Nun der Tag mich müd gemacht,
soll mein sehnliches Verlangen
freundlich die gestirnte Nacht
wie ein müdes Kind empfangen.
Hände, lasst von allem Tun,
Stirn vergiss du alles Denken,
alle meine Sinne nunwollen
sich in Schlummer senken.
Und die Seele unbewacht
will in freien Flügen schweben,
um im Zauberkreis der Nacht
tief und tausendfach zu leben.
Este es el tercero de los Vier letze lieder de Richard Strauss. No sé por qué la entrada de mi amigo Rogelio (http://naranjasdelaschinas.blogspot.com/2009/03/mi-nombre-es-harvey-milk-de-gus-van.html) me ha recordado una película de muy distinta índole: El año que vivimos peligrosamente, de Peter Weir. Suena este lied cuando Linda Hunt (como aparece en el juego de sombras) le explica a Mel Gibson aquello que se preguntaba Lucas: ¿qué debemos hacer?
Siempre tendemos a juzgar a los demás por su tamaño, su color de pelo, su orientación sexual. La peli de Gus van Sant no la he visto aún. Tal vez me acordé de la manía que tenemos de censurar la diferencia. Por eso me acordé de nuestro pequeño personaje cuando, describiendo a su padre, habla de un hombre, con el corazón, el cerebro y los pulmones de un hombre, pero con el tamaño de un niño.
Este lied habla del alma que llevamos todos dentro y que vuela una y mil veces. Esta canción tan sublime de Richard Strauss termina diciendo "zu leben", para vivir. Mi entrada os invita a visitar el lied en cualesquiera de las versiones que existen (no puedo dejar de recordar la de Schwartzkopf, pero esta no está mal http://www.youtube.com/watch?v=Q8l99a5hJng&feature=related, y esta otra tampoco http://www.youtube.com/watch?v=PhdN1x4ke74&feature=related).
Aquí está la traducción del lied. Es una poesía de Hermann Hesse, el autor que me acompañó en mi adolescencia. Ya imaginais: Demia, El lobo espetario, obstinación, etc, etc, etc, junto con Nietsche y otros....hoy me quedo con san Lucas (y otros como san Marcos http://manuel-diasintensos.blogspot.com/2009/03/leon-tolstoi-los-tres-ermitanos.html).
Ahora que el día se ha fatigado,
que mi nostálgico deseo
sea acogido por la noche estrellada
como un niño cansado.
Manos, abandonad toda acción.
Mente, olvida todo pensamiento.
Ahora todos mis sentidos
quieren caer en el sueño.
Y el alma sin más guardián
quiere volar, liberadas sus alas,
en el círculo mágico de la noche,
para vivir profundamente mil veces
No sé por qué me he acordado de mi compañera Mª Jesús, que medirá unos 100 cm desde el suelo, pero con 1000 000 000 cm de genialidad, o de mis compañeros o amigos X, Y o Z, de los que sólo oigo ¿te vas con él en el coche?, pero si es maricón. No, son corazones excelentes (¡y qué si no lo fueran!)
Supongo que cuando pensamos en el alma, lejos de caer en el buenismo, al menos, queremos que no sea un alma oscura. Y es que a veces nuestros ojos nos impiden ver a las personas (como en el Mito de la caverna) Pero... ¿qué debemos hacer?
7 comentarios:
Me has disparado directamente al corazón... y esta bala se llama Schwartzkopf, sin ningún género de dudas.
Los Vier letze lieder de Richard Strauss es una de las cumbres de este género (del lied romántico). Su estilo que supone casi el punto de no retorno hacia el romanticismo del que procede y tan precursor de las vanguardias que se desarrollan con vigor en el primer tercio del siglo XX. Es, entiendo, en sus óperas donde este sentido "precursor" de futuras vanguardias, de cercanas rupturas (de tonalidad) estilísticas, resulta más claro: pienso fundamentalmente en Elektra, la ópera que más conozco de este autor.
Pero, no me quiero extender en exceso. Tu entrada es sencillamente magnífica y muy generosa con los amigos (me siento muy afortunado por ello).
Un abrazo.
Es maravilloso escuchar
el violín en solitario, cuando suena tan bien como en esta pieza ,siempre me transporta, me llena el espíritu, el alma y la mente, hace que afloren en mi, cientos de emociones.
La poesía de Hermann Hesse, refleja el agotamiento que vivimos en esta sociedad, donde todos tenemos que ser iguales, donde no esta permitido ser diferente o el miedo existente a serlo.
Yo creo que cuando somos capaces de no fijarnos solo en el envoltorio y vemos el interior de las personas, comprendemos que todas somos practicamente iguales, con valores y emociones muy similares.
Creo sinceramente que habría que colocar la mente al servicio del corazón, así ella tendría una gran y valiosa aliada.
Un abrazo.
Hola Rogelio!! Extiéndase vd lo que quiera en estos sus comentarios de esta mi entrada. Faltaría más!!
Tienes toda la razón con respecto a las óperas de Strauss, aunque no conozco Electra tanto como tú. Strauss es aún un misterio para mí. Desde luego, como no podía ser de otra manera, me inicié con El Caballero de la Rosa. Pero tanto Salomé como Electra, como Arabella me gustan bastante (ese "bastante" es porque no las he oído lo suficiente como para emitir un juicio). Respecto a la música sinfónica, como podrás imaginar, en el insti descubría Así habló Zaratustra (que aparece en Cosmos) y Till. Después la sinfonía Alpina (una pasada),etc, etc. Hasta que llegaron los lieder. Supongo que algún día dedicaré una entrada a un cd de Gruberoba que es absolutamente absoluto!!, pero bueno. Me alegro de que te haya gustado la entrada no brahmsiana, y de nuevo gracias por tus comentarios!! Un abrazo!!
Hola Muñeca de Trapo!! ¿Cómo estás? Lo que describes al principio de tu comentario, es, lisa y llanamente, la música. Más bien, lo indescriptible que resulta la sensación que aflora cuando oímos música (o ciertas músicas, como el violín que tú citas). Efectivamente.
Respecto a tu comentario sobre la poesía de Hermann Hesse, probablemente ese pensamiento preside gran parte de su literatura. Me resultó muy llamativo (y gratificante) leer Obstinación. Sin embargo, yo no llego ni siquiera a cómo queremos ser, a cómo queremos ser y no nos atrevemos, sino a cómo realmente hemos nacido, cómo resultamos ser, cómo aparecemos en este mundo, y cómo nos tratan los demás al vernos. Por eso, precisamente, es más grave la falta de alteridad para con tantísimas personas "diferentes". Y, como tú dices, más grave aún en esta nuestra sociedad que nos vende lo políticamente correcto, que nos vende cierto sentimentalismo que luego queda en pura hipocresía. Es descorazonador que a esa sociedad de la renegamos, realmente pertenecemos. Para mí, es un ejercicio de aprendizaje, y la verdad es que resulta gratificante porque descubres facetas de tí mismo que te agrada explotar.
En fin, como siempre me estoy enrrollando. Bueno, muchas gracias por tu comentario!! Un abrazo!!
Oh, mi buen Fidelio, venid aquí:
http://manuel-diasintensos.blogspot.com/2008/10/hermann-hesse-demian.html
"Para vivir profundamente mil veces", me ha pegado esa frase por eso la retomé; considero que es mejor vivir intensamente una vez y llevarte en el pensamiento pero sobre todo en el alma; esa que no debe estar oscura" todos esos instantes. Me voy de viaje por un sitio de mi hermosa patria; tienen razón tus amigos al hablar así de México que, a pesar de tantos problemas, resurge de entre las cenizas como el ave Fenix. Admiro tu manera de escribir, con razón se comentan tú y Rogelio, ambos cuentan con una cultura general y específica muy basta. Te mando un beso y un abrazo; espero encontrarte de nuevo en este espacio. Hasta pronto.
Hola Janys!! Muchas gracias por tu pronta respuesta. Olvidé decirte que tardé tantos días en corresponderte porque hasta hoy no había revisado todas mis entradas. Te agradezcon los elogios, pero, y no es por darme falsa modestia, como insisto en mi perfil, soy aprendiz (...de todo, doctor de nada...). No sabes cómo te envidio! Yo siempre he tenido en mente un viaje por mi país, España, porque desde pequeño me han encantado las lecturas geográficas, y he evocado los modos de vida de otras regiones, las costumbres...no sé, hasta la manera de tomarse las tapas y los vinos. Qué razón tienes con comparar tu país con el ave Fénix...la verdad, a veces pienso lo mismo de España. Un abrazo y disfruta de tu viaje!!
Publicar un comentario