Pues va a ser verdad eso de que los reyes suben el pan...cada vez que hablan. Desde luego los políticos (y así lo han demostrado) se toman muy a pecho eso del refrendo que necesita el rey hasta para comprar más papel higiénico...y si no, echemos un vistazo al aluvión de declaraciones que ha habido estos días sobre la "iniciativa" de sa majesté.
Una de las imágenes que más me han impresionado es la cesión de poderes que don Juan hace ante las cámaras. Al final dice una frase que, probablemente, ha recordado el rey en numerosas ocasiones, y esta, tratándose de dialogar con los políticos para sacar algo en claro, es una de ellas. Después de leer su breve pero intenso discurso, don Juan proclama: ¡Majestad, por España, todo por España!, y a continuación dice: ¡Viva España! ¡Viva el Rey!
Lo que a mí me llama la atención de tan gloriosa escena (además de lo emotivo) es que cuando el padre del rey está gritando "¡viva España!" mira de reojo a los presentes como diciéndoles: ¡repetid vosotros tambien, maricones! Bueno, algo así podríamos pensar hoy en día. Uno tiene la sensación de que el rey ha hecho "sus deberes" y que quienes tenían que seguirle no lo han seguido. Al menos los sindicatos han ido a hablar con el "de buen rollo".
Yo, como aprendiz de historia, estudié en su día que le echó un par, traspasando los poderes que Franco le dejó (es decir, todos) al pueblo (es decir, nosotros). Le echó otro par el 23F. Entre las opiniones (honradas, claro) a este respecto, unos dicen que se quedó corto...y otros que confió demasiado...y otros que tenía que haber presionado más a la Brunete...desde luego nada de paquidermos ni por el estilo. Pues eso, yo estudié que le echó un par. Ahora, al buen hombre se le ha ocurrido prestarse a eso de mediar entre los españoles...y claro, pasa lo que pasa.
De ZP (what's his fuck ideology, se pregunta el gran Alfredo García Francés, ¿es esa la traducción...?) se dice que no ha encargado nada de moderar ni ná de ná...que para eso es él (ÉEEL) el Presidente del Gobierno (las mayúsculas las pongo "a drede"). Pero claro, en frente de las opiniones de Pajín estaban las de don Gabriel Cisneros (creo) que declaraba en la primera legislatura: "Zapatero es uno de los personajes más sectáreos que he conocido". A mí, sin lugar a dudas, me sorprendió la afirmación...bueno, me asustó, puesto que una declaración así, saliendo de boca de un político de ese calibre....
Luego está Rajoy, que tampoco está a la altura. Si el Rey te pide un pacto, no puedes rebelarte como esos estudiantes que no hacen caso ni a su padre y que no paran de decir tacos cuando se le pregunta por qué se ha peleado con su compañero. Es difícil reconocer que no se ha hecho algo bien, cuando el compañero de clase con el que nos hemos peleado no reconoce su culpa y se calla esperando que hablemos nosostros primero.
En definitiva. Esta gente no se va a sentar nunca. No tiene nada que ver eso de que son ideológicamente opuestos (también lo eran Carrillo y Fraga). Es, sencillamente que no se van a sentar. Eso es lo que nos preocupa a los españoles. Que no hay una voluntad de pactar con determinación la manera de sacarnos del atolladero. Y las razones son para poner los pelos de punta. La izquierda dice que el PP está esperando que la cosa vaya a peor para pedir elecciones anticipadas, que no colaboran en nada y que sólo saben pedir que se abarate el despido. Bueno, no se lo creen ni ellos. El PP, por su parte, pinta un panorama apocalíptico. En buena lógica sirve en bandeja la pregunta: entonces ¿qué están esperando ustedes, que se hunda el país para pedir elecciones anticipadas? Bien es verdad que nadie apoyaría al PP en ninguna de las opciones que existen para cuestionar la permanencia (como presidente) de ZP.
Volviendo a l aluvión de declaraciones sobre la intervención del rey, hay dos que me han llamado la atención. La vicepresidenta primeríiisima, vino a decir que el rey no está moderando nada, que es el gobierno el que toma la iniciativa. Obviamente, el plantel de ministros y vices, filorrepublicanos (frentepopulistas) les hace reaccionar así cada vez que huele a que el rey asume las funciones de Jefe de Estado, pues, en la práctica, el Jefe de Estado es "su" ZP. He de decir que, a su manera, Aznar no hacía demasiado caso a nuestro rey. Por mucho que FAES le haya concedido el premio, etc, etc, etc. Repasen las hemerotecas... Luego está la sorprendente y, para mí, desconcertante, declaración de Carod i Rovira. Trascendente pues es el vicepresidente del Govern. Aplaude la intervención del rey y resalta su papel mediador. Desconcertante. A mí este tío me recuerda la imagen de aquel nazi que decía que cada vez que qye la palabra cultura saca su pistola...
En fin. Menos mal que el pobre Marichalar las ha pagado todas juntas y lo han retirado del Museo de Cera, distrayendo así la atención del respetable público del aluvión de declaraciones que los políticos han hecho sobre el monarca. ¿Qué habrá ocupado más en el share televisivo? ¿Se acuerdan de Los crímenes del Museo de Cera? ¿Y de Terror en el Museo de Cera? Habría que hacer un museo de cera en cada ayuntamiento y meter allí a los concejales y constructores que han tejido la nueva red caciquil. Un Museo de cera del político corrupto (Museo de los Horrores), que está encantado de que se carguen las tintas contra el rey y no vayamos a por los ayuntamientos, Moncloa, Consejerías, Ministerios...entre tanto chorizo ¿quién va a hacer caso a nuestro Rey?
17 comentarios:
Moderar y arbitrar, D. Fidelio. Esa es la labor constitucional de Su Majestad.
Lo que pasa es que modera y arbitra más bien poco, mal, tarde y unilateralmente y, la flojera real, ya comienza a aburrir a la peña.
Sin duda, jamás le quitaré el mérito que pueda tener en la transición y el frenazo al golpe del 23-F.
Creo que la Familia Real va a atrevesar pronto un mal período. Como todos nosotros. Crisis, estatuto catalán, lengua española, simbolos religiosos...
Para asegurarse el salvoconducto de pedigrí democrático, han confiado demasiado en los republicanos. Desequilibrando la balanza. Mal rollo. Espero equivocarme.
Contribución a la polémica política de esta semana, Rey, Pacto de Estado y la ideología del Sr. Zapatero.
Zapatero, por favor, dígame, ¿cuál es su jodida ideología
D. Juan Carlos despertó muy tarde y Marichalar para el arrastre
Un abrazo, amigo mío.
Lo que han hecho con Marichalar no tiene nombre.
En la vida real no se puede emplear la técnica de cortar y pegar, por ende tampoco en la Historia y mucho menos cuando se trata de personas (seres humanos, concepto que habría que depurar en los tiempos que corren).
La Historia es lo que es (un acontecimiento pretérito). Se puede interpretar, tergiversar, manipular, falsear, suplantar, adulterar. La verdad absoluta en este campo no existe (un hecho determinado puede interpretarse de mil maneras, influidos o contaminados por una ideología o por nuevos conocimientos) aunque posiblemente podamos acercarnos a ella. Pero hay una cosa que jamás se podrá lograr con la Historia que es borrarla. Los sucesos y acontecimientos están ahí y hay permanecerán -pese a quien le pese-, per secula seculorum
¡Menuda historia!
Fidelio, muchísimas gracias por su comentario en mi blog. Me ruborizo, pero animos así me impulsan a seguir adelante.
Un fuerte abrazo, aunque le vea yo a usted un no se qué monarquico...
Buenas tardes, don Alfredo! Como le dije en el comentario a su entrada: tiene usted razón en el fondo. Bueno, en este comentario, en el fondo...y en la superficie! Aquí los republicanos son más bien frentepopulistas, por eso les encanta la tricolor. Pocos como Mr Mike, cuya blog es un prodigio de información, son republicanos a lo liberal.
Insisto, tiene usted toda la razón, aunque espero que se equivoque en eso de la crisis. UN fuerte abrazo!
Buenas tardes Gyoni. Como aprendiz de la Historia, me gusta ese debate de la falseabilidad de los hechos y la rotundidad de los acontecimientos. Desde luego, si hay un hecho innegable es que Marichalar es el padre de dos infantes. Sinceramente, podría haberse llevado el asunto con más elegancia. Un saludo, y gracias por tu visita!
Mr Mike! Nada de gracias. Su blog es una "pedazo de blog"! Créame que envidio la cantidad de información y enlaces que ofrece y el esmerado enfoque y presentación de muchos temas.
Bueno, respecto a lo de monárquico. Tenga en cuenta que he crecido con la monarquía y, francamente, una república como las que ha habido en España: ¡nunca! Si se trata de un régimen presidencialista a la estadounidense, con sistema de contrapesos...bueno, estaría de acuerdo llegado el caso, pero eso nunca lo tendremos en España. Usted, amigo mío, es rara avis (si me permite la expresión)entre los republicanos a la liberal. A mí me interesa la monarquía en el ámbito institucional, no sigo la vida social de la Casa Real, en ese sentido, sí me declararía monárquico aquí en España. Si viviera en EEUU, probablemente hubiera luchado contra el rey Jorge...
Un abrazo!
Buenas ncohes, Fidelio, amigos.
Felicidades por el análisis completo, en lo que supone un repaso a la actuación de Juan Carlos I en su reinado, hasta hoy.
Yo comparto parcialmente tu indignación por las tremendsas críticas que el Rey está recibiendo, tanto en blogs (amigos o no) como en diversos debates.
Ahora bien, como exponía hace algunos días en el blog de Natalia Pastor, entiendo que la actitud de la Monarquía española durante los últimos diez años está resultando un tanto cómoda (o acomodaticia, si se quiere). En lo últimos años hemos asistido a proyectos de modifcación (de facto) de la Constitución, y no hay constancia de ninguna actuación firme por nuestro mocarca. Es un ejemplo muy elemental que refleja el grado de intervención que está protagonizando en los últimos años Juan Carlos I.
Otra cosa es el balance hostórico de su gestión. En ese sentido el reconocimiento internacional de la Monarquía española es indudable. Y sólo por ello, deberíamos tener un poco de cautela, antes de lanzarnos a la crítica feroz.
Abrazos y felicidades por la entrada.
Efectivamente, entiendo las críticas de que es objeto el monarca (y por ende, la monarquía) en el sentido que señalas, querido Rogelio.
También lo he percibido, pero no tengo tan claros los motivos, pues, sin caer en la ingenuidad o en una especie de "donjuancarlismo", creo que el silencio acomodaticio o, como muchos han visto, cómplice o cuando menos permisivo, obedece, según mi opinión, a un exceso de prudencia. Por hacer algún tipo de comparación, mis hermanos (que son mayores que yo), me cuentan las intolerables críticas de Felipe González a la gestión Suárez, casi casi a su persona. Quizás también había exceso de prudencia. No sé si valdrá la comparación, el hecho es que lo que se critica de la postura del monarca tiene su lógica, pero no me atrevo a aventurar cuáles han sido los motivos que le han llevado a no mostrar gesto alguno. Muchas gracias por tu comentario. Un fuerte abrazo!
D. Fidelio, espero que siempre vea en mis comentarios sobre el S,M. el Rey el respeto que me inspira su persona.
Pero, a veces, sangrándome el alma, no puedo evitar atizarle. No sé si por libre o formando parte de una campaña. Espero que usted me disculpe pero es que meten mucho la pata.
El gobierno, “hace como que hace pero no hace”. Crea una comisión. El electorado, “hago como que voto pero no voto”. Para comisiones tenemos el coño.
Zapatero y Rajoy, cinco insoportables horas de cobardía insostenible
Con todo mi afecto, amigo mío.
Pues, amigo Fidelio, voy a hablar de nuevo con claridad meridiana:
El Rey nos cuesta dinero a todos los españoles, no se moja de forma clara en casi nada, vive del cuento de la Transición y del 23-F (ya ha llovido muchísimo) y en los temas de país jamás se moja como debería, como por ejemplo con las consultas ilegales en los municipios catalanes, que deberían exigir una respuesta de su parte, que para eso es el Jefe del Estado, no sólo para cobrar.
Y, por último, ¿sabías que este sujeto no tolera que se hable mal del dictador en su presencia?...
Un abrazo, amigo.
Como le dije, querido don Alfredo, en mi respuesta a su comentario, tiene usted razón, en el fondo...y en la superficie!! En el supuesto de que existiere una campaña, de derechas y/o de izquierdas, no sería más que otra excusa de los españoles para pelearnos. Por encima de ese parloteo, está el respeto a opiniones respetables, como las que vierten aquellas blogs que sigo, como por ejemplo, la suya, genial y quevedesca en lo punzante y conciso, y encima, con brevedad. Un abrazo y gracias por su comentario!
Querido Chiriveque, dado que tenemos la fortuna de ir conociéndonos, aunque sea en la blogosfera, he de decir que entiendo tu postura. Sin embargo, permíteme decirte, sin ánimo de ofenderte, que es un tanto tópica tu crítica. Ojo! Los argumentos que yo utilizo no sólo son tópicos, sino que casi casi forman parte de la lecciones de historia que nos aprendemos, pero bueno.
Decir que "nos cuesta dinero" es un tanto burdo en el sentido de que hay miles de políticos y asesores que nos están costando el doble, el triple...o el cuádruple. Pero, sin duda, esto no es una justificación de lo otro. LO que sí te digo es que, evidentemente, como Jefe del Estado que es, nos tiene que costar el dinero a todos los españoles. Y yo creo que está muy bien amortizado, pues probablemente, es nuestra garantía en las relaciones diplomáticas con países como EEUU, Rusia o China, por encima de los vientos de Moncloa.
En segundo lugar, "vivir de las rentas de la transición" no es una manera demasiado afortunada de definir cómo el monarca actúa como motor impulsor de la democracia. Aunque, una vez más yo digo: evidentemente!, gracias a ese hecho existe un estado democrático en España, no hubo una guerra con Marruecos, y un largo etcétera que darían para, como tú señalas, muchas más rentas.
Por último, la cuestión de Franco es más bien un tópico que se utiliza para, de manera subliminal (no digo que tú lo hagas), decir que defiende a FRanco: "no permite que hablen mal de Franco...ergo lo apoya". Se trata más bien de una cuestión espinosa: la de haber convivido con el dictador, la de haber empezado su andadura con o bajo la maquinaria del régimen. Muchos lo calificaron a él y a Suárez de traidor en los años previos al golpe del 23-F. Ese es el enfoque.
Bueno, menuda retahíla. Espero haber contestado con algo de sentido a tus siempre-bien-recibidas, clarísimas opiniones. Un abrazo!
Yo creo que a los españoles nos falta algo o alguien que nos haga unirnos en algo en común. Ahora (la transición ya ha pasado) no queda nada por lo que luchar (unirse en pos de algo en común, quiero decir) ahora toda luchar. Fastidiar al partido contrario y hacerse con el poder, que de eso, repito, es de lo que se trata. Y el rey, nuestro rey parece que ve los toros desde la barrera. Yo en momentos así le exigiría un poco más de voluntad de echar una mano mediadora.
Un abrazo.
Tienes razón, Miguel. Yo lo he pensado a veces, pues con estas últimas actuaciones del rey, no sé, parece como si los partidos políticos hubieran buscado otra excusa para pelear entre sí. La derecha y la izquierda, dependiendo de qué medios leyéramos, oyéramos o viéramos, conspiraban contra el monarca y criticaban su iniciativa. Es lógico, legítimo y, si me apuras, necesario, que los españoles de a pie, busquemos en él la referencia y, por tanto, algo de iniciativa. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo!
D. Fidelio, salto al tenma punzante de las NAVAJAS.
La más grande creo que era la del de la Leatherman, de lo que sí estoy seguro es de que la más pequeña era la mia.
Y la suya, ¿que tal, mon ami? Abrazos gordos.
Con su permiso, D. Fidelio. Escribo una novela sobre la Guerra Civil en España y la intervención de la División Azul en el frente ruso durante la Segunda Guerra Mundial. ¿Me puede usted ayudar?
Guerra Civil española, íntimas vivencias de nuestros padres y abuelos
Buenas tardes, mi querido don Alfredo! Como soy un pacifista a la (muy muy) antigua usanza, no le hablaré de mi navaja, pues me gusta hablar de armas...aunque no dudo en usarlas llegado el caso... Respecto a mi ayuda sobre la Guerra civil, pocas son las cosas que podría aportar. Hay un par de anécdotas que me han contado, y que le enviaré al mail que adjunta. Mi padre vivió y luchó en el bando republicano...pero la mayor parte de su batallón se fue pasando al bando "nacional", "rebelde", "franquista" (táchese lo que no proceda). En fin, una película de Berlanga en que la realidad, como siempre, supera tristemente a la ficción. Ya le contaré, aunque no creo que le sirva de mucho, pues su historia es la de miles de españoles. Un fuerte abrazo!
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