Como dice Chespir en Ricardo III, los mamarrachos se atraven a poserse donde no lo hacen las águilas…y escriben artículos (esto lo digo yo) titulados La prosa y la política, un título demasiado sugerente para un espíritu oscuro, macabro y mezquino… (y me quedo corto). Pero bueno, yo vengo a celebrar el Día Europeo de la Música, dado que, al menos para esto, sí que se habla de Europa, de una Europa…para todos.
La foto que adjunto es del Museo de la Música Mecánica de Rüdesheim, algo que merece la pena visitar. Cuando ví los monos tocando el laúd, bueno, casi me da un patatús. Nos habíamos pasado la carrera recordando los cuadros del Veronés, con los monos vestidos de cortesano mezclados con el gentío…y de repente…esto!!
Estoy escuchando Radio-2, sí, sí, Rogelio, el Canto de la Sibila, y me viene a la memoria aquel día de conmemoración del milenario austríaco. Recuerdo cómo se habló de la influencia de los ritmos árabes que llegaban a Centroeuropa de la mano de músicos españoles, y, siglos antes, desde la Sicilia conquistada a los musulmanes por los normandos.
En cada rincón de cada país de nuestra Europa, esa que restringe las cuotas de aceite o que fracasó estrepitosamente en los Balcanes, en cada rincón, digo, se respiran millones de gotas de historia. Uno se para en la terraza de cualquier Hagios “lo que sea” de Creta…o palpa las piedras de una o cien mil catedrales góticas que hay desde Sevilla hasta Viena...y no es tan malo evocar, no hace falta inventar la historia. Hay mucho en común, mucha riqueza por conocer, sólo aquí en Europa, y los que votamos (o no) deberíamos hacer un esfuerzo por conocer, pensar, conocer más…y hacer Europa, ya que muchos políticos se dedican a estar, estar, estar….y estar.
Volviendo a la música, están representando un don Giovanni en Madrid. En el templo de Nemrod (¿lo he escrito bien?). Con permiso de Cosí fan Tutte, ópera excelsa y que he llegado por fin a conocer…algo, el mundo se divide entre los que toman partido por don Giovanni o por Le nozze. Recuerdo una entrevista en TVE a Severo Ochoa (¿o Teresa Berganza?) donde comentaba que nunca se ponía de acuerdo con la mezzo sobre cuál era “mejor”. He de decir que a mí me cuesta muchísimo decirlo (partiendo del hecho de que no me gusta este tipo de discusiones). Desde luego, lo que he leído sobre estas tres óperas me ha sorprendido, causado risa y, sobre todo, admirado. Entre las cosas que hay que conocer, está la clásica obra de Oscar Kunze, o la biografía de los hermanos Massin. Hay comentarios en los libretos del disco bastante buenos, como el que acompaña la versión Haitink y Thomas Allen (para algunos el mejor don Giovanni). Y luego hay artículos de tratamiento psicológico que, aunque serios, son bastante divertidos. Pero, desde luego, lo que tengo muy, muy, muy claro, es que las tres óperas de Da Ponte son algo que deberíamos oír unas cuantas veces al año. Recuerdo que hace unos veinte años, la obra más votada por los oyentes de R-2 fue la Novena. Bueno, estas tres óperas serían algo parecido.
Bueno, José María, a quién si no a ti puede estar dedicada la entrada de hoy. Desde aquellos días de la academia de piano, las tardes en el Continental o aquella mañana en Viena. Aquella tarde del segundo acto de Las Bodas…o aquella soprano nórdica y la Flauta Mágica... Cuántos años han llovido, amigo mío. Por muchos años más.
8 comentarios:
La entrada es fenomenal, Fidelio. Pero es un poco tarde y mañana le dedico el comentario que merece.
Sólo una cosa que no puedo eviyar comentar: me quedo con Thomas Hampson, como Don Giovanni; en la versión de Nikolaus Harnoncourt - of course-.
(Gracias por citarme acerca del Canto de las Sibilas. Preciosa tradición ibérica: Galicia, Castilla, Cataluña...)
UN abrazo.
Ya que habláis del Canto de las Sibilas, qué buena la versión de Jordi Savall, ese gran intérprete de la música antigua...
Por cierto Fidelio, tienes un gusto exquisito, eres de esas personas con las que valdría la pena poder conversar.
Un abrazo y muy pronto seguiré con mi relato, que te agradezco mucho que hayas puesto en mi lista de blogs.
Muchas gracias por todo, Chiriveque!! Lamentablemente tu otro blog no la colgué en su momento porque a veces tengo problemas con la red!! Lo mismo me ocurre con otros compas del maravillos universo bloguero que es este. Estoy encantado con todos vosotros, la verdad, es con vds.-vosotros con quienes merece la pena intercambiar estas líneas. Un abrazo!! Y continúa con el relato!
Querido Rogelio!! Imagino que tú tambien habrás pensado en el grandísimo Savall al que, como no podía ser de otra manea, nos trae Chiriveque. No te preocupes por contestar más o menos, a veces lo que importa es la palabra del momento insustituíble, aunque sea para no estar de acuerdo. Por cierto, por cierto, que no conozco la de Hampson, pero lo haré en breve pues estaba deseando comprarme otra remesa de óperas de da Ponte. Ya te contaré. UN abrazo!
La versión de Nikolaus Harnoncourt está editada por Teldec. La orquesta es la fabulosa orquesta del Royal Concertgebouw (Amsterdam). Le acompañan (a Hampson) Kurt Möll, Edita Gruberova,... es una delicia (lástima que no sea con instrumentos originales).
Chiriveque: las versiones que conozco de los Cantos de las Sibilas son de Savall. En su vertiente mediterránea (mallorquina), leonesa o gallega. Recomiendo sus grabaciones para Astrée.
Abrazos.
Amigo Fidelio, he de decirle que ser comentarista de su blog o del de Rogelio es a la par complicado y enriquecedor para una víctima de los coles progres como yo. Ayer me preparé los calabazines con la Nozze y ahora vamos a por los Boquerones con Don Giovani. No prometo darle una opinión pero me moría de vergüenza de no tener tampoco esta vez en mi haber cultural que comentarle.
Quizás a usted le parezca un sacrilegio cocinar con ópera pero yo he descubierto que me vigoriza..
Por cierto, he intentado simplificar el procedimiento para comentar en mi blog, ya me dirá si lo he conseguido.
Querido Rogelio, prometo conocer pronto la versión y comentarte. He de decir, amigo mío, que lo de los instrumentos originales me da un poco igual (es para polemizar con algo, porque esto empezaba a parecerse a una batalla floral). He llegado a un punto en que igual escucho el Requiem de Karajan con una pedazo de orquesta, que el que grabó Josef Krips con pequeña orquesta de cámara y solistas sublimes. No te puedo dar más detalles porque lo tengo en disco y no sé dónde andará. De Krips también tengo un Rapto absolutamente innnnncreíble (como diría mi paisano, Bisbal), ya te hablaré de los solistas.
Un abrazo!!
Doña Bárbara!! Es justo y necesario!! Cocinando me estudié Ernani el año pasado. Es uno de los mejores momentos porque, como diría Rossini, la cocina y la música alcanza similares grados de sublimidad (una con el vapor y otra con las notas, je, je, je). Por otro lado, le agradezco lo de los comentarios, pero insisto en que el fallo es mío. Muchísimas gracias. Por cierto, la cultura es una faceta más de la persona. A mí me apasiona, pero reconozco que cuando, por ejemplo, tienes familia, los legajos pasan a un segundo plano (si me oyera mi mujer se partiría de risa, pero bueno). Por eso, de vez en cuando, me gusta ver pelis como Amarcord, para bajar a este mundo, o a otros más infra. Un abrazo! Y muchas gracias por su comentario!!
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