jueves, 22 de septiembre de 2011

Qué bello es vivir! (incluso para los otros)






Uno de los muchos tópicos que oímos sobre el budismo es "muerto el perro se acabó la rabia", a propósito de su premisa de eliminar el deseo para eliminar así el sufrimiento.

La verdad, no sé hasta qué punto es verdad...o si es posible. Para mí es imposible...e incompatible con el cristianismo, la ética cristiana o como quieran llamarlo.



No es menos cierto que convivir con el sufrimiento nos lleva a varios caminos, ignorarlo, reconocerlo e ignorarlo...o vivir con él tomándolo como parte de la vida.



Siempre que recibo noticias como "una niña que tenemos en tal curso está a la espera de un trasplante"..."fulanito o menganito tiene un padre alcohólico"...un largo etcétera... Siempre, digo, me estremezco. Qué difícil es olvidar la imagen medieval (o bergmaniana, como quieran) de la muerte jugando al ajedrez con nosotros. Fatalista! me llamarán. Tal vez tengan razón, pero ¿no es más inteligente dar, de vez en cuando, gracias por no sufrir tanto como muchos de nuestros semejantes? Es muy difícil mantener la perspectiva en este mundo de marketing constante, de belleza multimedia y muerte. ¿Fatalismo? Hagan zapping por la prensa y echen un vistazo al Tercer Mundo (¿o vamos ya por el cuarto?)

1 comentario:

El rincón de Chiriveque dijo...

Amigo a ver si volvemos a contactar, muy interesante y concisa tu entrada, llena de verdades. Un abrazo.