jueves, 28 de mayo de 2009

Los cuartetos de Haydn



Acabo de comprarme el libro del musicólogo y profesor de la Universidad de La Rioja, Miguel Ángel Marín y vengo emocionado a proclamar que este mes no pienso hablar de política!!

http://blog.musicadecamara.com.es/?page=2 Este enlace nos lleva a otros y a otros que nos pueden resultar de interés. Yo voy a daros mi humilibérrima opinión como lector novato.

El universo de la cuartetos de Haydn es un campo cuyo estudio apasiona, aunque sólo sea por la lectura de este libro y la audición de cuantos podamos. Son una de esas cosas que tendrías que salvar si tu casa se fuera a derrumbar.

El libro está estructurado más o menos siguiendo -como es lógico- un orden cronológico. Pero es que la temática de cada capítulo apasiona. Ya en el prefacio hay una sugerente disertación sobre el compositor, su época y la historia. No oculto mi emoción cuando en la página 17 habla del origen del libro y hace el paralelismo entre los combates por la musicología, y los Combates por la historia de Lucien Fevbre. Creo que dentro de las limitaciones de ser una obra de unas 225 páginas sobre los cuartetos de Haydn, hay sugerentísimas referencias literarias (Tomás de Iriarte) e históricas. Así, el primer episodio nos habla de cómo el instrumento se independiza de la voz a través de la consolidación del concierto público, para seguir con una referencia al cuarteto como forma y como conversación (caps. 2 y 3). En este último es donde nos habla del cuarteto vienés como sublimación de la forma, no en vano, uno se convence de cómo el clasicismo vienés es a la música lo que Velázquez y Goya a la pintura.

El segundo gran bloque del libro se refiere ya al repertorio haydeniano. Me ha encantado el capítulo cinco, donde explica el estudio del contrapunto y cómo, tras una lectura intensiva y extensa en el tiempo del Gradus ad Parnasum, éste se integra en la composición haydeniana.

Muy llamativo ha sido para mí el capítulo de los encargos españoles, donde leemos que el archivo musical de la Casa de Alba contaba con una enorme importancia. Sigue con los capítulos centrales y, probablemente, más sólidos: Londres, el punto de inflexión que supuso la opus 50, Viena y los últimos cuartetos. Con un epígono, como no podía ser de otra manera: la influencia en Mozart y Beethoven; aunque ya en anteriores capítulos hablaba de cómo no era casualidad, que músicos como Brahms compusieran variaciones sobre temas de Haydn. Un último capítulo, a modo de apéndice nos trae una cronología y exhaustiva guía de toda la producción cuartetística. Es cómico ver cómo los editores, como nos cuenta el autor, se afanaban por poner cientos de pseudónimos a los cuartetos en su afán por familiarizar al gran público y a los intérpretes. También de muchos movimientos encontramos una curiosa enumeración, como por ejemplo, el Jinete, la alondra y un largo etcétera.

No imaginaba cuando oí por primera vez el Kaiserquartet hace ya veinticinco años, que el universo de los cuartetos de Haynd revestía tal profundidad. Este 2009, aniversario de su muerte, no ha tenido tanto eco entre los escolares, a los que se bombardea con días para todo. Pero bueno, en cierto modo, dicen que las efemérides, queman al homenajeado. Si es así, mejor no celebremos nada y dediquémonos a leer y escuchar música. Que otros hagan los discursos.

En fin, muchos libros se leen, pero pocos se digieren. Este libro merece una lectura acompañada de audiciones, tardes de solaz y muchos libros de historia. El siglo XVIII fue, sin lugar a dudas, la transformación definitiva de las bases del pensamiento...y de la música.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Aaaaaaaaaaaatchíiis!!!!!



Ustedes me perdonan! Pero con lo de la Gripe-A, se ha organizado una en el Congreso.....una de las de antes, pero a cuenta de las parlamentarias (hablando de trajes). Vamos, de las de las de ¡váyase Mr. González! Y con avión incluído! Menos mal que acaba de marcar el Barça y el día ha terminado bien, porque desde luego, la sesión ha sido un tanto bronca. No me extraña que los leones de la carrera de san Jerónimo estén mirando hacia otro lado, parecen decir a sus señorías cuando salen: - ¡no nos dirijais la palabra, no volvais a hablarnos nunca!

Parece ser que la sra. Chacón sigue los protocolos de la OMS, pero a nadie con dos dedos de frente (síiiii, ya séee, demagogia) se le escapa que la gripe del cuartel ese, la de los "cuatro militares" que decía ZP, ahora resulta que está "controlada"...después de salir por la TV. ¿O ya lo estaba antes?

Es que....¿quién le manda a los militares coger la gripe? Esto me recuerda una conversación que oí a dos individuos en el paseo marítimo de Málaga, mientras devoraba mi tercer espeto. Parecían ser militares (o no), pero a propósito del YAK, decían: "no, si ahora a los quintillos va a haber que traerlos en primera"!!



No sé qué eran esos dos merdellones. De repente, recordé lo que mi querido padre, venerable anciano, me decía a propósito de que la estupidez no entendía de edad, y que no me dejara engañar, en ocasiones, por las canas. Le hice caso, bueno, no tanto, porque estuve a punto de levantarme y decirles unas cosillas...

Esto, me parece lo mismo. A una pregunta de una sesión de control de una mesa (o mesita de noche) del Congreso, se destapa el tarro de las esencias. Resulta que hay militares en un cuartel, con gripe A. Yo tuve la mala suerte de verlo en Intereconomía la noche antes, y de escuchar a la noche siguiente a familiares de militares dar unos datos bastante preocupantes. Pero esto no cuenta porque al fin al cabo era Intereconomía. Si lo hubieran dado en otras cadenas...entonces sí. Como por ejemplo hoy, mientras A-3 daba el avance de un día de champions, en la Primera (eeeen los titulaaaareeeees...) repetían "avión" y "PP" unas diez veces (como aquello de "el sindicato C-C-O-O" ). Y luego, en fin, lo de siempre, vuelta a sacar los anteriores responsables del ministerio de "Defensa" y vuelta a los trajes de Camps. A este paso van a tener que sacar una serie tipo Los Soprano que se titule: "Los sastres de Camps". Aún recuerdo la campaña que se montó contra Pilar Miró y los trajes de Loewe. No hay nada nuevo bajo el sol, aunque cambien las siglas.



Mientras tanto, queridos gachupines, no se alarmen con esto de la gripe y los estornudos. En el Congreso andan con el pulque, porque como dice el refrán, "con el zumo del maguey, por la noche, me siento rey, pero por la mañana (como les ocurre a sus señorías) me levanto como un buey". Viva México, cabr....ssss!!!!

viernes, 22 de mayo de 2009

Una pitada más...pequeño batiburrillo de ideas ante la última rahez de lo hispánico



Nada! Que no puede uno volcar entradas sobre las cosas que nos gustan a todos. No puede uno compartir con sus semejantes sus gustos y anhelos.



Don Claudio Sánchez Albornoz escribió un librito de más de quinientas páginas titulado España, enigma histórico. Hoy no es políticamente correcto porque intenta deslindar lo hispano casi, casi, casi, desde la Prehistoria. No vale que fuera presidente de la República (la Segunda) en el exilio.


Bueno, pues ahí hablaba de la rahez de lo hispánico como una seña de diferenciación frente a otras culturas (extrapeninsulares, ya empezamos...). Y hablo de rahez porque llevamos unos días verdaderamente apestosos. En las tertulias, finas, civilizadas y...presuntamente ilustradas, lo llaman fosa séptica. Yo lo llamo pozo de mierda. Porque me considero heredero de lo hispánico, de todo, oiganme, de todo. Y quiero subrayar esta rahez con términos malsonantes como el que acabo de escribri. De este pozo ha salido (o en este pozo ha caído) la resolución del TC sobre II. De este pozo (Idem) la declaración del dramaturgo Alfonso Sastre. Exiliado, como tantos y tantos exiliados. Ahí están los ejemplos de Idi Amin Dada en Arabia Saudí, Klaus Barbie, Leon Degrelle...en España, Joseph Mengele en algún lugar de Suramérica...y un largo etcétera.



Hace unos días le escribía a un amigo blogero que no es cuestión de aplicar la Constitución, sino de la discusión sobre el desarrollo de la misma. Y mira por donde, llega al Tribunal Constitucional y nos hace este regalito...en fin, voy a intentar no volcar ninguna otra palabra malsonante, pues ya tenemos bastante con la campaña electoral, y por respeto a mis amigos blogeros, cuyos ojos y oídos no merecen ver más exabruptos de los necesarios.



Uno de esos intelectuales que circula por ahí ha dicho que con un par de pitadas más se acabaría el débil Estado español a pesar de tener quinientos años de Historia. Bueno, oooootra falacia más. Mire vd., el Estado español tiene unos doscientos años de Historia. Ello, porque tal como se concibe hoy día, arrancaría de las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812. Pero al tío de la pitada esto le importa un pito. Quinientos años tendría la Monarquía española que arranca de los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Ferran de Aragón. Pero esto también le importa un pito. Y le importa eso mismo porque, como dice don Alfredo García Francés,http://garciafrances.blogspot.com/2009/05/eta-batasuna-las-elecciones-europeas.html el resto de los españoles, con nuestros políticos a la cabeza, nos parecemos cada vez más a los piratas de Asterix (Asterix y la cizaña) ya no necesitamos a esos galos para hacer el ridículo. Lo hacemos solitos.



Gracias a que tenemos un gobierno que parece que no se entera de nada y que está entretenido en hacer realidad todos sus anhelos juveniles, a pesar de que la forma de Estado es una monarquía...pero como no cuenta... Gracias a que tenemos una oposición casi inexistente en el plano de las ideas...y encima cuando sacan una que parece nueva es más de lo mismo...gracias a todo eso, los enanos intelectuales se nos han subido a la chepa con la excusa del nacionalismo. Para colmo hay otros intelectuales que le hacen el coro en el resto de España. Y así, suma y sigue.



Lo de Alfonso Sastre diciendo que no va a hacer una condena explícita de ETA...bueno, se veía venir. Siempre nos quedará el Constitucinal - pensarían. No dejo de acordarme del discurso de Marco Antonio: "Pero Bruto es un hombre honrado...". Los hombres honrados nos han dicho que Alfonso Sastre e Iniciativa Internacional no representan a ETA. Habrá que hacerles caso. Aunque no condenen a ETA. Por que, claro, habría que discutir, como hombres honrados (y civilizados, sobre todo civilizados) si hay que condenar a ETA o si esto no es sino otra coacción del Estado represor (que es sinónimo de Estado español)...Pero Bruto es un hombre honrado...



Así, desde hace más de treinta años. Entrando en sus vericuetos intelectualoides. Renunciando a llamarnos España. Hay que revisar el concepto Hispania, porque probablemente no esté en la etimología, en la raíz del vocablo España, palabro que, seguro, inventó Torquemada o algún inquisidor fascistoide. Y así, suma y sigue...Pero Bruto es un hombre honrado...


Aguantando muertos en nombre de no sé qué. Aguantando desplantes porque una Dictadura hizo no sé qué (el resto de España no tiene derecho a condenar la Dictadura, no, sólo estos enanos). Aguantando estupideces porque los bárbaros del sur no comprendemos el genocidio castellanoide. No comprendemos que el Estado es, en realidad, represor y nos hace cómplices de su represión sobre ellos, los iluminados...Vamos que el tal Brown va a sacar Ángeles y Demonios 2. Y así, suma y sigue...Pero Bruto es un hombre honrado.



Y vendrán con más argumentos. Con más muertos, con más no sé qué. Porque todo pueblo que tenga una aspiración legítima tiene derecho a ser independiente. Y punto. Y así, cuando lleguen por fin a Europa, podrán acudir a su pozo de mierda para salpicar (un poco más) el Parlamento europeo, porque tienen derecho a expresarse. Porque Bruto, que es un hombre honrado, así lo ha dicho...Y otra vez, y me los encuentre por Estrasburgo, y me vean vestido de español (es decir, me vean el semblante fascistoide), empiecen a murmurar y a mirarme, y a decir, como le decían a aquel furier de no que acuerdo qué Entremés de Cervantes: De ex illis est. Y respondió (responderé) soy de la mala puta que os parió...

lunes, 18 de mayo de 2009

Falacias lógicas. Dedicado al Jardinero de las Naranjas de la China. Apóstol del Librepensamiento (el de verdad).

(Advertencia preliminar. Cito los nombres extranjeros de memoria. Ruego, disculpen mi ignorancia -una vez más- en estos idiomas que tanto me gustan.)

Esto de ser aprendiz tiene una ventaja enorme, y es que no das nada por supuesto, ni nada por aprendido hasta que lo has estudiado una y otra vez. Hasta que has oído miles de opiniones diversas sobre lo mismo y a lo largo de muchos años. Confieso que es muy divertido. Sobre todo en el campo de las Ciencias Sociales. De todas, la que más me divierte es la Historiografía.

A lo largo de la historia del pensamiento, el hombre se ha retratado a sí mismo a la hora de contar la historia de un mismo hecho (toda historia es contemporánea, Croce). Por ejemplo, la Historia de la Guerra del Peloponeso contada por un historiador del tiempo de Carlyle nos hace un retrato de los grandes personajes que en ella intervinieron (Pericles, Antálcidas...). Damos un salto y llegamos al nacimiento de la gran historigrafía soviética. Aparecen expresiones como proletariado y lucha de clases por todas partes (a pesar de que ya las había acuñado Marx casi cien años antes). La estadística y la llamada cliometría intentan desapasionarse y nos llenan la cabeza de datos y más datos intentando reconstruir (como todos) de la manera más fidedigna lo que se está contando....y después de tanto y tanto investigar, llega la novela histórica y las desbanca a todas.

Siempre he pensado (y confesado) que intento no leer ninguna novela histórica porque, probablemente me engancharía y no leería nada más. El caso es que nuestra mente nos juega muy malas pasadas en numerosas ocasiones, porque, como humanos, tendemos a hacer el ejercicio contrario a la historiografía: trasladar las situaciones del pasado al presente, haciéndonos inconscientemente eco de aquella máxima: la historia es maestra de la vida.
Me he presentado como aprendiz. ¿De qué? Pues de todo. Quizás me enorgullezca más de los títulos que no tenga que de los que tenga. Ello porque si me relaciono con alguien que sea experto en la materia, puedo situarme en la posición del alumno y acribillarlo a preguntas e intentar denunciar sus trucos para llevarnos a su huerto ideológico. Porque, queramos o no, al final los que algo enseñamos, tenemos un huerto. Más variado, más florido, más abierto, con menos espinas...pero un huerto.

Yo he tenido la suerte de estudiar algo de Derecho y de Ciencias Políticas con personas y libros de lo más variopinto. Y he extraído algunas conclusiones (de aprendiz). Si la Ley y el Estado de derecho funcionan, se salvan muchas vidas (dando por supuesto que no existe la pena de muerte). Que los derechos individuales empiezan por el respeto al derecho a la vida. Si esto no es el absoluto, entonces...mal empezamos.

Y llegamos al campo de las falacias lógicas. Si no se sientan unos acuerdos iniciales y con un criterio de verdad más o menos válido...entonces no llegamos a ninguna parte.

Algunos ejemplos. Ningún historiador honrado compararía las causas del final de la dictadura de Franco y la de Salazar. Tampoco entraría a relacionar la Revolución de los claveles con el final del Franquismo. Cierto que ambas eran dictaduras. Cierto que ambas conculcaron los derechos y la vida de miles de personas. Cierto que ambas se instalaron desde la ilegalidad. Pero la idiosincrasia de ambas...es claramente singular. Esto no equivale a decir que no fueron dictaduras, o que fueron dictablandas, ni nada por el estilo. Simplemente es poner las cosas en su sitio.

De la misma manera se compara la represión de movimientos culturales, lenguas minoritarias, religiones...con el Holocausto judío. Y ya estaríamos otra vez con lo mismo. No podemos situar en el mismo plano el bien más elemental del ser humano, la vida, con aquellos aspectos que son un desarrollo de la persona, del ejercicio, es cierto, de sus derechos individuales, pero cuya represión no suponen, como es evidente, la eliminación física de la persona. No justifico con esto que se reprima esto, aquello o lo de más allá (faltaría más), pero me niego con la mayor vehemencia a que se banalice este hecho. No hay parangón con la sistemática y minuciosa persecución y eliminación del pueblo judío que llevaron a cabo los nazis a lo largo de más de doce años. Por eso aparecío el tipo penal de Genocidio y Crímenes contra la Humanidad. Por eso se violó el principio de irretroactividad de las leyes penales. Porque era tan grande lo que se había hecho que no podía quedar indemne. Era el mal absoluto.

Y digo esto -saltando otra vez y sin establecer ningún paralelismo-, porque están surgiendo voces que defienden al dramaturgo Alfonso Sastre, con pretendida honradez y espontáneo (así como legítimo, faltaría más) entusiasmo. Y dicen estas voces (corifeos) que "sus derechos individuales" se conculcan. Ya se avanza que "como hay ex-miembros de ANV" van a ir a por ellos...recordando los procesos penales que existieron en Europa hasta que se abolió la tortura. Vamos, que la analogía existe en el Derecho penal español ¿no? Pues miren ustedes. No. Las leyes protegen a todo el mundo. Las garantías legales que otros eliminan segando vidas, son patrimonio incluso de aquellos que quieren destruir un sitema legal (el español), que los protege. Voy a patinar un poco. Ya Beccaria había hecho una valiente denuncia en su Dei delitti e delle pene, donde dice lo siguiente: el daño de la sociedad es la verdadera medida de los delitos...

Y ahora me pregunto ¿es legítimo establecer una gradación en el daño de una sociedad? ¿Ocupa la vida humana el máximo escalón en esa gradación?

Más adelante sigue diciendo Beccaria: hay delitos que tienden a destruir inmediatamente a la sociedad o a quien la representa; otros perjudican la seguridad privada de un ciudadano en su vida, en sus bienes o en su honor; y los hay también que son acciones contrarias a lo que cada uno está obligado por las leyes a hacer o dejar de hacer, en vistas al bien público. Los primeros, que por ser los más dañosos son los máximos delitos, se llaman de lesa majestad. Sólo la tiranía y la ignorancia, que confunden los vocablos y las ideas más claras, pueden dar este nombre, y por consiguiente la máxima pena, a delitos de diferente naturaleza (...)

Claro, que podemos ignorar todas estas obras. Podemos ignorar a Tucídides, a Aristóteles, A Wittgenstein...a quien ustedes quieran o a quien nos estorbe a nuestros razonamientos, y establecer un Año Cero de nuestra utopía. Yo ya he elegido y estoy releyendo a Becaria, en mi posición de eterno ignorante y militante aprendiz.

jueves, 14 de mayo de 2009

Cataluña y Euskadi, semilla de España


Hace unos años, el gran José Antonio Marina publicó La inteligencia fracasada. En uno de sus capítulos explica cómo personas tan inteligentes como algunos de los presidentes de los EEUU (si se me permite el tópico proyanqui), había cometido fallos de colegial relacionados con la mentira o la lujuria. Una de las ideas más sugerentes del libro era que podías tener una inteligencia acusadísima desde un punto de vista intelectual, y ser un inmaduro a la hora de mostrar humanidad, solidaridad...en definitiva, amor a tus semejantes.



Esto, probablemente, me lo hubiera dicho mi padre o mi abuelo político, Alfredo, que era el sentido común personificado. Pero es que son cosas que hace falta que se digan, porque, aunque evidentes, se olvidan con facilidad. Para muchos, los libros de Marina no aportaban nada nuevo. Para muchos jóvenes como yo, descubrirlos nos aclaró muchas del as cosas que habíamos olvidado de adolescentes, sencillamente porque nos las decían nuestros padres.



Llevo algunos días dándole vueltas a cuestiones como Al pati, parlem catalá...Goodbye Spain, etc, etc. Y varias horas a la pitada de ayer. Llevo así dándole vueltas porque estoy convencido de lo erróneo de esos caminos, pero no quiero entrar en viejos debates de presupuestos, políticas lingüísticas o modelos territoriales. No me interesa si existe o no un nacionalismo español, porque, lo que no quisiera que existiera, de ninguna manera, es cualquier tipo de nacionalismo excluyente. El ejemplo de la despedida de Ibarreche tuvo que ser muy doloroso para miles de vascos que le escuchaban decir (no recuerdo la cita textual): gobierna vd un país abertzale (y en seguida rectificó) mayoritariamente abertzale.



Hoy me he permitido una cierta licencia de violencia verbal con alguien que, veladamente (aunque no por ello menos evidente), ha insultado a un amigo. Según él (o ella) es barriobajero llamar a los políticos "personajes". Estos, nuestros políticos, que no han hecho nada por fomentar la comunión de su pueblo (¿España?) sino más bien lo contrario, abrir la falla, cuanto peor, mejor. Ninguna encuesta llega a 6 en la valoración más alta de nuestros líderes. ¿Qué están haciendo mal? ¿Qué estamos haciendo mal?



Acabo de leer un artículo que cae en mis manos por mail, titulado El Hijo del Hombre. Hacia la plenitud humana, del mismo autor que escribió El affaire Dreyfus en España. Una de los primeros párrafos reza así: si el saber se utiliza para apoyar una ideología cerrada, causa división y cultiva la insinceridad, y si se pone al servicio de ambiciones personales o colectivas, genera elitismo, corporativismo insolidario y discriminación.



Siempre he intentado encontrar una manera de responder a ideologías, que consideraba bastante equivocadas, sin utilizar su lógica excluyente y reivindicativa. Ello porque pensaba que muchos de sus comulgantes eran personas infinitamente más preparadas que yo y, en consecuencia, no es difícil imaginar que pensaran que era yo el que estaba equivocado. Pero, fundamentalmente, porque respeto, admiro y en algunos casos, aprecio sinceramente a muchos de sus comulgantes, por lo que la dificultad es mayor ya que al respeto por la persona, evidente en sí mismo, se une el afecto persona que sientes por alguien cuyas opiniones, cuya ideología, consideras radicalmente equivocada.



Por otro lado, y ya entrando en materia, tampoco acepto como argumento, la exclusión o descalificación de lenguas tan sugerentes como el vascuence o tan ricas como el catalán o el gallego; como tampoco creo que sea argumento que una lengua sea un factor de militancia (este es uno de los argumentos preferidos de ERC). No olvidemos que el castellano es el latín vulgarizado por los vascos allá por el siglo IX, y que las primera producciones literarias aparecían en gallego. No olvidemos que el Livre dels feyts, de Jaume I el Conqueridó es una fuente capital de la Historia de España. Y no olvidemos que muchos vascos contribuyeron a la conquista de América y de las Filipinas, a mayor gloria del rey de España o de la monarquía hispana (como prefiramos).



Al margen de estas disquisiciones para unos violetas imperiales, para otros simples hechos históricos, para unos pocos, antecedentes del totalitarismo. Al margen de esto, digo, hechos como los sucesivos enfrentamientos gestuales o dialécticos que, en los últimos años han tenido lugar (y que se resumía en la frase de Pujol A España no la ha gustado Cataluña, pero a Cataluña tampoco le ha gustado España, o algo así), han sembrado una división tremendamente artificial, pero también tremendamente efectiva entre las personas que formamos parte del Estado español para algunos, España para muchos otros, los números son los números (Espagne, Spain, Spanien para algunos otros millones).



Y esto es lo realmente absurdo, que nos hayamos perdido en el bosque gracias a los árboles. Ahora mismo, en el precioso pueblo de Alp, hay gente hablando su idioma sin declararse por ello militantes de nada ni excluyéndose de nada. Ahora mismo, muchos aficinados del Athletic cantan su himno sin acordarse del himno de España, bueno, es que yo tampoco me acuerdo, y mucho menos si tengo que cantarlo con el du-du-uá. ¿Por qué los gestos vencen a las personas? ¿Por qué situamos a las ideologías por encima de las personas? ¿Por qué se dedica tanto dinero a publicar libros donde se repite hasta la saciedad estado español, y sólo se emplee el término España para reseñar dolorosos episodios del pasado como la ejecución de Ferrer i Guardia? Tantos porqués, de uno y otro lado...



Creo firmemente que tenemos que hacer un ejercicio de pensamiento. Creo firmemente que ese pensamiento ha de centrarse en las personas y que ha de olvidar las ideologías. Creo firmemente que las personas han de comunicarse en la lengua que les dé la real gana, porque la pretensión viene con el verbo: comunicarse. Y creo firmemente que deberían guardarse todas las navajas en el cajón de nunca-más-lo-abrirás.

Cuando una ideología prescinde del otro, para aupar a los suyos, o a aquellos que considera los suyos. Cuando el esencialismo sustituye a la persona. Cuando se prescinde del amor a los demás. Vamos mal. Vamos muy mal.

domingo, 10 de mayo de 2009

¿Hay vida más allá...?



Acabo de ver el final de un episodio de Redes. Debo de haber tenido una experiencia extraterrestre, porque lo están poniendo a las nueve de la noche. Será para que no veamos el telediario...Terminaba el gran Punset, con una referencia a la inmensidad del océano cósmico.

Como si de un relámpago se tratara, me han venido a la cabeza aquellos viernes por la tarde con mis padres viendo Cosmos, del poeta Carl Sagan. En la Orilla del Océano cósmico, se titulaba el primer capítulo de la serie. Un niño de trece años que descubre el Año-luz, cree haber descubierto todos los secretos del universo. No digamos después de ver Cosmos o leer el libro (cuesta elegir, porque la ambientación musical de la serie es inenarrable!!). De todos los capítulos, hay una frase en el número tres, me parece, que cuenta las andanzas de Kepler en la Europa sacudida por la intolerancia religiosa. La frase rezaba (nunca mejor dicho): Dios es la geometría. Me llamaba la atención este valiente aserto en pro de lo absoluto...que años después Huyghens echaría abajo con aquello de mi patria es el mundo, la ciencia mi religión.

Pero sin lugar a dudas, la idea más fascinante que Carl Sagan repetía con la pasión intuitiva del científico es que hay vida en otros mundos. Con otra frase, la de la astrobióloga Giovanna Tinetti, se cerraba el capítulo de Redes. Hay vida, en su forma más simple, en otros mundos.

Si hay algo que me ha fascinado tanto como el hecho de que haya vida en otros mundos, es nuestro empeño o nuestra seguridad en que la hay. El empeño de no estar solos. Un argumento altamente optimista que echa por tierra aquello de que no hay nada después. Para empezar, si la energía no se crea ni se destruye, cuando morimos, vovemos al universo...de manera que, en cierto modo, pasamos a esa vida en forma simple que postula la científica.

Tranquilos, era esta una licencia de las muchas que se toman los charlatanes. Pero ¿no les parece ilógico que el ateísmo asevere que no hay nada después, con más fe que el carbonero...y que algunos científicos expresen que sea altamente probable que hay vida en otras galaxias?

Más aún (y me remito a las entradas que mi querido amigo Rogelio ha propuesto sobre ello)...qué hay de las hipótesis sobre la existencia de una mano detrás del universo...de una intención, de un fin? http://naranjasdelaschinas.blogspot.com/2009/03/que-piensan-los-fisicos-del-sentido-del.html
http://naranjasdelaschinas.blogspot.com/2009/03/que-piensan-los-fisicos-del-sentido-del_17.html

Estos últimos meses asistimos a una nueva Inquisición, esta vez sobre la Iglesia y sus ministros. Lógica respuesta histórica de los cientos de resentidos contra el poder temporal de la Iglesia, pero ¿no deberíamos abrir un poco nuestra mente ante el hecho religioso?

Permítanme terminar con dos libros sobre ciencia y religión. Los científicos y Dios, de Antonio Fernández-Rañada (1994) y el Gen de Dios, de Dean Hamer (2006). Peronalmente me decanto por el primero de ellos, más expositivo y clarificador...aunque el de Dean Hamer...bueno, si lo han leído ya me contarán.