Ah! La vieja Europa! Una de las frases que más indiferente me deja es aquella de los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla...¿y qué hay del eterno retorno? dirían algunos. Bueno, ya que entramos en el debate Heráclito y Parménides me gustaría hablarles del Rhin, esa especie de limes que trazaron los romanos y siglos despues Carlomagno para dividir su imperio entre sus hijos y nietos...así hasta el Tratado de Verdún a mediados del s. IX.
Pero de lo que me gustaría hablarles es de un librito de viajes que adquirí en una librería de usado de Estrasburgo titulado Le Rhin légendaire. Se trata de una recopilación de textos literarios, leyendas, cuentos y un largo etcétera, cuyo lugar común es, como podrán imaginar, el Rhin. El prólogo y las notas es de André Mary...y este ejemplar tiene una particularidad, y es la de estar dedicado por el autor a un tal Adolphe Lacuzon. La edición es de 1919. El libro me lo regalaron porque la gran adquisición fue una edición de las obras de Tácito de finales del siglo XVIII cuyo estado era verdaderamente encomiable.
A mí, si me permiten, es este el libro de viajes que más me gusta. Una recopilación de lo que otros han dicho sobre los lugares que el caminante (o el navegante) va visitando. El libro, además, recoge muchas historias que vienen de los siglos anteriores al nacionalismo europeo. Leyéndolas comprende uno muchas cosas, pero concluye que el nacionalismo es, en gran medida, detestable. Resulta muy curioso ver la imagen que nos transmite de los diversos pueblos, ciudades y aldeas de la ribera del Rhin. Como ya he dicho, los tópicos son anteriores a la formación de las naciones europeas, por lo tanto, responden a patrones muy distintos, como por ejmplo, la religión o las guerras del siglo XVII. Uno recuerda aquellos poemas que Mahler utilizó para sus lieder, como los del Muchacho de la trompa.
Hace pocas semanas votamos (o no...) los europeos. Desde luego, una de las conclusiones que se extraen de estas elecciones y de las de hace cuatro años, es que, en general, la idea de Europa nos (les) interesa a un 50% de los europeos. Eso es muy triste. Es cierto que hay varias Europas, no es menos cierto que la Constitución europea, aquella que conocimos hace ya cinco años, ha suscitado un gran rechazo ¿qué ocurre? Bueno, aquí tenéis un cuento de los hermanos Grinn sobre el perrito de Bretten. Os lo dejo en francés porque mi rechazo por las patrias (todas, si ello supone la exclusión) me ha recordado al autor del Affaire Dreyfus, gran maestro, gran profesor de francés, gran intelectual. Uno de estos días me atreveré a traducir alguno para que podáis lapidarme...un abrazo, europeos!!
Le petit chien de Bretten. Par les Frères Grimm (Conte).
Dans le Palatinat du Rhin, et particulièrement dans le Kraichgau, le peuple dit proverbialement en parlant d'une fidelité mal recompensée: "Il t'arrive la même chose qu'au petit chien de Bretten". Ce proverbe populaire doit être fort ancien, et on le trouve tout au long dans deux passages de Fischart. En voici l'origine:
Dans la petite ville de Bretten, vivait autrefois un homme qui avait un petit chien fidèle et très bien dressé. Il le chargeait de diverses commissions, de celle-ci entre autres: il lui mettait enre les dents un panier avec un petit mot d'écrit et de l'argent, puis l'envoyait ainsi chez le boucher chercher de la viande et des saucisses, qu'il rapportait sans jamais y toucher. Mais il arriva que son maître, qui était protestant, l'ayant envoyé un vendredi chez un boucher qui était chatolique et observait rigoureusement le jeûne, ce boucher, trouvant sur le billet la demande d'une saucisse, saisit le chien, lui coupa la queue et la mit dans le panier, en disant: "Tu veux de la viande en voilà!". Le petit chien, injuré et blessé, porta fidèlement le panier à son maître, s'étendit sur le carreau et mourut. Toute la ville le paignit, et l'image d'un chien sans queue fut taillée en pierre et placée au-dessus de la porte de la ville
7 comentarios:
Sé que no tiene mucho que ver, pero en dos meses me voy de viaje a Hungría y Chequia. Espero ver ríos como el Rhin...
Un abrazo.
Hola Chiriveque! Tiene mucho que ver. Uno piensa en esos mundos, y en esos folklores...bueno, es que el Danubio o el Moldava son igual de evocadores (o más al estar aquellos paisajes menos domesticados....). Ya nos contarás...Un abrazo!
¿Qué tal, amigo argonauta?
Un placer volver a leerte, una vez más. La verdad es que sólo leer la primera estrofa de tu entrada-poema dan ganas de desarrollar otra: Parménides - Heráclito... y Nietzsche- Heidegger, ¿por qué no?
No conozco la obra que nos comentas, pero me ha venido a la canbeza otro libro de viajes (sentimental) titulado El Danubio, del gran germanista Claudio Magris.
Qué delicia tu evocación del maravilloso Das Knaben Wunderhorn, que -en efecto- es el leivmotiv de varias composiciones de Gustav Mahler (lieder, movimiento último de la Cuarta,....)
Polédrico, como siempre; siempre brillante.
Abrazos.
Usted le llamará humildad y respeto a la lengua francesa Fidelio, pero yo le digo que prefiero lapidarle que no entenderle.
El caso es que he leído pocos análisis que me gusten de la escasa participación en las europeas, y menos aún de la construcción de europa y del papel de los nacionalismos en ellas, por lo que me hubiera gustado leer su opinión, que por la anterior entrada y por esta, deduzco que está solidamente formada e informada.
Pero de momento me va a tocar esperar a ver si entre sus comentaristas que saben frances alguno me da alguna pista.
Un saludo.
Muchísimas gracias, doña Paula. Tomo nota y les conmino a que preparen su provisión de pedruscos.
Respecto a Europa, mejor dicho, las elecciones, mi hastío está más dirigido a la burocratización de las sedes europeas. Una maraña de directivas, relaciones institucionales presuntamente democráticas y otros aspectos que no me gustan nada de nada. Empezando porque, con todo respeto (que no es mucho) Giscard no me era muy simpático. Un abrazo! GRacias por su comentario. Cuando aprenda a publicarlos correctamente en su página le haré yo algunos comentarios sobre su última entrada, que está muy, pero que muy bien. Un saludo!
De la "presunta democracia" europea yo también he debatido largo, pero más que por la burocracia, por el análisis de las escasas competencias del Parlamento y las, en cambio, amplias competencias de las instituciones no electas. Otro tema interesante: ¿Ha oído hablar de los 15.000 "representantes lobbystas" que viven en Bruselas?, Eso si es un verdadero "yacimiento de empleo", 15000 lobbystas para 700 eurodiputados...que deben sentirse como los médicos cuando salen de las consultas y los representantes farmaceuticos se les avalanchan. Y luego ¿harán leyes prescribiendo intereses como los médicos hacen recetas prescribiendo laboratorios?.
Aquí le dejo estas reflexiones mientras voy buscando pedruscos, ya me explicará que le pasa exactamente con los comentarios, que me cuesta creerlo con lo que me asombra usted con su amplio expectro de reflexiones culturales y que resulte tener problemas con este tipo de menudencias informáticas.
Otro saludo.
Publicar un comentario