspira la película)? Es una obra emocionante, redactada desde la pasión por la libertad, por la justicia, por la verdad.

LO del apoyo del cineasta a estos totalitarios "de izquierdas" no me resulta nuevo. LO de Chomsky, hace muchos años que lo he dejado por imporsible. El problema es que este genial lingüista no aporta nada solvente en sus análisis políticos, amén de lo ofensivo que resulta su negacionismo.

Que Ahmadineyáh niegue el Holocausto, me anima más en mi reivindicación de mi condición liberal y occidental. En el fondo nio es más que una payasada. Eso sí, una payasada muy calculada.

Duros tiempos se avecinan como no defendamos nuestra libertad de expresión, sin tapujos. Esa es la base de nuestra libertad.

UN abrazo.

El rincón de Chiriveque dijo...

Amigo Fidelio, varias cosas...

Lo primero que Oliver Stone no es un buen director, ni siquiera la oscarizada "Platoon" pasa de ser un modesto film, algo por encima de la media de lo que hizo, eso sí, pero muy poco más. Y le debe la mitad al "Adagio" de Barber...

Sobre Bush y Chávez, qué decirte... Se sabe que está "totalitarizando" el país, bajo los ideales de la mal llamada "revolución", y etc... Ello no es óbice para que en más de una diatriba hacia el ex-presidente norteamericano estuvira falto de razón.
Bush no es, para mí, un modelo de gran demócrata. Ganó las primeras elecciones como las ganó, en nombre de la "guerra al terrorismo" (¡¡como si al terrorismo se le pudiera vencer haciendo guerras!!) ha montado más de una guerra de dudosa justicia, con los consiguientes daños y víctimas, etc...

Es sabido y notorio que su padre, el expresidente George Bush Sr. tiene negocios en industria armamentística y de eso vive EEUU, de usarlas sin que peligre su territorio, con guerras lejanas y contra países que no pueden hacerles (en teoría) demasiado frente. EEUU no es una potencia altruista, todo lo contrario.

Por ello, reconozco que me he divertido con alguna diatriba de Chávez hacia Bush, porque, aunque dicho a su manera, tenía su razón.

Ello no justifica en modo alguno la creciente falta de democracia en Venezuela que ni pienso negar ni dejar de condenar.

Un abrazo y ya veremos qué peli sale de todo eso...

Fidelio en el bosque animado dijo...

Hola Rogelio! Gracias por tus elogios geométricos...EFectivamente, a Chomsky lo conocimos en el instituto (junto a Saussure y otros), pero su faceta "de estupidez" la vi más tarde...y aluciné. Tienes también razón en lo de las payasadas calculadas. El problema de no tomarlas en serio es que luego, cuando esta gente actúa, no tiene gracia. Me recuerda el comentario que hace un amigo mío de por qué no le gusta el GRan Dictador. Hitler era un personaje tan demoníaco que no hacía gracia ni su parodia. A mí si me hace mucha gracia la peli, pero no le falta razón a mi amigo.

¿Qué opinas de David Irving?

Comparto plenamente tu fascinación por JFK, el libro de Garrison lo tengo pendiente desde hace bastante tiempo.

Seguimos hablando. UN fuerte abrazo y nuevamente gracias, Kepler!

Fidelio en el bosque animado dijo...

Hola Chiriveque! (veo que desde que te dedicas al Oporto te ha crecido el pelo en la foto, je, je, je...).

Bueno, sospecho que eras bastante, bastante más cinéfilo que yo, y no lo digo por tu opinión sobre Stone sino por algunas entradas que has dedicado a algunos actores y algunas pelis. Yo no me atrevo a juzgar a este o aquel director (de cine, poco, de orquesta prácticamente nada), por eso digo que me gusta o no me gusta. Un ejemplo, el Nosferatu de Herzog es para mí un icono y para muchos un tostón arquetípico.

Bueno, volviendo a Stone, el adagio de Barber es una obra (bueno, es el segundo movimiento de un cuarteto) que gusta sin ver la peli, aunque tienes parte de razón en que ayuda a crear un clímax en algunas escenas que no sabríamos cómo quedan sin música.

Bush ganó las primeras elecciones antes del 11-s, aunque la controversia, si recuerdas, fue otra. De todos modos, como digo en mi entrada, los ataques y las críticas a Bush existirían con o sin Chávez, por eso insisto en que no hay por qué reirle las gracias (¿verdad que nadie le rie las gracias a la Muerte en El Séptimo sello de Bergman?, si me permites este ejemplo exagerado).

El padre de Bush fue secretario de estado con Reagan. Bueno, pues treinta años antes, el mismo Eisenhower advirtió del llamado Complejo Militar Industrial (creo que esto sale al principio de JFK o de Nixon, no me acuerdo). Pero, insisto, es el viejo argumento de muchos que se alineaban cuando existía la URSS. Juzgar a Bush o -como así ocurrió- a Nixon, o incluso a Clinton, no nos compele a alinearnos con estos dictadorzuelos. Eso es lo que quería dejar claro.

Un fuerte abrazo!