
viernes, 24 de abril de 2009
El patio de delante...y el de atrás (pequeño batiburrillo sobre el mundo...el diablo y la carne lo dejamos para otro día).

jueves, 23 de abril de 2009
Antonio Pérez...y el cine
Fascinante personaje cuyas Relaciones y cartas editó hace muchos años Alfredo Alvar Ezquerra. Este es el típico libro que lees (más bien consultas) durante la carrera y que con el paso del tiempo redescubres y tras leerlo te das cuenta de que entonces no sabías nada y ahora sabes menos. Por tanto, les aseguro que dentro de otros diez años volveré a leer todo el pack Pérez, entre los que ya se incluye la biografía de Ana Mendoza que publica mi admirado Fernández Álvarez.
De todos modos, a la vista de los hechos que más o menos, el juicio de la historia nos lega, podemos leer entre líneas y darnos cuenta de cuán vil es la inteligencia puesta al servicio del maquiavelismo disfrazado de ética que fue la actuación de Antonio Pérez, y que hoy, si no fuera porque te llamaría de todo, podríamos calificar de traición.
Sigo pensando que la biografía de Marañón es imprescindible. Permítaseme hacer un inciso sobre este santón de las letras españolas, puesto que es bastante llamativo que escribiera, entre otras, una biografía de Antonio Pérez y otra de Tiberio, emperador este último que ocupa los primeros capítulos de las Historias de Tácito, uno de los autores más leídos por los llamados tacitistas de aquella época que fue la Monarquía hispánica de Felipe II hasta Felipe IV.
El tacitismo, corriente de pensamiento o simplemente toma de posición de aquellos que rechazaban a Maquiavelo por despojar de toda ética a la política ha recibido pocos estudios. Allá por los años cincuenta empezaron a aparecer recopilaciones de escritores como Álamos de Barrientos. Elliott, en su biografía del conde-duque de Olivares se refiere a la escasez de estudios sobre este tema. Beatriz Antón sí que estudió el proceso de recepción del tacitismo en España.
Este amplio paréntesis viene por lo siguiente. Cuando uno lee el vastísimo acervo cultural de este secretario de Felipe II, la biblioteca que informaba sus citas y su pensamiento, le viene una cosa a la cabeza: tanta inteligencia y cultura al servicio de la traición.
Sobre la trayectoria y los sucesos más controvertidos de su labor me remito a aquella excelente serie de programas con posterior debate que dedicó José Luis Balbín al centenario de Felipe II. En concreto, si pueden rescatar el debate del capítulo dedicado al asesinato de Escobedo, es altamente recomendable por la altura de los contertulios (uno piensa que todavía en aquellos años ponían eso en TVE y cree que está en Marte...).
Pero desde luego, la labor más perdurable de Antonio Pérez (que dedica sus Relaciones... a Enrique IV de Francia) es su contribución a la llamada Leyenda Negra, que ya los españoles de los siglos posteriores nos encargamos de sostenella e non enmendalla...
Llama la atención la habilidad, por ejemplo, con que Antonio Pérez hace que a lo largo de los testimonios, cartas, etc, etc, etc, aparece completamente ajeno al caso Escobedo y hace recaer, de manera "admirablemente" sutil, toda la responsabilidad sobre el monarca...que para colmo, ordenó ejecutar a su propio hijo (el de arriba)...
Y, cambiando no del todo, de tema, he aquí que estrenan la segunda temporada de Los Tudor, o de cómo el rey Enrique VIII daba rienda suelta a su apetito sexual (bueno, también es una interesante visión de la Inglaterra Tudor, no lo niego). Una mancha de sangre y grasa, llamó Dickens al monarca inglés. Pero llama poderosamente la atención un hecho que pongo en comparación con la impostura actual de los españoles: los ingleses no trasladan la visión de su historia al acervo ideológico actual, a sus tópicos historiográficos, si queremos, a la imaginación popular...
No ocurre lo mismo con la leyenda negra, que cada vez se reedita con más fuerza, si cabe, y mayor esperpento. Vean si nó la película Elisabeth, los años dorados. De nuevo la España de Felipe II es la España negra representada por un monarca vestido de negro, casi desequilibrado por su beatería y su colección de reliquias...una especie de Darth Vader sin posibilidad de redención. Por contra, la reina Isabel Tudor ha recibido un tratamiento cinematográfico muy en conexión con el planteamiento casi religioso (eliminen el casi) que le hacía aparecer durante su reinado como la sustituta de la Virgen María en una Inglaterra ya anglicana. De una manera, quizás (seguro) inconsciente, el cine ha ido recogiendo esta visión en las numerosas películas que han aparecido sobre esta extraordinaria monarca.
Pero lo que, sin lugar a dudas, constituye una lección de cómo se contempla la Historia de tu país, fue la serie Royal Heritage, que cuenta con unos treinta años pero que no ha tenido parangón (al menos en lo que yo conozca, que tampoco es mucho). Donde de una manera desapasionada por el tópico de la prensa rosa, pero apasionada por la historia de cada reinado, se nos cuenta la historia de los palacios y obras de arte de la monarquía inglesa. Para mí, lo verdaderamente admirable es cómo se contempla todo como parte de un Patrimonio, sin pretender establecer relaciones con el presente (bueno, alguien podría pensar que sí es una manera de legitimar a la actual monarca, a mí me da un poco igual...), sin volver a lo mismo de siempre: Felipe II, la Inquisición, el Péndulo de la muerte de Roger Corman, la Iglesia (católica), la Inquisición, la guerra civil ... Franco.
No pretendo hace aquí una hagiografía de Felipe II. Sí quiero llamar la atención sobre el hecho de que cuando oímos hablar de Enrique VIII y vemos Un hombre para la eternidad o la última serie de los Tudor, no apelamos a los mismos sentimientos de rechazo que surgen cuando oímos hablar de determinados personajes o instituciones de la historia de ¿España? (cuando yo estudié, España no existía). Ha habido una didáctica del rechazo fruto de los traumas de algunos que aún se vengan de aquel verdugo que les hacía aprenderse los reyes godos (en bloque) o las hazañas del Cid...todo en el mismo librito que finalizada con el Alzamiento y las fotos de Franco y José Antonio (en mi libro de párvulos aparecían, pero yo me libré de cantar el cara al sol, algún privilegio había de tener siendo el hijo del dire...).
Pero déjenme terminar diciendo que el estudio de esta época es, sencillamente, fascinante. La universidad de la Rioja, por ejemplo, recoge un interesante libro sobre el estudio de la corte de Felipe II a partir, precisamente de las Relaciones (http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2315709). Si rasreamos la red, hay páginas interesantes como esta http://www.aache.com/alcarrians/eboli.htm. Sin olvidar una mención a los hispanistas, aquellos historiadores que, como aquí no era políticamente correcto, se dedicaron a escribir sobre Juan de Austria, el ejército de Flandes (Geoffrey, eres el mejor) o el conde-duque de Olivares (http://www.elmundo.es/1998/03/26/cultura/26N0108.html). Lean y piensen lo que quieran (faltaría más), pero no asocien a nuestro gran Felipe (con permiso del actual...) con el personaje de El péndulo de la muerte (Roger Corman).
martes, 21 de abril de 2009
Persona (y 2)
El grandísimo músico Jordi Savall ha roto una lanza en favor del reconocimiento de las lenguas cooficiales por parte de la UE. Lo ha hecho esgrimiendo un argumento, según mi corto entender, casi irrebatible: el respeto a la persona.
De esta noticia se hacía eco uno de los periódicos más respetados por este que suscribe (y que escribe), La Vanguardia. Aquí os dejo el enlace http://www.lavanguardia.es/cultura/noticias/20090420/53686618867/jordi-savall-defiende-el-reconocimiento-de-las-lenguas-cooficiales-en-la-ue-por-respeto.html.
A mí, que me encanta cargar contra todas las opiniones (incluyendo las mías) porque creo firmemente que lo verdaderamente respetable es la persona, me ha parecido que el leitmotivo del respeto a la persona es un buén punto de encuentro para todo lo que quiero contarles.
Justo el día antes de que el mandatario iraní cargara con sus artilleros contra Israel, estuve viendo la emotiva Lista de Schindler. Hay una imagen que nunca dejará de sobrecogerme: cuando sistemáticamente, abren las maletas de los judíos, sistemáticamente clasifican sus objetos, y sistemáticamente, amontonan las fotos que iban encontrando encima de una mesa. Ello porque a esos judíos, sistemáticamente, los iban a exterminar según un esquema trazado años antes (de una manera sistemáticamente minuciosa). Por eso, cuando se comparan las violaciones de los derechos humanos que comete Israel con el holocausto, sinceramente y con todo mi respeto hacia las víctimas palestinas, me parece, como mínimo, una falta de respeto. Aquí os dejo otro enlace del artículo que más me ha gustado porque llama a las cosas por su nombre http://www.abc.es/20090421/opinion-firmas/gentuza-ginebra-20090421.html.
Hoy o ayer, el ex presidente del Tribunal Constitucional ha dicho que el matrimonio homosexual es una monstruosidad jurídica, es otro mundo en el que no le gusta vivir (este es un burdo resumen hecho por mí). Probablemente tiene razón desde el punto de vista jurídico, porque los fundamentos del texto legal huelen un poco a cosa-política-hecha-con-prisas y el articulado parchea algunos párrafos del Código civil, etc, etc, etc. Pero es una falta de respeto. Defiendo el derecho a la opinión y a la crítica del ex presidente del Constitucional, con la misma fuerza con la que defiendo el respeto a una opción jurídica (que no de derecho canónico, sobran las explicaciones) sobre el establecimiento de un contrato matrimonial entre personas del mismo sexo. Eso, en esencia, es el respeto a la persona, a-la-per-so-na.
Volviendo a mi admirado Jordi Savall. Hace asímismo una encomiable argumentación hablando de otras lenguas que son inestimable patrimonio de Europa como el occitano (Li contes del Graal). Pero, si se me permite el matiz. Opino también que, en el estado actual de cosas, la fuerza del reconocimiento que puede alcanzar una lengua está en el peso político de sus hablantes. Así de claro. Dicho de otro modo, no hay un partido nacionalista occitano, a pesar de que la historia permitiría una argumentación bastante evidente y, si cabe, con el mismo peso que aquí en España, ni una presión, similar por ejemplo, en el país vasco-francés a la hora de ejercer el derecho a utilizar el euskera en lugar del francés (sí, sí, ya seeeé que las diferencias son bastante evidentes). Habla Savall del ejemplo del lituano, con tan solo un par de millones de hablantes, pero tras el cual hay un territorio y un estado...hombrem, aquí ya flaquea un poquito el argumento. En primer lugar porque si tiramos del hilo de la historia, podemos encontrarnos alguna sorpresa. En segundo lugar porque la raíz clásica del estado (lengua, población y territorio) ha dejado de servir al nacionalismo, que ahora habla de voluntad (y eso sí que es infalible). En tercer lugar, porque tras el pueblo lituano hay una historia de reivindicación tan fuerte o más que la de Cataluña (esto levanta ampollas, lo sé, pero, como una opinión más, es perfectamente NO RESPETABLE).
El argumento de Savall goza, no obstante, de gran peso, pero ¿responde a la realidad o a lo que debería ser? Desde luego, ese mismo argumento podría ser esgrimido por muchos padres que desearían que sus hijos estudiasen en castellano en colegios públicos y con itinerarios de igual calidad que los del idioma......valenciano (¿a que creían que iba a decir catalán o mallorquín?, queda pues demostrado que es una cuestión política, amigos, política, eso en lo en el fondo todos pensamos, independientemente de los argumentos filantrópicos, no faltos de verdad).
Mi opinión no es demasiado optimista, porque veo cómo una conquista política, el respeto a la persona, a su esencia y, por tanto las categorías que se derivan de la misma (la vida, la educación, la orientación sexual, la lengua en la que se expresa) son moneda de cambio para los políticos, que ven en ello un potencial maleable en función de las circunstancias y de la habilidad para manejarlas (manipularlas, para dejarnos de eufemismos). Es de tontos poner en el mismo plano de hablantes el catalán y el occitano, obviamente, pero cuando se habla de conservar el patrimonio y del respeto a la persona y su patrimonio...ahí ya entramos en otro tipo de razonamiento. Una cosa es que el político y el legislador sean sensibles a la realidad social del momento, y otra cosa es echar mano del historiador o del legislador de guardia para cumplir el programa electoral (¿pero no se hacían para no cumplirlos?), y, una vez más, la legislación educativa es buen ejemplo de ello. Hace tiempo que debiera haberse legislado sobre el matrimonio homosexual, pero se hizo de ello una cuestión política. Hace tiempo que la cuestión lingüística debiera haberse resuelto en España, pero andamos aún a vueltas con el caciquismo (The Economist)...y hace tiempo que la negación del Holocausto debiera ser perseguida por la Corte Penal Internacional!! Frailuco dixit (sin Pixie).
viernes, 17 de abril de 2009
¿Por qué?
Esta mañana ha sido una mañana muy desagradable. Cuando he llegado al trabajo he visto que todos los planes que tenía se me han vuelto "patas arriba". El horario cambiado, las tareas cambiadas...en fin, todo sea porque mis alumnos tenían una serie de actividades con la ONCE y que es muy importante PONERSE EN LUGAR DEL OTRO.
La sorpresa desagradable no ha sido esa, sino la lectura de la entrada de mi querida blog Naranjas de la China titulada "Matonismo en estado puro". Mi primera reacción ha sido publicar un comentario en clave pseudoirónica porque era tal la rabia que no quería llenar la ventana de exabruptos...
También me he acordado de la anécdota que me contaba un maestro que trabajó en un pueblo alavés durante treinta años. Me contaba cómo los mozos de los pueblos arrojaban "a leches" a estos matones fuera de su término (lo malo es que seguían con las castañuelas en otra parte)...y así hasta el comentario de hoy (junto con los millones que le han precedido y que ha padecido la mayoría de la población de aquellas tierras del norte, tan bellas, tan evocadoras...tan desgraciadas).
Esta tarde he visto por fin el comentario (ya borrado en la blog donde se publicó), la honrosa, emocionante y valiente adhesión de los blogeros, y la disculpa del miserable. Ya no había ni ironía ni sarcasmo. Sí una profunda tristeza...un recuerdo a tantas y tantas personas que tienen que padecer esta lacra,...
... y una mirada que resumía la actitud del partido al que dice pertenecer el sujeto.
Recuerdo una pregunta que le hicieron a la portavoz del PNV, algo así como "qué va a pasar si el PNV pierde las elecciones o algo así". La mirada de esta krankenschwester von Lebensborn, era, no de perplejidad, no de sorpresa...parecía que sus ojos decían "es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que ocurra lo que usted está diciendo".
En la poca historia política de este país tan desgraciado que es España, no he visto nada igual. Ni siquiera en el archivo fotográfico que todos recordamos de cuando murió Franco (aquellos aspavientos ante el apocalipsis). Tampoco en el exterior hay parangón. Nunca he visto tanto odio concentrado. Es terrible, es muy triste observar una locura colectiva que lleva a tal mesianismo, que lleva a excluir a tu vecino porque no participa de tu visión divina.
No tengo ni siquiera energías para dedicar más pensamientos a esto. Ni ganas de escribir.
jueves, 16 de abril de 2009
Perplejidad...y alguna pregunta muy intencionada
Hay una frase de un capítulo de Cosmos (Sagan) que me encanta: por el precio de una comida...las obras de Shakespeare. Pero me gusta más el capítulo dedicado a la Biblioteca de Alejandría, la apología de las Bibliotecas desde la Antigüedad hasta hoy día.
Pensaba dedicar la entrada de hoy al gran Obama, pero me han mandado un mail que me ha dejado bastante perplejo. Aún confío en que se trate de una leyenda urbana. Si es así, mejor. De todos modos os dejo el escrito para que me quitéis la razón si estoy equivocado al pensar que el préstamo bibliotecario de pago es algo que causa perplejidad. No sé, ¿es que hay pocos ejemplares, es que no se respetan los plazos, es que los ejemplares se devuelven en mal estado? Claro, no quiero quedar como un diletante cursilindo si os digo que desde hace años no hago uso del préstamo bibliotecario, sólo lo digo porque quízás ha cambiado tanto la cosa que ahora en vez de leer los libros, los queman (famosa frase de Henry Jones Sr. en Indiana Jones y la última cruzada). En fin, el texto es el siguiente:
Sociedad General de Autores) ataca de nuevo.
Escrito y firmado por José Luís Sampedro, escritor.
POR LA LECTURA
Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante.. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos. Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas. Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia.. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo..Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque: a) obtiene algo a cambio. b) es objeto de una sanción.Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación?.¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas?.¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos? Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!José Luis Sampedro.
Sigo pensando que es un bulo (¡ tiene que serlo !), pero aprovecho para preguntarme ¿qué es lo que ha cambiado desde que Mozart se independizó de Colloredo hasta el tiempo en que pagamos por comprar un cd grabable porque se sospecha (iuris tantum, menos mal!!) que vamos a piratear música? ¿Qué respondería a esto la nueva ministra de cine...uy perdón, de cultura?
martes, 14 de abril de 2009
Yásnaia Poliana. León Tolstoi.
Debo explicarme. Describiendo la escuela de Yásnaia Poliana, no pretendo darla como un modelo útil y bueno de imitar; no quiero más que mostrarla tal cual es. Creo que tales descripciones pueden tener sus ventajas. Si yo lograse, en las páginas siguientes, volver a trazar con lisura la historia del desenvolvimiento de la escuela, aparecería claramente al lector cómo se ha formado el espíritu actual, por qué lo encuentro yo bueno, por qué me sería absolutamente imposible cambiarlo, aun cuando yo quisiera.La escuela se ha desarrollado libremente por la sola virtud de los principios establecidos, por el maestro y por los alumnos. A pesar de toda la autoridad del maestro, el alumno tenía siempre el derecho de no frecuentar la escuela, y aun frecuentando la escuela, el de no escuchar al maestro. Este tenía el derecho de no conservar al alumno en su escuela y de poder obrar con toda la fuerza de su influencia sobre la mayoría de los niños, sobre la sociedad que entre ellos forman siempre. Cuanto más adelantan los niños en el estudio, más se extiende la enseñanza y más se impone la necesidad del orden. Por consiguiente, en una escuela que se desenvuelve normalmente y sin violencia, cuanto más instruidos son los discípulos, más capaces del orden resultan, más sienten ellos mismos la necesidad de él, y más fácilmente, bajo este punto de vista, se establece la autoridad del maestro.
En la escuela de Yásnaia Poliana, desde su fundación, se ha visto confirmada constantemente esta regla. Al principio, imposible distribuir las clases, ni las materias, ni los recreos, ni las tareas: todo se confundía, todos los ensayos de distribución resultaban vanos. Hoy, en la primera clase, hay alumnos que piden ellos mismos seguir la guía de horarios y materias, que se aburren cuando se les saca de su lección, y que echan fuera a los pequeños que se atreven a estar entre ellos.A mi juicio, este desorden exterior, aunque parezca al maestro tan extraño, tan incómodo, es útil, indispensable. Ocasiones tendré de volver a ocuparme, con bastante frecuencia, de las ventajas de esta organización; en cuanto a sus inconvenientes, he aquí lo que tengo que decir:En primer lugar, el desorden u orden libre parécenos tan espantoso porque estamos acostumbrados a otro sistema según el cual hemos sido instruidos.
En segundo lugar, sobre este punto, como sobre otros muchos, el empleo de la violencia está fundado en una interpretación irreflexiva e irrespetuosa de la naturaleza humana. Parece que el desorden aumenta, crece por momentos, no conoce límites; parece que nada puede detenerlo sino la represión violenta, cuando basta esperar un poco para ver el desorden (o el fuego) extinguido por sí mismo, produciendo un orden más perfecto y estable que aquel por el cual lo sustituiríamos.
Los escolares son hombres, seres sometidos, por muy pequeños que sean, a las mismas necesidades que nosotros; como nosotros, seres pensantes; todos quieren aprender, y para esto van a la escuela, y por esto llegan sin esfuerzo a esta conclusión, que, para aprender, es necesario someterse a ciertas condiciones. No sólo son hombres, sino que constituyen una sociedad de seres reunidos en un pensamiento común. Y en todo lugar donde se reúnan tres en Mi nombre, Yo estoy en medio de ellos. Cediendo a las solas leyes naturales, a las leyes derivadas de la naturaleza, ni se oponen, ni murmuran; cediendo a vuestra autoridad intempestiva, no admiten la legitimidad de vuestras campanillas, de vuestro uso del tiempo, de vuestras reglas.¡Cuántas veces he tenido ocasión de asistir a las batallas de los niños! El maestro se lanza entre ellos para separarlos, y los dos enemigos se miran de reojo; incapaces de contenerse aun en presencia de un maestro temible, acaban por caer uno sobre otro con más ardimiento aún que antes. ¡Cuántas veces, en el mismo día, he visto un Kiruchka, apretados los dientes, caer sobre Taraska, cogerle por los cabellos de las sienes, derribarlo al suelo; parece querer desfigurar a su enemigo, dejarle muerto! Pero no ha pasado un minuto cuando ya Taraska ríe bajo Kiruchka y le hace otro tanto; antes de cinco minutos, vedlos tan buenos amigos, sentados uno al lado del otro.Hace poco tiempo, después de la clase, en un rincón dos muchachos se fueron a las manos: el uno, un notable matemático de cerca de nueve años, alumno de la segunda clase; el otro, un pequeño, con ojos negros, rapado, inteligente, pero vengativo, nombrado Kiska. Kiska echó mano a los largos bucles del matemático y le apretó la cabeza contra el muro, en tanto que el matemático se esforzaba vanamente para coger las cerdas rapadas de Kiska. Los negros ojos de éste brillaban triunfalmente. En cuanto al matemático, le costaba trabajo contener sus lágrimas.-¡Bien! ¡bien! ¿Qué? ¿qué? -decía Kiska.Pero se veía claramente que éste hacía daño, y que sólo quería pasar por valiente. Esto continuó por bastante tiempo, y yo estaba indeciso sobre qué partido tomar:-¡Se pelean! ¡se pelean! -gritaban los niños.Y se agruparon en el rincón. Los pequeños reían, pero los mayores, aunque sin tratar de separar a los combatientes, mirábanlos con aire serio. Las miradas, el silencio, no fueron perdidos para Kiska. Comprendió que lo que hacía no estaba bien; púsose a sonreír, y poco a poco fue soltando los cabellos del matemático. Este último se desembarazó de aquél, acosó a Kiska, a quien apretó por la nuca contra el muro, y después, satisfecho, se alejó.
El pequeño se echó a llorar, y lanzándose en persecución de su enemigo, le pegó con todas sus fuerzas sobre el abrigo de pieles, pero sin hacerle daño. El matemático iba a secundar, pero en el mismo instante resonaron gritos de desaprobación.-¡Ved, se atreve con un pequeño! -exclamaron los circunstantes-. ¡Sálvate, Kiska!El asunto acabó en aquello, sin dejar rastro, salvo, creo yo, lo mismo en uno que en otro, la conciencia confusa de que el pegarse es desagradable, porque esto hace daño a entrambos. Se puede notar que aquel sentimiento de justicia ha sido provocado por la multitud; pero ¡cuántos asuntos análogos se terminan, no se puede comprender en virtud de qué leyes, de manera que satisfaga a las dos partes! ¡Cuan arbitrarios e injustos son, comparativamente, todos los medios empleados en semejante caso!-Los dos sois culpables; ¡de rodillas! -dice el instructor. Y no tiene razón, porque allí no hay más que un solo culpable, un culpable que triunfa poniéndose de rodillas y rumiando su maldad, en tanto que el inocente está doblemente castigado. O bien:-Tú eres culpable de haber hecho esto y aquello, y tú serás castigado -dirá el instructor.Y el niño castigado odiará más a su enemigo al sentir a su lado un poder despótico, cuya legitimidad no reconoce.O este otro:-Perdónale; así lo quiere Dios, y sé mejor que él -expresará el instructor.Le decís: Sé mejor que él, pero lo que él quiere es ser más fuerte; mejor... no lo comprende, ni lo puede comprender.O esto:-Ambos sois culpables; pedios perdón el uno al otro, y abrazaos, hijos míos.He aquí lo peor de todo, porque ese abrazo no será sincero, y porque el sentimiento malo, acallado un instante, se arriesgará a resucitar.Dejadles, pues, solos si no sois el padre o la madre, que, todo piedad para sus hijos, siempre tienen razón para tirar de los cabellos al que pega; dejadles, y ved cómo todo se arregla, todo se apacigua sencilla, naturalmente.
lunes, 13 de abril de 2009
El affaire Dreyfus en España...o el libro que nunca estará en el exilio

Sorprendente maravilla, la esperanza -dice Dios.
¡Cómo salir de ese asombro!
Esta niña esperanza en apariencia nada.
Esperanza tan chiquita,
inmortal en verdad.
Adelantándose a sus hermanas mayores,
¿quién va a prestarle atención?
Camino de la salvación, camino de la tierra viviente,
escabroso camino de salvación, ruta interminable,
caminando entre sus dos hermanas,
la esperanza naciente
se adelanta
entre sus dos hermanas mayores:
la casada
y la que es madre.
¡Y el pueblo cristiano prestando atención sólo a éstas:
la primera y la última!
Las más atareadas.
Las del tiempo presente.
Las de este mismo instante fugitivo.
¡Y el pueblo cristiano sólo atento a las mayores,
contemplando sólamente a las mayores!
La de su derecha y la de su izquierda.
Apenas atento a la central,
tan pequeña,
camino aún de la escuela
siempre andando
perdida entre las faldas de sus hermanas.
Pueblo que cree alegremente que son las mayores
las que tiran de la mano a la pequeña,
siempre en medio de las dos.
Para hacerle caminar, ¡siempre el camino!,
camino escabroso de salvación.
¡Pueblo ciego que aún no ve lo transparente!:
a esta niña esperanzada,
central,
arrastrando a sus hermanas
nada en absoluto sin ella:
apenas dos mujeres ya mayores,
dos mujeres, eso sí, de cierta edad, ajadas, por tanto, por la vida.
¡Que sólo eres tú, mi pequeña, la niña que sabe de amor!
Charles Péguy.
domingo, 12 de abril de 2009
La Esperanza

Para otra gran parte de la Humanidad no significa nada. Pero uno de los comentarios que mis compañeros de blog me regalan, me resultó bastante esclarecedor. En él aparecía una palabra: esperanza.
Hoy es un día de esperanza. De esperanza en la bondad de los hombres, de esperanza en la Fe...de los hombres. De esperanza, en definitiva, en que la religión, a la que algunos han asignado ya su gen correspondiente, se convierta en algo que nos une, no que nos enfrente. Por eso he ilustrado esta entrada con las distintas confesiones de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, una joya del arte paleocristiano de la que actualmente queda poco después de tantas remodelaciones.
Hay un artículo bastante interesante de un amigo mío, sobre la experiencia mística en el budismo zen y en el cristianismo. Su lectura es enormemente gratificante, porque habla de cómo el ser humano construye desde puntos tan diversos como el norte de Africa (san Agustín) o el Extremo Oriente.
Aquí en España, es un día de operación retorno. El anticlericalismo campa a sus anchas, y la Iglesia no hace demasiado por remediarlo. De hecho, muchos de los que han sido educados en colegios religiosos cargan hoy sus plumas contra todo lo que huele a religión, aplicando las mismas armas (dialécticas o no) que las que utilizaban en aquel tiempo aquellos a quienes critican...en fin, made in Spain.
Olvidando el incienso y las procesiones aquellos que no crean. Olvidando las sotanas y las bofetadas...aquellos que odian. Olvidando las caricaturas y otras irreverencias. Olvidando el debate (ooooooootra vez) de la existencia histórica de Jesús ¿Por qué no aceptamos que Cristo trae un mensaje de Esperanza? ¿Hace falta tener el carné de algo para suscribir esto?
Yo me sitúo, normalmente, en el lado de los excépticos, hasta que las palabras de los hombres buenos se oigan entre tanto gorgeo, hasta que el corazón de los hombres deje de ser un plano de la basílica del Santo Sepulcro. Pero hoy hago una excepción de la excepción, y creo en la Esperanza.
sábado, 4 de abril de 2009
El mal triunfa cuando los hombres buenos no hacen nada
Hoy (bueno, ayer) se conmemora el aniversario de la muerte de Brahms en Viena. Radio 2 (para mí será siempre Radio 2) ha emitid una de sus últimas opus para piano.
Pensaba escribir sobre las versiones de La Pasión según san Mateo, pero esta noche hemos visto Los sobornados. Y me he acordado de la reciente entrada de Naranjas de la China donde aparecía el escritor al que está dedicada El Crack.
Pero finalmente, el recuerdo de hoy, y despedida hasta domingo de Resurrección (os dejo esta toma de postura para que reflexioneis, je, je, je) el recuerdo de hoy es para un escritor murciano, maestro, amigo de otro maestro almeriense. Ambos hombres buenos. El escritor, gran maestro, gran persona, publicó hace unos años una recopilación de prensa sobre el eco que en España tuvo el caso Dreyfus. La dedicatoria del ejemplar que le regaló a mi padre era la siguiente: ¿Cómo es posible que se le pueda llamar "perro judío" a alguien en la patria de la libertad, la igualdad y la fraternidad?
Años después publicó otro libro sobre los diarios de clase de otro maestro, José López Almagro. También hay un documento sonoro llamado "Retablo infantil".
Hoy he conocido a una persona buena que no se ha quedado impasible ante el mal. Una persona, una compañera, que ante el acoso que algunos alumnos han manifestado hacia otra compañera, ha decidido elaborar un escrito y pedir nuestro apoyo. Quizás no sea nada, pero el hecho de que alguien se "moje" ante la injusticia, cuando los demás miramos a otro lado, merece, como mínimo, figurar en la lista de hombres buenos. Independientemente de todo, tengo la certeza de que hay alguna esperanza en este sistema educativo tan patético, reflejo de una sociedad autocomplaciente, inconsciente y no menos patética.
El texto que a continuación reproduzco fue escrito por otro hombre bueno. Un hombre que creía en la enseñanza, que era profundamente cristiano y que odiaba, por encima de todo, la injusticia. Puede que os parezca críptico en algunos detalles porque se refiere a situaciones particulares o detalles de la vida del escritor que desconocemos (las inundaciones de Murcia, la trayectoria profesional de López Almagro), eso no importa. Como tampoco importa que tengais que estar de acuerdo con el enfoque religioso de algunos de sus párrafos. En fin, aquí lo teneis.
Sr. Don Jesús Jareño López.
Mi querido amigo: La noche en que nos dio Vd. su conferencia sobre López Almagro, escribí unas notas, que son las que mi hijo ha pasado a limpio a máquina. Si no es así, nadie podría leerlas[1]. Téngalas como prueba de que sus palabras no me pasan resbaladizas. Me impresionan y me agrada rumiarlas. Si le interesan, guárdelas. Son éstas:
Cuando me dirigía a la Casa de Cultura, pensaba que para hablar de lo que Jareño iba a tratar, lo primero que había que hacer era establecer una sintonía de sentires. Es decir, primero sentir con Jareño, después hablar sobre lo dicho por él.
Conforme él hablaba iba confirmándome en mi pensamiento. Creía yo que había que establecer una jerarquización de esos sentires. Podría ser ésta o algo aproximado a ella:
Acercarse a López Almagro, con la ansiedad de que se le haga justicia (acompañada de un sentimiento de misericordia para con él, sus enemigos y su mundo).
¡Sentir con López Almagro y con Jareño! Para ello había que conocerlos en su ambiente: hijos de familia. Joven (su vida familiar y social) y hechos destacados en su vivir.
Sentir con ambos como hombres, niños y jóvenes: su formación familiar, social y humana, proyectada sobre su mundo social, profesional e imaginativo.
Creo que estos tres sentires con López Almagro y Jareño, los tuvimos.
Los que tratamos de introducirnos en el alma de Jesús Jareño, para comprenderlo y así poderle seguir, creo que pudimos ver cómo López Almagro nos hablaba a través de Jesús. Por mi parte, en muchas ocasiones, no podía separar e incluso ni matizar cuándo hablaban el uno o el otro. El impulso era más del primero. Las quejas de Jesús. Y en este instante, primero en el que Jesús se quejaba, ¿serían acaso los dos? Todos le hemos costado sangre a Nuestro Señor Jesús. Por todos nosotros lloró. Aquel hombre, López Almagro, que tan hondo sintió en sus entrañas las tristezas del pobre, del marginado, del portador de las alpargatas, de la blusa y del pavero, ¿con quién se juntó?, ¿a quién se acercó?, ¿comprendió la razón de sus flagelaciones?, ¿comprendió entonces que el dogma del Pecado Original no nos define como malos, sino -cómo diría yo- acaso como limitados, desequilibrados en la dimensión y uso de nuestras potencias del alma?, ¿comprendió acaso en sus momentos de soledad, que hay una indigencia mayor que la de los bienes de fortuna: la indigencia de la buena voluntad, de la ilusión, de la fe incluso en los hombres más pecadores y, sobre todo, la de la confianza en la misericordia y en el amor de Dios? ¿Comprendió el significado de aquel “dar su nombre a una calle de su ciudad (cumpliendo así con la política) y luego no poner la placa para cumplir así con la procesión que llevamos por dentro”?
¡Pobre compañero López Almagro, tan solo cuando más le dolía la soledad; tan solo, sin una palabra de amor de aquellos a quienes tanto había querido, de aquellos por quienes tantas espinas, en su corazón y en su frente, se habían clavado! Tan sin trabajo sus oídos que durante muchos años de agonía, jamás oyeron palabras de aliento, de amor, de aquellos que antes le habían jaleado, los mismos que no quisieron elevar unos metros sobre la pared de una calle, una piedra con su nombre grabado, y que quizá quiso elevarse para gritar que aquel era un hombre bueno, que siempre tuvo como norte de sus acciones las palabras dichas en el Monte de las Bienaventuranzas ... (Me pregunto si López Almagro, en aquellas horas frías y años de total soledad, no leería, meditaría y encontraría semejanza a su caso con el del Desterrado de la Ciudad Alegre y Confiada), y pobre de nuestro amigo y compañero Jesús Jareño López que, cuando acabó el mensaje que por su boca López Almagro y toda la Humanidad dolorida nos enviaba, se quedó solo, tanto que, a pesar de nuestra presencia y compañía, tuvo que acudir a secarle el sudor de su frente, enjugar sus lágrimas y levantarle el corazón, una heroica mujer, Maestra de Escuela Primaria, que jamás faltó a la cita con el deber aunque para ello tuviera que atravesar corrientes de agua que casi a la cintura le llegaban, llevando en sus fuertes brazos de madre -hija de la Santa Iglesia de Dios- a un hijo de 4 años, o acudir junto a él para enjugarle el sudor y lágrimas, a aquel pequeño, que ya hombre, era el que en esta noche del 12 de abril de 1983, en la Casa de Cultura de Murcia, nos hablaba, adelantándose así, por ser espíritu, al movimiento mismo de la esposa, que entre los asistentes, sus sentires compartía.
Aquella santa y heroica mujer vio a su hijo sudar en su noche de Oración del Huerto, y acudió con su mensaje de amor a levantar el ánimo, el corazón de aquel hijo, que ya antes, como Aquel, había buscado entre el público a alguien que allí no encontró y que quizá allí debería haber estado.
Amigo Jareño, abogado de casos que muy poca gente gusta de oír y de complicarse la vida con ellos (Dreyfus, López Almagro ...), ¿reciba? un fuerte abrazo con las gracias por haberme hecho sentir la presencia de su generoso corazón.
Luis Sáez Reche
[rubricado]
Murcia, 14 -abril- 1983
[1] [Alusión velada al parkinson del que ya sentía los efectos el autor de esta carta y que acabó con él].